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MAS LEJOS DEL ACUERDO SOBRE LA REFORMA PREVISIONAL
Un camino derecho al decreto

El Gobierno y el Frepaso no logran cerrar diferencias en torno al proyecto de ley previsional. Las conversaciones de ayer alejaron la posibilidad del consenso. De la Rúa amenaza con el decretazo.

Patricia Bullrich, ministra de Trabajo y negociadora por el Gobierno con los legisladores.

Por David Cufré

La posibilidad de que el Gobierno y el Congreso lleguen a un acuerdo sobre la reforma previsional parece remota. Al menos ése fue el resultado del primer día de negociaciones entre el Ejecutivo y los diputados en busca de un proyecto en común. La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, se entrevistó ayer con Eduardo Santín y María América González, referentes parlamentarios del radicalismo y el Frepaso en materia previsional. La postura del Frepaso sigue siendo muy firme en contra del aumento de la edad jubilatoria de la mujer y de la eliminación de los 200 pesos de la PBU (Prestación Básica Universal). “No hay aceptación posible de ninguno de los dos puntos”, enfatizó en diálogo con Página/12 un legislador del entorno de Chacho Alvarez, quien remarcó que el líder del Frepaso insiste en que el Gobierno debe olvidarse de aprobar ahora o en los próximos meses la controvertida reforma.
“Antes nos corrían con que había que eliminar el régimen de reparto o se caía el blindaje. Y ahora aceptan mantenerlo. ¿Qué pasó, cambió el FMI o nos estaban engañando?”, añadió el informante, para desacreditar el argumento oficial de que la reforma es imprescindible para obtener el blindaje financiero. En efecto, De la Rúa aseguró que el proyecto tiene que estar sancionado antes del 10 de enero, día en que se reúne el directorio del Fondo, porque de lo contrario no se aprobará la concesión del crédito. Y amenazó con que si para esa fecha no hay consenso con los legisladores, el Ejecutivo apelará al decreto de necesidad y urgencia.
En la discusión del que sería el proyecto conjunto, Bullrich reconoció que ahora el Gobierno acepta no suprimir el régimen jubilatorio estatal. Todo el Frepaso y la mayoría de los legisladores del radicalismo se oponían rotundamente a la eliminación de ese sistema. Por lo tanto, para sentarse a negociar, el Gobierno sabía que debía entregar esa concesión. El segundo gesto oficial fue subir el monto de los haberes jubilatorios futuros que se beneficiarán de la nueva Prestación Suplementaria. En lugar de limitar esa asignación a los haberes de entre 300 y 600 pesos, Bullrich planteó elevar el techo a las jubilaciones de 800 pesos.
Pero esos puntos no alcanzaron para convencer al Frepaso de aceptar otros aspectos del proyecto oficial. Esa fuerza rechaza que las mujeres deban retirarse a los 65 años para acceder los beneficios a que tiene derecho cualquier otro jubilado. Esto es porque en la propuesta del Gobierno, las mujeres que se jubilen antes de esa edad no tendrán garantizado un haber mínimo de 300 pesos ni cobrarán la Prestación Suplementaria. María América González le transmitió a Bullrich que la posición del Frepaso es mantener el sistema actual, en el cual las mujeres tienen la opción de jubilarse a los 60 años.
Para tender un puente entre ambas posturas, Santín propuso que las mujeres mantengan la opción del retiro a los 60 años, pero si lo hacen a esa edad cobrarán un 15 por ciento menos que si se jubilaran a los 65. El diputado se entrevistó ayer con Raúl Alfonsín, quien le dio su respaldo para que el radicalismo se encolumne detrás de su proyecto, menos polémico que el del Gobierno, pero igualmente resistido por el Frepaso. El radicalismo se aleja así de la postura más confrontativa y busca acercarse al Ejecutivo.
No obstante, eso no parece suficiente para que se destrabe la pelea entre el Gobierno y el Congreso y se llegue a un proyecto en común. El Frepaso, con Chacho a la cabeza, no está dispuesto a ceder en puntos clave, y eso mantiene el debate tan empantanado como al principio. González también expresó que no se acepta ninguna fórmula de eliminación de la PBU, lo cual es, en definitiva, lo que más le interesa al FMI, dado que suprimir ese aporte de 200 pesos que prometió el Estado a los jubilados –tanto del régimen de reparto como de capitalización– es lo que permite un ahorro fiscal. De la Rúa se comunicó con Darío Alessandro, presidente del bloque de diputados de la Alianza (y también del Frepaso), buscando limar asperezas, pero hasta ahora el acuerdo parece casiimposible. Si el Presidente cumple con su advertencia, entonces la reforma previsional se aprobará por decreto.

