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Por Eduardo Tagliaferro
 ”La verdad es que ustedes
no me van a tratar el proyecto de reforma previsional”, le dijo ayer
el presidente Fernando de la Rúa a la diputada frepasista María
América González, luego de la firma de la reglamentación
del cupo femenino en el Salón Blanco de la Casa Rosada. El cambio
en el sistema jubilatorio, uno de los cinco decretos que hoy firmará
De la Rúa, aparece como el próximo conflicto político
que enfrentará a los dos socios de la coalición gobernante.
Los frentistas ratificaron ayer, en una reunión en la Rosada de
la que participaron el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, el ministro
del Interior, Federico Storani, y el secretario general de la Presidencia,
Horacio Jaunarena, su oposición a la iniciativa del Gobierno.
Aunque el Presidente y el ministro de Economía, José Luis
Machinea, informaron a sus socios que la medida es reclamada por el FMI
para consolidar el blindaje financiero, los frentistas están convencidos
de que el nuevo ajuste a los jubilados es una idea propia del equipo económico.
Los diputados frentistas Juan Pablo Cafiero y José Vitar les confirmaron
ayer a los miembros del gabinete que no acuerdan con la medida. Otro de
los legisladores que participó del encuentro, el titular del bloque
radical en Diputados, Horacio Pernasetti, dijo a este diario que “hubiéramos
preferido que la reforma se hiciera por ley y no por decreto. Pero si
es un condicionante para comenzar a transitar una etapa de crecimiento
económico lo aceptamos”.
El frentista José Vitar sostuvo en diálogo con Página/12
que “no compartimos el contenido de la reforma previsional, ni el
hecho de que salga por decreto”. Los frentistas critican la reforma
no sólo por su contenido, sino también por su efecto político.
“Es un error político mayúsculo, porque mientras la
gente está pendiente de una nueva etapa económica que auspicie
el crecimiento, el Gobierno ofrece un nuevo recorte”, afirmó
Vitar hablando del futuro decreto presidencial.
El trasfondo de las diferencias entre los socios de la Alianza no difiere
de los choques políticos que han tenido a lo largo del año.
Privilegiar la opinión de los mercados o poner la mirada en la
sociedad es el núcleo político que divide a los miembros
de la Alianza.
“No se trata de números, sino de dar señales”,
fue la concluyente opinión que la titular del Ministerio de Trabajo,
Patricia Bullrich, le entregó a la frentista María América
González en una de las tantas reuniones en las que se discutían
las reformas. La ministra ya había mostrado su adhesión
al contenido actual de los cambios al sistema jubilatorio, cuando sostuvo
que las “propuestas sobre el tema previsional que la Alianza había
realizado en la Carta a los Argentinos eran inviables”.
“Presidente, no pague el costo político de un decreto que
no sirve para nada. No nos obligue a rechazarlo”, le dijo ayer la
diputada frentista a De la Rúa en el breve aparte que tuvieron
luego del acto protocolar en el que se anunció la reglamentación
de la ley de cupo femenino. “Si ya nos reunimos como en diez ocasiones,
María América”, dijo Bullrich, interviniendo en el
diálogo. “En febrero lo trataremos fuera de comisiones y en
el primer día hábil de marzo, las citamos formalmente”,
respondió la legisladora al Presidente.
“La ministra falta a la verdad cuando dice que no tratamos el tema”,
dijo la frentista a este diario. “El proyecto entró a Diputados
el 27 de noviembre, cinco días después de que terminaran
las sesiones ordinarias. Mal podríamos haberlo tratado”, afirmó
la legisladora a Página/12.
El enfrentamiento político se dirimirá en el Parlamento,
donde los frepasistas impulsarán un proyecto para derogar la iniciativa
gubernamental. En un primer momento necesitarán una mayoría
simple y, si el Presidente insiste con su veto, deberán contar
con los dos tercios de los votos para finalmente rechazar la medida. “Si
sancionan un decreto el Congreso lo rechazará”, le había
advertido a Machinea el líder frentista, Carlos “Chacho”
Alvarez. El ex vice está convencido de que la reforma previsional
abortará “la nueva oportunidad” que otorga el megapréstamo
de casi 40 mil millones de pesos otorgado por el FMI, con el agravante
de que deja en manos del peronismo las mejores banderas electorales.
MACHINEA
RECHAZO PRIVATIZAR LA RECAUDACION
El “disparate” de Cavallo
“En mi opinión es
un disparate querer privatizar la recaudación de impuestos, ésa
es una función que debe conservar el Estado.” Así de
categórico fue ayer el ministro de Economía, José
Luis Machinea, al referirse al proyecto de Domingo Cavallo para la reforma
de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos).
Todo indica que en los próximos días el Gobierno anunciará
la conformación de la “Comisión para la Revisión
del Sistema Tributario Argentino”, que tendría a Cavallo como
principal protagonista. Así, por iniciativa de Carlos Alvarez,
el ex ministro de Menem se convertiría en asesor especial del Gobierno
de la Alianza. Sin embargo, Machinea dejó en claro ayer que la
idea de tenerlo a Cavallo tan cerca del Palacio de Hacienda, por lo menos,
lo incomoda.
