El fantasma de las elecciones de diciembre de 2001 sobrevuela la comedia
de enredos en la que se ha transformado la designación del entrenador
del plantel de River, un puesto que tiene dueño hasta el lunes
31 y que, según parecen indicar los últimas indicios, no
sufrirá cambio de propietario.
El hombre fuerte de River, el vicepresidente Alfredo Davicce, sorprendió
al asegurar, ayer, que si tuviera poder de decisión le renovaría
el contrato a Gallego, una declaración que causó asombro
ya que fue realizada menos de 24 horas después de que el dirigente
asegurara que el regreso de Ramón Díaz solucionaría
todos los problemas del club.
Si por mí fuera, yo continuaría con el Tolo dijo
ayer Davicce. Lo escucharíamos a fondo, él está
repasando en sus silencios qué cambios debe introducir. Sabemos
que sería un riesgo, pero con David Pintado estamos más
inclinados por cumplir con la palabra que habíamos empeñado
un mes atrás, sostuvo, recordando que antes de la finalización
del último torneo Apertura le habían garantizado a Gallego
la prórroga de su contrato.
Gallego, que había sacado campeón a River en el Apertura
de 1994, retornó en la segunda fecha del Clausura, en febrero,
y volvió a ganar el título; quedó eliminado en la
Libertadores (en cuartos, con Boca) y en la Mercosur (en semifinales con
Vasco da Gama) y se clasificó subcampeón del Apertura, detrás
de Boca.
Sin embargo, pese al record y a la promesa, Davicce y Pintado pensaron
en un cambio de entrenador teniendo en cuenta que el 2001 es año
de elecciones en River, un club muy político, en el que el ex presidente
Hugo Santilli ya se lanzó a la campaña.
Dentro de la Comisión Directiva de River compuesta por 24
integrantes más Pintado, en la cual sólo tres vocales son
oposición, un eje, el integrado por el secretario José
María Aguilar (quien tiene intenciones, también, de candidatearse
a la presidencia del club) y el vocal Mario Israel, impulsó la
candidatura de Díaz, opuesta a la variante uruguaya
que propugnaba Davicce, con Enzo Francescoli como manager general del
fútbol. Allí surgió el nombre de Hugo de León,
el entrenador de Nacional, que pareció más una cortina de
humo que una posibilidad real y que ayer renovó contrato con el
club uruguayo (ver aparte).
Mientras Israel y Aguilar insisten con la idea de Díaz y
por esa razón se reunieron el miércoles con Omar Labruna,
el ayudante de campo del riojano, que escuchaba la conversación
a través del teléfono celular de su lugarteniente,
Davicce se sumó a la idea desde Punta del Este, su cuartel de verano,
y el miércoles pronunció la frase ya famosa: Con Ramón
zafamos de todos los quilombos.
Díaz era el mismo que, cada vez que lo sacudía un remezón,
amenazaba con su célebre si me echan, hablo, el mismo
que, tres meses atrás, dijo textualmente mientras Davicce
esté en River, yo no vuelvo, el mismo que recomendó
hace dos días las contrataciones de Celso Ayala y Diego Klimowicz.
No tengo problemas con Díaz dijo Davicce ayer.
A mí me ponen como un anticuerpo y eso no es real. Muchos saben
cuánto lo defendí y, además, ambos fuimos medidos
y cautos cuando se desvinculó. Es una alternativa y tiene posibilidades
de volver al club, puntualizó. Sin embargo, durante una charla
telefónica que mantuvo con Pintado, en Buenos Aires, acordaron
que si Gallego se aviene a cambiar su ayudante de campo y el preparador
físico (cargos que desempeñaban Héctor Pitarch y
Alejandro Marcone, respectivamente), asegurarán su continuidad.
A Díaz se lo ve como la bandera ideal para lanzarse a la carrera
electoral, una postura que alienta Aguilar, y que agitó en algún
momento Hugo Santilli, ex presidente del Banco Nación en el arranque
de la era menemista, aunque Díaz le pidió que no usara su
nombre en la campaña política. Candidatear a Díaz
implicaba robárselo a Santilli en el crucial año electoral.
Sin embargo, otros integrantes del oficialismo, como César Traversone
o Ricardo Grosso se oponen al retorno de Díaz porque le adjudican
elpresente catastrófico de las finanzas del club. Nos hizo
comprar jugadores que hoy no juegan ni en la reserva. No queremos que
vuelva al club. Nos oponemos terminantemente a esto, aseguran.
No son los únicos y eso es lo que explicaría el poco sutil
vuelco de Davicce. Según fuentes de la CD, más de la mitad
de los integrantes no apoyarían el operativo regreso. El vicepresidente
pretendería hacer tiempo mientras trata de convencer a los oficialistas
que se oponen, o para sumarse a la ola.
