Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


El peronismo juega con un indulto para todos

La oposición apostó a que el Gobierno pagara el mayor costo político posible al decidir la situación de los presos de La Tablada. Obstaculizó el debate parlamentario y propuso que se �indulte� también a Seineldín.

El jefe de la última rebelión carapintada, Mohamed Alí Seineldín, sigue preso.
Los menemistas juran que indultar a los
dos grupos era lo “políticamente indicado”.

Por Felipe Yapur

Nunca lo dudaron: rechazar cualquier ley que modifique la situación jurídica de los detenidos por La Tablada y a cambio promover el indulto presidencial. Esta fue la posición que los legisladores del justicialismo adoptaron desde un principio frente a los intentos del oficialismo por darle una respuesta parlamentaria a los requerimientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se garantice la doble instancia judicial. Dicha opción en el PJ no es, obviamente, gratuita. Para la gran mayoría es la oportunidad de obligar a la Alianza a correr con el mismo costo político que tuvieron que pagar cuando el entonces presidente Carlos Menem indultó a los comandantes de la dictadura militar y a la dirigencia montonera. Pero también esconde una segunda intención: reinstalar la teoría de los dos demonios incorporando en la lista de posibles indultados al carapintada Mohamed Alí Seineldín.
Sin duda, en los bloques del PJ de ambas cámaras hay matices y una que otra voz en contra. Los matices son la razón que les permitió a los menemistas forzar una y otra vez el rechazo a los diferentes proyectos de ley sobre La Tablada que se presentaron en Diputados. “Que paguen el costo político”, vociferó en reuniones de bloque Javier Mouriño logrando así la adhesión de duhaldistas como Eduardo Camaño y José María Díaz Bancalari.
Ayer, por ejemplo, una de las voces de rechazo del PJ a la reducción de penas estuvo a cargo del cordobés Teodoro Funes. Dijo que “si dos poderes del Estado se niegan a dejar en libertad a los asesinos de La Tablada es porque no hay motivos jurídicos para ello”, pero Funes agregó –desnudando su intención– que “los presos sólo pueden salir en libertad si el Presidente asume la responsabilidad política de firmar el indulto”.
Tal vez el argumento que más adhesión obtuvo para apoyar la tesis del indulto fue aquel que los menemistas suelen recordar y que dice que, poco antes del traspaso de mando, Menem se comunicó con De la Rúa. En esa oportunidad el entonces presidente le ofreció a su sucesor resolver el “tema Tablada”: “Yo los indulto”, dicen que Menem le dijo. “No, de ese tema me encargo yo”, dicen que De la Rúa respondió.
Los radicales juran que la negativa del por esos días presidente electo era evitar que el gobierno justicialista aproveche la oportunidad para incorporar en el decreto de indulto al militar carapintada Mohamed Alí Seineldín. A su vez, los menemistas juran que indultar a los dos grupos era lo “políticamente indicado” porque era la única manera de “cerrar el último capítulo de la historia de desencuentros entre los argentinos”. En definitiva, una variante de la “pacificación” que argumentó el gobierno de Menem cuando indultó a las juntas militares.
Una vez más, otro diputado menemista fue el encargado de confirmar ayer esta posición. El rionegrino y ultramenemista Miguel Angel Pichetto aseguró que si el Gobierno les reduce la condena a los presos del Movimiento Todos por la Patria “debería hacer lo mismo con el (ex) coronel Seineldín”. Enterado de ello, el carapintada no perdió la oportunidad de aparecer en escena y decir lo suyo: “Estoy totalmente en contra. Los de Tablada, que hicieron una operación encargada por el gobierno de Alfonsín, por los radicales y con el apoyo internacional, ahora están pidiendo que los dejen en libertad y que les paguen la indemnización correspondiente”, se quejó el ex militar.
Pero como los menemistas tienen una respuesta para todo, también la tienen para justificar la razón por la que deberían indultar a Seineldín. Un senador de máxima confianza del ex presidente dijo a Página/12: “Los radicales no deberían preocuparse por el costo político del indulto. Tienen que recordar lo que solía relatar Juan Perón, a quien poco después de que en 1957 se reformara la Constitución del ‘49, le preguntaron qué opinaba del entonces presidente de la Asamblea Constituyente. Perón dijo que todo esto le recordaba a un hombre al que le habían degollado su esposa. Durante varios días, el caso fue el centro de las noticias y realmente a él le gustaba verse en los diarios. Pero al poco tiempo seprodujo otro horrendo crimen, el caso desapareció de los medios y ya nadie recordaba al marido de la degollada. Bueno, con el indulto a los presos de La Tablada y a Seineldín sucederá lo mismo”. El senador se recostó en su sillón y rió.

 

PRINCIPAL