 


 

SIGUEN SUSPENDIDAS LAS SUBAS EN TRENES Y SUBTES
El tarifazo ya quedó para el 2001

Por Raúl Dellatorre

El juez federal Martín Silva Garretón ratificó ayer la suspensión de los incrementos tarifarios en trenes, subterráneos y premetro. La medida cautelar había sido solicitada por la defensora del Pueblo de la ciudad, Alicia Oliveira. “El fallo del juez –señaló la defensora en diálogo con Página/12– le imputa al Ministerio de Economía algo muy grave, como es haber ocultado información que es de carácter público”, en referencia a los elementos en base a los cuales se determinó el aumento de los pasajes. La cartera económica, según la Defensoría, aportó información sobre las líneas Sarmiento, Mitre y Belgrano Norte, pero omitió hacerlo acerca de las líneas Roca, San Martín y Belgrano Sur. Si Economía apela la resolución judicial, como se descuenta que hará, la causa pasará a la Cámara Federal, Sala V, de turno durante la feria de enero. El pronóstico de los denunciantes sobre cómo fallará ese tribunal es negativo. “Habrá que empezar a comprar cospeles”, recomendó uno de los especialistas que intervino en la presentación de la Defensoría.
Según Oliveira, “el juez se expidió sobre cuestiones de fondo, tras considerar probado que no se convocó a audiencia pública antes de definir los aumentos, que Economía se resistió a entregar información sobre los antecedentes para definirlos y que además incurrió en contradicción al convocar a una encuesta documental de opiniones sobre el incremento, en reemplazo de la audiencia, pero terminó resolviendo el ajuste antes del vencimiento de la propia encuesta”. Al ser consultado sobre los próximos pasos de la causa, Oliveira estimó que “el Gobierno apelará, y si lo hace mañana (por hoy), la cámara podría dictar resolución en los primeros días de enero”.
El ministro de Economía, interinamente a cargo de Infraestructura (acéfala desde la renuncia de Nicolás Gallo), aludió en su descargo ante el magistrado que en los casos del ajuste tarifario propuesto para las líneas Sarmiento, Mitre y Belgrano Norte, se recurrió al procedimiento denominado “Documento de Consulta”, habilitando a las entidades de usuarios a acceder a la información y pronunciarse al respecto. El primer plazo establecido para las presentaciones había sido fijado para el 24 de noviembre, luego prorrogado al 4 de diciembre. Pero antes del segundo vencimiento, el Gobierno dispuso el nuevo cuadro tarifario.
Pese a la contundencia de los argumentos, los representantes de los usuarios no se muestran demasiado confiados de que la Cámara ratifique lo resuelto por Silva Garretón. Por las dudas, recomiendan “comprar cospeles”. Para quienes viajan usualmente en subte y les quede algún resto del aguinaldo después de las Fiestas, la inversión especulativa en cospeles puede resultar interesante. Por cada siete cospeles o boletos magnéticos que compre antes del aumento (a 60 centavos cada uno, por un total de 4,20 pesos), se ganará un viaje (tras el aumento, con el mismo dinero pagaría seis cospeles a 70 cada uno). Por 14 viajes que haga por semana, la ganancia sería de 5,60 pesos a lo largo de las cuatro semanas del mes, con una “inversión” de 33,60 pesos. Un rendimiento del 16,7 por ciento, más que atractivo con sólo adelantar gastos en una semana, un mes o hasta en dos o tres. Sólo es cuestión de tener unos pocos ahorros disponibles. Y, como dijo algún funcionario, los pobres no viajan en transporte público.

 

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