Ramón también es candidato, porque en River hay democracia
y no es como en otros lados, donde manda uno solo, dijo, en alusión
al presidente de Boca, Mauricio Macri. Con Ramón tuve algunas
diferencias que se crearon por negarle refuerzos. Pero hemos vivido tantos
lindos momentos que no hubo ofensas de las que exigen pedidos de disculpa,
aseveró Davicce ayer.
La fecha tope para conocer el nombre del técnico de River será
el próximo 4 de enero, cuando se celebre una importante reunión
de la Comisión Directiva a pleno. No sería raro que
Gallego, pese a los problemas que afrontó en los últimos
tres meses del año, se mantuviera como entrenador riverplatense.
Las Fiestas las vamos a pasar en paz, cerró Davicce.
La guerra empieza el 4 de enero y termina el 6 de diciembre, cuando se
celebren las elecciones.
Vende más,
pero cobra menos
Desde que se adjudicó la Copa Intercontinental, las versiones
sobre el desmantelamiento de Boca no pararon. Sin embargo, hasta
ahora Carlos Bianchi estaría en condiciones de contar con
el mismo plantel, salvo la partida de José Basualdo. La contracara
se dio con River, que ya tiene cuatro bajas y todo indica que las
salidas seguirán. La principal entrada de dinero se produjo
con la transferencia de Diego Placente al Bayer Leverkusen, por
la que quedaron 5,5 millones de dólares. Muy diferente fue
el negocio por Juan Pablo Angel al Aston Villa. Entre las comisiones,
la deuda que el club mantenía con el jugador y que apenas
el 50 por ciento del pase pertenecía a River, al club le
quedaron menos de 3 millones. El nuevo técnico tampoco podrá
contar con Eduardo Berizzo, que se fue con el pase en su poder al
Celta, ni con Leonel Gancedo, vendido en un millón de dólares
al Osasuna. Además están cerca de irse Trotta, Aimar
y Yepes. En Boca se dio la situación inversa. Por más
que los dirigentes quieren vender a Martín Palermo y a Guillermo
Barros Schelotto, la única oferta que recibieron (del Napoli)
no los conformó. El club italiano tendrá la prioridad
hasta el 3 de enero para mejorar la oferta, aunque si no consigue
un socio que le aporte dinero, la operación irá directo
al fracaso. Lo más concreto es la salida de Daniel Fagiani,
a quien lo pretende el Atlético de Madrid, aunque el defensor
no está muy convencido de irse. Y los 3,5 millones que ofreció
el Aston Villa por Mauricio Serna no conmovieron a la gente de Boca,
que le pedirá al jugador que se quede.
|
Klimowicz vale 6 millones
Ante el trascendido de que Ramón Díaz había
solicitado a Diego Klimowicz para reemplazar a Juan Pablo Angel
en caso de hacerse cargo de la dirección técnica de
River, los directivos de Lanús ya le pusieron precio a su
goleador. Klimowicz vale seis millones de dólares,
aseguró el vicepresidente del club, Nicolás Russo.
Ante la posibilidad de que River vaya a la carga por Klimowicz,
los dirigentes de Lanús se anticiparon y dejaron en claro
que no tendrán problemas en negociarlo, siempre y cuando
River acepte esa cotización. Si River lo quiere y está
dispuesto a pagar lo que vale, no pondremos trabas para venderlo
a un club argentino, afirmó Russo, que aclaró
que seis millones de dólares es la cifra que viene solicitando
el club desde hace un tiempo. El que ponga esa plata se lo
lleva, sea River o cualquiera, remarcó el directivo.
El nombre de Klimowicz volvió a sonar en River luego de una
reunión en la que Omar Labruna, ayudante de campo de Ramón
Díaz, les habría manifestado a los dirigentes Aguilar
e Israel, el deseo del ex técnico de contar con el goleador
de Lanús y con el defensor paraguayo Celso Ayala en caso
de regresar a River.
|
De León sigue
en Nacional
Hugo De León, uno de los candidatos que los dirigentes
de River sondearon para reemplazar a Américo Gallego, renovó
su contrato con el club uruguayo y se fue de vacaciones al Caribe,
para olvidar su involuntario papel de reparto en esta película
riverplatense.
Pese a insistentes versiones acerca de un ofrecimiento, el técnico
uruguayo no llegó a reunirse esta semana con dirigentes del
club (aunque habría conversado extraoficialmente el lunes
con Mario Israel) y ante la aparición de Ramón Díaz
como candidato, decidió quedarse en su país.
|
|