Por Diego Fischerman

Los sellos discográficos atienden cada vez menos los repertorios que no están destinados a las ventas masivas. Esto sucede en todo el mundo, pero en la Argentina un poco más. Ni Chile ni Brasil, por ejemplo, registran tal grado de arbitrariedad en las políticas de importación de los discos clásicos, de jazz y de otras músicas (rock más o menos experimental, étnico, música popular brasileña, entre otros géneros y subgéneros damnificados). Para los sufridos consumidores de estas rarezas, Internet ha probado ser un medio bastante eficaz de prescindir de la miopía de los representantes locales de las grandes compañías. Amazon y CD Now ofrecen un catálogo suficientemente amplio a precios, además, mucho menores que los habituales en Buenos Aires. Pero, si se habla de jazz, la panacea tiene un nombre: el sello Mosaic, dedicado a ediciones numeradas y limitadas que se venden exclusivamente por correo.
El creador, director y –hasta donde se sabe– único responsable de Mosaic es Michael Cuscuna, uno de los productores de discos de jazz más importantes de los últimos cincuenta años. Encargado de supervisar (y de decidir qué va, qué no, en qué orden y con qué clase de remasterización) las producciones más importantes de Sony y Blue Note dedicadas, por ejemplo, a Miles Davis, Herbie Hancock, Clifford Brown, Dexter Gordon o Stan Kenton, su convenio con las grandes casas grabadoras implica que, a cambio de su trabajo para ellas como curador del material, él obtiene los derechos para estas cajas exquisitas que rondan el precio de 16 dólares por disco (más el envío, que va de 12 a 45 pesos, según el monto de la compra y la celeridad con la que se desee recibirla). En algunos casos, los sellos no pueden editar nada del material incluido en las cajas Mosaic hasta que éstas se agoten. En otros, Mosaic conserva los derechos sobre la edición en vinilo mientras que los sellos propietarios de las grabaciones comercializan la edición en CD (ése es el caso de las cajas que viene editando Sony con las grabaciones de Miles Davis).
Entre las cajas que ya han quedado definitivamente fuera de circulación están las dedicadas a Eddie Condon, Maynard Ferguson, George Shearing. Entre las joyas todavía disponibles, conviene apurarse para comprar la caja de 4 CDs (a 64 pesos) con todas las grabaciones de estudio del sello Blue Note en las que aparecen juntos el trompetista Donald Byrd y el saxo barítono Pepper Adams, los 6 CDs (96 pesos) con las grabaciones completas de Django Reinhardt con el Quinteto del Hot Club de Francia entre 1936 y 1948, las geniales grabaciones de Anita O’Day para el sello Verve (9 CDs a 144 pesos), las de Peggy Lee y June Christy para Capitol (5 CDs a 80 pesos), los registros realizados con grupos pequeños por el notable trombonista y arreglador J.J. Johnson, para el sello Columbia (7 CDs, 112 pesos), las sesiones para Blue Note de Elvin Jones (8 CDs, 128 pesos), las de Hank Mobley (6 CDs, 96 pesos) y, también para el mismo sello, las del gran Andrew Hill, con compañeros de ruta tales como Joe Henderson, Eric Dolphy, Roy Haynes, Kenny Dorham, Tony Williams, Bobby Hutcherson, Sam Rivers o Freddie Hubbard.
Mosaic también ha dedicado algunas ediciones al jazz más tradicional (Jack Teagarden, Kid Ory o una selección de grabaciones de la Young Tuxedo Brass Band, una leyenda del jazz de Nueva Orleans). Pero el fuerte está en el material de los ‘50 y, sobre todo, en el archivo de Blue Note, dentro del que se destacan, además de los ya mencionados, Lee Morgan (The Complete Lee Morgan Fifties Sessions (4 CDs), Sam Rivers (The Complete Blue Note Sam Rivers Sessions (3 CDs), The Complete Blue Note Blue Mitchell Sessions (4 CDs) y The Complete Blue Note/UA/Roulette Recordings of Thad Jones (3 CDs). La caja de 3 CDs con las grabaciones de estudio del trompetista Woody Shaw realizadas para Columbia a fines de los ‘70 (3 CDs), las de Jimmy Giuffre para Atlantic y Capitol entre 1954 y 1958 (6 CDs) y los maravillosos registros en Atlantic, juntos o por separado, del pianista Lennie Tristano y los saxofonistas Warne Marsh y Lee Konitz (6 CDs) completan esta oferta para paladares exigentes.

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