Luego de un año plagado de inconvenientes y frustraciones, el entrenador
de San Lorenzo, Oscar Ruggeri, realizó un balance de la temporada
que pasó, en el que justificó la pobre campaña de
su equipo a partir de todos los problemas internos que afrontó
el club en los últimos tiempos. Desde Corral de Bustos, donde está
pasando sus vacaciones, Ruggeri consideró que San Lorenzo no tuvo
chances de pelear el título, ya que estando el club dividido
es imposible salir campeón.
Más allá de los pobres resultados conseguidos, Ruggeri atribuyó
el bajón a las diferencias dirigenciales, a las peleas entre los
hinchas y al clima enrarecido que se generó a partir de la idea
del presidente Fernando Miele de gerenciar el club con la empresa suiza
ISL. Este año no estuvimos todos juntos. A la gente la vi
triste. Si salís a jugar un partido y tenés un clima adverso,
no se puede pensar en un éxito, argumentó Ruggeri,
que hizo un llamamiento a la gente para que apoye al equipo en la próxima
temporada.
Es fundamental recuperar la alegría de los hinchas para ganar
el campeonato. La única forma es estar todos juntos, y la mejor
prueba fue lo que ocurrió en 1995, dijo Ruggeri, quien además
señaló que en el fútbol argentino el único
entrenador que tiene su futuro asegurado es Carlos Bianchi. Hoy
el único que se salva es el técnico de Boca, Carlos Bianchi.
Pero los demás estamos todos en la guillotina. Es una carnicería,
exageró el técnico de San Lorenzo.
Claro que, pese a las razones extrafutbolísticas esgrimidas, Ruggeri
también encontró defectos propios en la pobre performance
del equipo. No voy a bajar los brazos, aunque los insultos duelen
cuando provienen de tu propia gente. Jugamos cuatro campeonatos y no ganamos
ninguno, porque Boca y River se quedan con todo. Pero hay que aceptar
que el Apertura era accesible y lo perdimos nosotros, remarcó
el técnico.
Entre los motivos que llevaron a un rendimiento más bajo del esperado,
Ruggeri enumeró las lesiones y la presión que varios integrantes
del plantel no pudieron asimilar. Este año tuve que hacer
muchos experimentos porque no encontraba el equipo y en el plantel hubo
varios lesionados. Cuando yo defino a los titulares, los mantengo. Pero
como no fue así, varios muchachos sintieron la presión de
percibir que había algunos partidos que eran claves. Y que les
pasara eso fue responsabilidad mía, admitió Ruggeri,
aunque auguró que el 2001 será el año de San
Lorenzo.
Uno de los temas que más bronca le genera al entrenador de San
Lorenzo son las cargadas que sufrieron él y sus jugadores en el
programa Videomatch 2000, de Marcelo Tinelli. No me
gusta que se rían de mis jugadores, y menos cuando estamos mal.
El fue injusto con este plantel, porque en el 95, cuando salimos
campeones, todos los programas suyos los hacíamos nosotros y ahora
nos carga. La caminata que organizó a Luján cuando conseguimos
el título no la hizo gratis. Y si no creen, averigüen...,
acusó Ruggeri, y siguió con sus críticas. Yo
sé por qué nos carga Tinelli. Es simple: me cansé
de hacer sus programas gratis. Pero andá a pedirle una computadora
para las divisiones inferiores. El debería aportar algo para San
Lorenzo porque es muy hincha. Y no es por la política que no lo
hace. Si no, pregunten a los muchachos que trabajan para él a ver
qué dicen en privado, disparó el ex capitán
de la Selección Argentina.
Con ISL y con Miele
Más allá de los inconvenientes que se generaron
a partir del posible contrato con ISL para la explotación
del marketing de San Lorenzo, Oscar Ruggeri se mostró a favor
de esa posibilidad. Pienso que es la única alternativa
para que no se vayan los jugadores. Que se queden tranquilos que
a este club no lo va a vender nadie. La empresa no se meterá
en el fútbol, argumentó Ruggeri, que aclaró
que esa opinión la daba como socio del club. Así respaldó
la postura que defiende el presidente Fernando Miele.
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Preocupación
en Racing
Oscar Cavallero,
uno de los entrenadores de Racing Club, aseguró estar preocupado
por la amenaza de descenso y la posibilidad de que nos pongan amonestaciones
y nos quiten puntos, debido al escándalo en el clásico
ante Independiente. El entrenador, que se había despedido del plantel
junto a su colega Oscar López tras ese encuentro, pero que continúa
en el cargo, afirmó que la entidad debe hacer uso de los
dos cupos que se le permite incorporar y no puede equivocarse, al
tiempo que las empresas que pretenden gerenciar Racing se encuentran en
una guerra declarada, luego de que Blanquiceleste S.A., del
publicista Fernando Marín, impugnara la propuesta presentada por
Clavesol, la otra firma interesada en privatizar la entidad de Avellaneda.
Racing necesita dos refuerzos, que por lo menos uno sea un delantero
y que tengan jerarquía, porque no precisamos jugadores que vengan
a sumar sino a solucionar problemas, fundamentalmente adelante,
explicó Cavallero. Supongo que el que venga podrá
venir a préstamo, debido a la realidad del club. La prioridad es
un delantero y si pueden ser dos delanteros mejor, porque el principal
problema es que no metemos la pelota adentro, dijo. López
y Cavallero perderían su puesto si Racing fuera gerenciado antes
de fin de año.
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