Por Laura Vales
Luis Abelardo Patti se compró
el Modín. Tras dos meses de sigilosas negociaciones con los carapintadas,
el ex subcomisario acaba de quedarse con la estructura nacional del viejo
partido de Aldo Rico. El acuerdo con los carapintadas es que los cargos
partidarios se repartirán mitad y mitad. O casi: 51 por ciento
para Patti, 49 por ciento para el Modín, sintetizó
un allegado al pacto. Para el intendente de Escobar, la principal ganancia
es que podrá comandar, de la noche a la mañana, una fuerza
política habilitada a nivel nacional por la justicia electoral;
hasta ahora, Patti sólo podía presentarse a elecciones en
territorio bonaerense. Para los antiguos laderos de Rico lo que hay, en
cambio, es una oportunidad irrepetible de volver a la vida. Y con algo
de suerte, a algún cargo público.
Claro que nadie hablará ya de Modín. Consciente de lo indigerible
de la sigla, parte del acuerdo fue decretar su desaparición. Después
de fusionarse con la Unidad Bonaerense la agrupación de Patti
el Modín va a desaparecer para ser rebautizado como Partido Unidad
Federalista (PAUFE). Si todo avanza de acuerdo con lo planeado, Patti
será su candidato a senador nacional por la provincia de Buenos
Aires en el 2001.
A senador nacional o a diputado, confirmó ayer el intendente
a Página/12; todavía tenemos que evaluar qué
candidatura es más conveniente.
¿Ya no piensa en presentarse a elecciones junto al menemismo?
No en la provincia de Buenos Aires. En la Capital también
vamos a ir solos, sin el PJ; en el resto de las provincias se verá.
Usted va a presidir el nuevo partido. ¿Es cierto que el vice
va a ser el carapintada Enrique Venturino?
Todavía no está definido, eso es algo que vamos a
resolver en estos próximos días.
¿Cree que la gente va a entusiasmarse con los candidatos
del Modín?
Es que el Modín ya no va a existir. Sí vamos a tener
algunos candidatos que fueron dirigentes de esa fuerza, pero por ahora
no me pida nombres. Sólo le digo que en el interior hay muy buenos
dirigentes.
El PAUFE será presentado en sociedad con bombos y platillos este
viernes, en la ciudad de Paraná. Aunque en las gacetillas de prensa
que ayer llegaron a todos los medios no haya una sola mención al
Modín, el lugar y la fecha para darlo a conocer fue elegido porque
allí los antiguos seguidores de Rico prevén hacer la convención
partidaria que aprobará formalmente su fusión con la Unidad
Bonaerense.
Las negociaciones con Patti se iniciaron en octubre pasado. Por el lado
del Modín los principales operadores fueron Alejandro Montiel antiguo
jefe del partido en la Capital Federal y Enrique Venturino.
Venturino es un teniente coronel retirado que acompañó a
Rico en los rebeliones de Semana Santa (87) y Monte Caseros (88).
Fue, además, la mano derecha del carapintada y hombre inteligencia
del grupo hasta que pretendió manejar por su cuenta el Modín
Capital. Terminaron enfrentados a muerte: Rico lo acusó de haberse
quedado con 200 mil dólares y lo sacó del Modín,
juicio mediante. Siguen odiándose hasta hoy.
Su papel en el armado del acuerdo fue recorrer el interior del país
para sumar las voluntades dispersas de los ex riquistas. Montiel, en cambio,
fue el anfitrión de los encuentros entre las partes, que se realizaron
en una quinta de Del Viso. También uno de los dueños legales
de la sigla Modín, a pesar de lo cual parece no haber sacado una
gran tajada del acuerdo: apostó a quedar a la cabeza del PAUFE
en la Capital, pero hasta ahora no ha tenido demasiada suerte.
Dicen que Patti no tenía, hasta hace poco tiempo, trato con ninguno
de los dos y que el contacto inicial estuvo a cargo de Jorge Granada,
un mayor retirado del Ejército, también carapintada y ex
empleado de Montiel. Granada se fue del partido de Rico hace por lo menos
cinco años y pasó atrabajar con Patti en cuestiones de seguridad,
desde mucho antes de que el subcomisario ganara la intendencia de Escobar.
¿Por qué Patti hace este acuerdo?, preguntó Página/12
a un ex integrante del Modín. Conseguir la personería
jurídica de un partido a nivel nacional requiere de muchísimo
esfuerzo y dinero, fue la respuesta.
Como paso previo hay que tener, por ejemplo, cinco distritos ya
reconocidos por la justicia electoral, continuó el consultado.
Es decir que hay que ir a una provincia, recorrerla, juntar adhesiones,
llevarlas al tribunal, lograr el reconocimiento del partido, afiliar a
la gente. Hay que contar con dinero para moverse, para mantener a los
militantes y para poner abogados. Y repetir todo ese proceso por lo menos
en cinco provincias. Por eso, aunque el Modín no exista, tener
su sello tiene valor.
Aunque todavía no está claro si tan alto como parecen creer
Patti y los suyos. Ayer, por ejemplo, en sus oficinas se aseguraba que
con la unificación estarán habilitados para presentarse
a elecciones en 14 provincias.
El punto era la comidilla entre los ex integrantes del Modín. Hoy
el partido mantiene su personería jurídica en seis o siete
provincias, pero no mucho más, calculó uno de los
consultados. No hay afiliados ni locales en funcionamiento, ni participación
en elecciones desde el 97, más que seguramente ni siquiera
se han presentado balances. Con esta situación, en muchas provincias
la personería jurídica ya debe haber caducado. En
esta línea, los ex Modín dicen que a Patti le vendieron
humo.
La verdad es que anoche Patti no parecía estar muy empapado del
tema. Cuando este diario le preguntó si estaba seguro de que el
Modín todavía tiene personería jurídica en
14 distritos, el ex subcomisario dijo que seguramente debe tenerla.
Y admitió que en realidad todavía tienen que chequearlo.
Militantes con historia
Además de Enrique Venturino y Alejandro Montiel, que mañana
se unirán a Luis Patti de manera oficial, hay conversaciones
para sumar a la gesta a otros conocidos carapintadas. Entre ellos
a quienes comandaron la línea opuesta a Aldo Rico dentro
del Modín, como Luis Polo e incluso a algunos dirigentes
del Partido de la Independencia, una de las estructuras en las que
se asentó el Modín en los tiempos previos a su conformación.
Algunas de estas caras se volverán a ver este viernes, junto
a Patti, en el lanzamiento del Partido Unidad Federalista, en Paraná.
Venturino y Montiel tienen una vieja historia de enfrentamientos.
En el `93, cuando el teniente coronel retirado intentó quedarse
con el Modín de la Capital Federal, trató de sumar
a Montiel como su aliado. Lo consiguió por poco tiempo, porque
Montiel finalmente se alineó con Rico. Y cuando Venturino
fue desplazado, recibió como premio el manejo del Modín
Capital. Montiel se convirtió después en concejal.
Siempre siguió vinculado a Rico y en los últimos años
fue incluso uno de sus socios en los negocios petroleros del carapintada.
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