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Además de nadar Duhalde rema

Primer candidato a senador del peronismo bonaerense, el ex gobernador quiere rodearse de nombres entre los que figuran Antonio Cafiero, Luis Farinello, Irma Roy y Cristina Kirchner.

A Duhalde le gustaría llevar
como acompañante a su esposa.

Por Diego Schurman

–¿Qué anda haciendo, doctor?
–¿Yo? En estos días estoy nadando mucho –se ríe de sí mismo luego del accidente que lo tuvo a la deriva en alta mar.
Pero Eduardo Duhalde no sólo está nadando. También está remando para asegurar el triunfo de la lista que lo lleva como primer candidato a senador por el PJ bonaerense. Y para ello imagina una boleta junto a Antonio Cafiero, una alianza con el sacerdote Luis Farinello, y un “ajuste de la política” en línea con lo proyectado por el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez.

Números. Duhalde quiere presentarse a las elecciones –que se realizarán entre septiembre y octubre del 2001– con “un equipo de lujo”. Pero, fiel a las encuestas, no se muestra preocupado: dice que una medición de hace diez días ubica al PJ a más de 20 puntos por encima de la Alianza.

Impoluto. El más firme candidato a ocupar la tercera banca a senador en la provincia de Buenos Aires es Antonio Cafiero. Duhalde busca sacar provecho de esa aureola de impoluto que el viejo dirigente ganó tras denunciar la existencia de coimas en el Congreso. Lo ve, además, como una suerte de premio a su trayectoria.

Nepotismo. Como la nueva ley electoral exige un cupo femenino del 50 por ciento, la candidata preferida de Duhalde para ocupar el segundo lugar en la lista es su mujer, Chiche. Es más, dice tener encuestas que la muestran bien posicionada. Pero ni ella quiere saber nada con el tema ni él quiere que lo persigan con denuncias de nepotismo.

Mujercitas. De no ser Chiche, en la agenda de Duhalde figuran los teléfonos de las históricas Graciela Camaño y Mabel Müller. Pero también rondan por su cabeza dos “comodines”, aunque sabe que son figuritas difíciles: Irma Roy y Cristina Kirchner.

Negociaciones. Roy fue la justicialista con mejor performance en las últimas elecciones porteñas. Kirchner cosecha una alta imagen positiva, aún mejor que la de su marido, el gobernador de Santa Cruz. Una ya fue diputada por la provincia, la otra nació en La Plata y mantiene una buena relación con Duhalde.

En alza. El ex gobernador está pensando una oferta para Luis Farinello. Ya lo coquetearon los rebeldes de la Alianza, lo tentó Carlos Ruckauf para Acción Social y lo palmeó el sindicalismo antimodelo. El cura jura y perjura que su lugar no está ni en el partido de gobierno ni en el justicialismo. “Yo igual me veo en una alianza con Farinello. A él le convendría llevarme a mí de candidato a senador”, dice en la intimidad.

Sorpresas. En las últimas semanas Duhalde almorzó con Domingo Cavallo. Se habló de su integración al gobierno nacional y del deseo de que Carlos “Chacho” Alvarez también tenga un cargo. Pero lo más curioso fue cuando coincidieron en la necesidad de “rebajar impuestos”, pese a que Cavallo fue quien, por ejemplo, llevó el IVA del 18 al 21 por ciento.

Coincidencias. El bonaerense también mostró acuerdo con Alvarez en el “ajuste de la política” y en convertir a la Legislatura bonaerense en unicameral. En cambio mostró distancia con la idea de Carlos Ruckauf de suprimir los ministerios de Educación y Desarrollo Social.

Convencimiento. De todos modos, su apoyo a Ruckauf por ahora es decidido. Está convencido que es el mejor posicionado en el país y que hasta tienemejor imagen en Córdoba que el propio gobernador y también precandidato del PJ, José Manuel De la Sota

Orden. Con Ruckauf trabajará por el triunfo en las elecciones de este año, y con el menemismo está firmada una “paz social” hasta el 2002. No le molesta el mote de autoritario que pueda pesar sobre el actual gobernador. “Cuando hay tanta anarquía la gente piensa en el orden, y Ruckauf lo representa”, dijo sobre el perfil ideológico en el que se recostará durante el 2001.

 

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