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ARAFAT DEBE CONTESTAR HOY AL
PLAN NORTEAMERICANO PARA TERMINAR EL CONFLICTO
Los últimos cinco minutos de negociación

Los palestinos seguían encontrando ayer insuficiente el plan de paz presentado por Bill Clinton. Las negociaciones pueden extenderse más allá del plazo de hoy, pero el tiempo se agota a medida que se acerca el traspaso de mando en EE.UU.

Un palestino enmascarado sostiene en alto su revólver durante el funeral de un activista. Ultraortodoxos oraban ayer ante el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo.

El líder palestino Yasser Arafat se enfrentaba ayer a la decisión más dura de su larga carrera política. Hoy vence el plazo fijado por el presidente Bill Clinton para que ambas partes en el conflicto de Medio Oriente decidan si aceptan las propuestas que presentó la semana pasada como marco para continuar las negociaciones. El premier israelí Ehud Barak ya aseguró que estaría “obligado” a aceptar ese planteo si Arafat lo hace, pero el equipo del líder palestino exigió ayer “clarificaciones” desde Washington y pidió tiempo para consultar a los países árabes.
Si bien el plan norteamericano no cumple todas las expectativas palestinas, rechazarlo abiertamente acorralaría a Arafat. Es que la Intifada, que ha dejado 350 muertos desde setiembre –el 90 por ciento palestinos–, sólo podría intensificarse aún más. Resaltando esta amenaza, ayer hubo un nuevo brote de violencia en Cisjordania cuando un comando de francotiradores palestinos abrieron fuego contra un asentamiento judío cerca de Nablus. Las tropas israelíes desplegadas en el asentamiento respondieron con ametralladoras pesadas. Durante la Navidad hubo choques de menor intensidad, pero no se informó de ninguna muerte en casi tres días, una verdadera rareza.
Al presentar su propuesta de paz, Clinton enfatizó a ambas partes que él se retiraría de las negociaciones si decían que no. Esto podría reforzar a Ariel Sharon, el “ultra-halcón” que es candidato del partido derechista Likud para las elecciones a premier que se celebrarán el 6 de febrero en Israel. Ayer Sharon declaró que cualquier acuerdo que firme Barak (que ya presentó su renuncia como premier) quedaría “nulo y sin valor” si es electo. Si bien aclaró que estaba dispuesto a realizar “dolorosas concesiones” para lograr la paz, enfatizó que eso no incluía “la división de Jerusalén”, parte clave del plan de paz de Clinton. Pero más allá del peligro desde la derecha israelí, si Arafat acepta el plan de Clinton se enfrenta al peligro de un rechazo violento desde sus bases.
Anteayer Barak intentó presionarlo asegurándole de que si acepta el plan a Israel no le quedaría otro remedio que hacerlo. “Nos está torturando la necesidad de responder a ideas que en muchos sentidos van más allá de lo que consideramos posible; pero, teniendo en cuenta las circunstancias, yo diría que si Arafat las acepta, sin reservas o con muy pocas, no estaremos en posición de quedar como la parte que no desea lograr la paz”, recalcó en una larga entrevista a la televisión israelí.
Pero los palestinos rechazan abiertamente muchos aspectos del plan. Sobre el tema de los refugiados palestinos, por ejemplo, el negociador Yasser Abed Rabbo rechazó ayer “cualquier acuerdo que no acate las resoluciones de la ONU (que exigen el retorno de todos a Israel)”. La posición más extrema vino de Marwan Barghouti, un líder del partido Fatah de Arafat y uno de los líderes de la Intifada, quien exclamó: “¡Muéstrenme a un solo palestino que se atrevería a aceptar estas ideas norteamericanas o siquiera piense en aceptarlas! Estas ideas son ideas israelíes disfrazadas e ignoran las resoluciones de la ONU: significan mantener la ocupación israelí de la mayoría de Jerusalén, mantener los asentamientos judíos en nuestra tierra y negar el derecho de retorno de los refugiados. Rechazamos esto”.
Todo esto parece significar que la fecha límite de hoy impuesta por Clinton será necesariamente ignorada. Un alto asesor de Arafat, Nabu Abed Rudainah, explicó ayer que “a pesar de que las ideas estadounidenses son una mejora respecto de las que se propusieron en la cumbre de Camp David (en setiembre), algunas de ellas no son claras y son inferiores a lo que se propuso en ese entonces. Por eso, necesitamos clarificaciones”. Arafat convocó ayer a sus asesores a Gaza para discutir el asunto y también se anunció que comenzaría consultas con los países árabes. Había versiones de que ambas partes intentan concretar un encuentro entre Arafat y Barak. Por lo pronto, el israelí convocó para hoy a su gabinete de seguridad y mañana se entrevistará con el presidente egipcio Hosni Mubarak.

 

Claves

Hoy vence el plazo que fijó el presidente norteamericano Bill Clinton para aceptar el plan de paz que presentó la semana pasada a palestinos e israelíes.
El premier israelí Ehud Barak aseguró que si los palestinos aceptan el plan, él se vería “obligado” a hacerlo.
Pero los palestinos cuestionaron o rechazaron varios aspectos de la propuesta norteamericana y exigieron más tiempo para realizar consultas con los países árabes.