“En la Argentina no se puede estar haciendo una reforma impositiva
todos los años”, aseguró Machinea, durante el cóctel
de fin de año con los periodistas acreditados en Economía,
relativizando la tarea que tendrá por delante la mencionada comisión.
Según Machinea, se puede trabajar en la reducción de impuestos
provinciales como Sellos o Ingresos Brutos, pero no en los nacionales,
porque eso ya se hizo este año.
“La Argentina debería tener una estructura tributaria con
menos IVA, pero no es algo que se pueda hacer ahora”, afirmó.
Para Machinea, además, “en el futuro sería deseable
gravar con el impuesto a las Ganancias las rentas financieras, las ganancias
de capital y la distribución de dividendos, como existe en todos
los países del mundo, pero eso debe formar parte de una reforma
integral que habrá que encarar dentro de algunos años, no
ahora, cuando todavía hay mucha incertidumbre en el mercado de
capitales y en el sistema financiero”, explicó.
En los últimos días, los tributaristas Leonel Massad, Raúl
Cuello y José Figueroa, entre otros, cuestionaron la idoneidad
de Cavallo para dedicarse a pensar una reforma impositiva. “Cavallo
sabe mucho de macroeconomía, pero de impuestos nada”, afirmó
Massad. En tanto, Figueroa dijo que “cada vez que se metió
con los impuestos (Cavallo) hizo macanas”.
Consultado sobre los conocimientos del ex ministro en materia tributaria,
Machinea prefirió no opinar. “El, en todo caso, podrá
dar la visión como economista de cuál es la estructura impositiva
deseable para la economía. Pero ahí va a ser muy importante
el trabajo de los tributaristas, porque uno puede querer reducir o eliminar
un impuesto, pero después es impracticable porque no hay forma
de financiarlo”, sostuvo el ministro.
Cuando le preguntaron sobre quién había tenido la idea en
el Gobierno de sumar a Cavallo en calidad de asesor, Machinea dijo desconocerlo.
Pero cuando le recordaron que Chacho Alvarez lo había sugerido
en sendos reportajes a Página/12 y Clarín, el ministro admitió
que el ex vicepresidente fue uno de los principales interesados.
Machinea dijo no saber de quién dependerá la comisión,
incluso cuando le comentaron que se mencionaba que dependería de
Presidencia. Pero, por las dudas, afirmó que los funcionarios del
Ministerio de Economía deberán tener un rol importante en
la misma.
DENUNCIA
FREPASISTA ANTE LA OFICINA ANTICORRUPCION
Más garantías para el grupo Yoma
Por Irina Hauser
Pese a que una auditoría
preliminar del Banco Nación realizada este año señalaba
el “incremento desmesurado de la deuda” del grupo Yoma y otros
detalles sobre su desastrosa situación financiera, la entidad bancaria
siguió otorgando garantías para que la sociedad montada
en torno del ex cuñado de Carlos Menem pudiera seguir cobrando
reintegros de la AFIP por exportaciones. La ampliación de garantías
se produjo cuando el actual jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, estaba
al frente del Nación. Esto es lo que se desprende de una denuncia
presentada ayer ante la Oficina Anticorrupción (OA) por un grupo
de diputados del Frepaso.
“Nuestra preocupación radica en el hecho de que en los últimos
meses el Banco de la Nación ha aumentado su exposición de
crédito con ese grupo empresario, a raíz de la entrega de
garantías para la devolución de créditos fiscales”,
dicen Graciela Ocaña, Atilio Tazzioli, Irma Parentella, Margarita
Stolbizer, Fernando Melillo y Alejandro Mosquera.
Es la cuarta denuncia que diputados de la Alianza hacen contra la curtiembre
de los Yoma ante la OA. Esta presentación incluye tramos del informe
de auditoría que encargó el propio directorio del Banco
Nación en junio de este año y que, a pesar de no haber sido
concluido, contiene datos rotundos sobre irregularidades desde 1989 en
adelante que darían motivos suficientes como para suspender el
suministro de garantías y dinero al grupo de la familia política
de Menem.
La presentación no menciona a Colombo, pero en diálogo con
Página/12 Ocaña se refirió a los “casi 10 millones
de pesos de garantía” que el Grupo Yoma recibió en
el último año, cuando el funcionario dirigió la entidad.
“Eso sin contar los 60 millones que recibió desde 1996”,
añadió.
“La banca oficial difícilmente recuperará lo prestado
a la familia Yoma”, dice el informe de los diputados ante la OA,
que recuerda el millonario endeudamiento de los Yoma con el Nación
y el Ciudad. También revela la existencia de dos empresas (Sociedad
del Oeste y Rawleather) que la curtiembre, que está en concurso
de acreedores, utilizaría para “desviar ganancias y retirar
efectivo”.
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