 

PUNTOS CENTRALES DE LA PROPUESTA DE CLINTON A BARAK Y ARAFAT
Cómo es la madre de todos los acuerdos

Por F.S.*
Desde Jerusalén

El plan alternativo de paz diseñado por el presidente norteamericano Bill Clinton, sometido desde el fin de semana pasada a la aprobación de Ehud Barak y Yasser Arafat, contempla una serie de soluciones intermedias para los principales problemas con los que se encuentran israelíes y palestinos en las negociaciones de paz.
Jerusalén
Los barrios árabes de Jerusalén Este, conquistados por Israel en 1967, serán transferidos a los palestinos, mientras que los controlados por los judíos en esta zona pasarán a ser de soberanía israelí.
La Explanada de las Mezquitas será controlada por los palestinos, reconociendo así los derechos sobre el tercer lugar santo del Islam, pero al mismo tiempo se reconocerán los lazos históricos del pueblo judío sobre el mencionado recinto, otorgándole el control de la zona subterránea donde se cree que se encuentran los restos del Templo del Rey David.
Refugiados
No se reconoce en términos generales el derecho al retorno de los refugiados palestinos, que fueron obligados a abandonar Israel en las guerras de 1948 y 1967.
Se plantea la posibilidad de que se acepte el derecho al retorno para aquellos que fueron expulsados de sus tierras cuando se creó el Estado de Israel, en 1948, siempre y cuando no reivindiquen volver a sus antiguos domicilios y acepten asentarse en lo que será el futuro Estado de Palestina.
El Estado de Israel se compromete, sin embargo, a acoger a docenas de millares de palestinos, sobre un total de 3.7 millones, atendiendo a razones humanitarias o por causa de reunificación familiar.
Para el resto de los refugiados, especialmente para los asentados en Líbano, Jordania o Siria, se plantea la posibilidad de ofrecer a cambio de su retorno importantes compensaciones económicas.
Fronteras y territorio
Las fronteras del futuro Estado de Palestina serán en principio las que existían en 1967, antes de la conquista por Israel.
El plan Clinton prevé determinadas “modificaciones menores” de acuerdo con los intereses de Israel y en un intento de preservar la unidad de algunas zonas de asentamientos en Cisjordania.
Israel se retiraría según el plan de un 95 por ciento de Cisjordania, y del 100 por ciento de la Franja de Gaza.
Cerca del 80 por ciento de los 200.000 colonos de Cisjordania permanecerían en sus asentamientos, mientras que la totalidad de los de Gaza deberán abandonar los enclaves, tras recibir compensaciones económicas, similares a las otorgadas en 1978 a los colonos que abandonaron el Sinaí.
Los asentamientos de los colonos en Cisjordania permanecerán bajo la soberanía de la bandera israelí y no de la palestina.
Acuerdos de Seguridad
Una serie de destacamentos y cuarteles militares israelíes serán establecidos a lo largo del Valle del Jordán en territorio palestino.
Fuerzas Internacionales
Se prevé el despliegue de unas fuerzas internacionales en la zona para vigilar y certificar la aplicación de los acuerdos.
Fin del conflicto
Las dos partes declararán el “fin del conflicto” al firmar el acuerdo.
Al acabar de aplicarse enteramente los acuerdos pactados, los palestinos efectuarán una declaración solemne, anunciando que no tienen ninguna reivindicación más pendiente con Israel.

* De El País de Madrid, especial para Página/12.

 


 

ENTRE ISRAEL Y CISJORDANIA
Muro de paz y guerra

Por Ferrán Sales
Desde Jerusalén

El gobierno de Israel ha aprobado un presupuesto de 27 millones de dólares para construir un muro de 74 kilómetros, el primer tramo de una obra faraónica con la que se pretende separar físicamente Israel de Cisjordania. Este muro inicial se extenderá desde la localidad de Latrum, al sur de Israel, hasta la comunidad de Mei Ami, cerca de Umm El Fahm, en el norte.
Las obras de separación física entre israelíes y palestinos de hecho empezaron a construirse de manera improvisada, sin presupuesto especial, pocas semanas después de que estallara la Intifada –28 de setiembre– de acuerdo con un plan militar y político diseñado por el primer ministro Ehud Barak con el que se buscaba crear todo tipo de impedimentos y obstáculos para que los palestinos –y sus posibles atentados– pudieran llegar a Israel. Los primeros muros de separación empezaron a construirse de manera urgente y precipitada en las entradas de Jerusalén, en el puesto “fronterizo” de Al Ram, y en los accesos de la ciudad de Belén, posibilitando de esta manera el control de los vehículos que circulan en ambos sentidos y permitiendo al mismo tiempo a las fuerzas del ejército de Israel su clausura intermitente, cuando lo considere necesario por razones de seguridad.
El muro que separará los territorios palestinos de las zonas pobladas por los israelíes será de diferentes tipos: en unas zonas consistirá en unas vallas metálicas similares a las de las autopistas, pero en otras se tratara de bloques de cemento, que podrían verse reforzados con torretas de vigilancia, circuitos de cámaras de televisión y puertas eléctricas.
Los planes urbanísticos de seguridad buscan frenar una Intifada que el martes estalló de manera violenta en los alrededores de la ciudad de Nablus, al norte de Cisjordania, donde fuerzas palestinas y ejército israelí se enfrentaron en un prolongado tiroteo. El incidente, en el que se dispararon todo tipo de armas pesadas, finalizó sin muertos.

 

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