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SE CAE LA CANDIDATURA DE DIAZ Y SE HABLA DE CONFIRMAR AL TECNICO
La interna de River discute en Gallego

Las elecciones de diciembre de 2001 marcan el ritmo de las negociaciones. Alfredo Davicce y David Pintado querían a Díaz para quitarle una bandera política a Hugo Santilli, pero no contaban con que buena parte de la CD no quiere el regreso del riojano y están dispuestos a bancar al actual entrenador.

Pintado habló ayer con Davicce
y se inclinaron por Gallego.

El Tolo tiene que dejar a su ayudante
y su PF en el camino.

Ramón se olvidó de su odio por Davicce, pero empezó a perder.

Traversone es uno de los oficialistas
que se opone a Díaz.

El fantasma de las elecciones de diciembre de 2001 sobrevuela la comedia de enredos en la que se ha transformado la designación del entrenador del plantel de River, un puesto que tiene dueño hasta el lunes 31 y que, según parecen indicar los últimas indicios, no sufrirá cambio de propietario.
El hombre fuerte de River, el vicepresidente Alfredo Davicce, sorprendió al asegurar, ayer, que si tuviera poder de decisión le renovaría el contrato a Gallego, una declaración que causó asombro ya que fue realizada menos de 24 horas después de que el dirigente asegurara que el regreso de Ramón Díaz solucionaría todos los problemas del club.
“Si por mí fuera, yo continuaría con el Tolo –dijo ayer Davicce–. Lo escucharíamos a fondo, él está repasando en sus silencios qué cambios debe introducir. Sabemos que sería un riesgo, pero con David Pintado estamos más inclinados por cumplir con la palabra que habíamos empeñado un mes atrás”, sostuvo, recordando que antes de la finalización del último torneo Apertura le habían garantizado a Gallego la prórroga de su contrato.
Gallego, que había sacado campeón a River en el Apertura de 1994, retornó en la segunda fecha del Clausura, en febrero, y volvió a ganar el título; quedó eliminado en la Libertadores (en cuartos, con Boca) y en la Mercosur (en semifinales con Vasco da Gama) y se clasificó subcampeón del Apertura, detrás de Boca.
Sin embargo, pese al record y a la promesa, Davicce y Pintado pensaron en un cambio de entrenador teniendo en cuenta que el 2001 es año de elecciones en River, un club muy político, en el que el ex presidente Hugo Santilli ya se lanzó a la campaña.
Dentro de la Comisión Directiva de River –compuesta por 24 integrantes más Pintado, en la cual sólo tres vocales son oposición–, un eje, el integrado por el secretario José María Aguilar (quien tiene intenciones, también, de candidatearse a la presidencia del club) y el vocal Mario Israel, impulsó la candidatura de Díaz, opuesta a la “variante uruguaya” que propugnaba Davicce, con Enzo Francescoli como manager general del fútbol. Allí surgió el nombre de Hugo de León, el entrenador de Nacional, que pareció más una cortina de humo que una posibilidad real y que ayer renovó contrato con el club uruguayo (ver aparte).
Mientras Israel y Aguilar insisten con la idea de Díaz –y por esa razón se reunieron el miércoles con Omar Labruna, el ayudante de campo del riojano, que escuchaba la conversación a través del teléfono celular de su lugarteniente–, Davicce se sumó a la idea desde Punta del Este, su cuartel de verano, y el miércoles pronunció la frase ya famosa: “Con Ramón zafamos de todos los quilombos”.
Díaz era el mismo que, cada vez que lo sacudía un remezón, amenazaba con su célebre “si me echan, hablo”, el mismo que, tres meses atrás, dijo textualmente “mientras Davicce esté en River, yo no vuelvo”, el mismo que recomendó hace dos días las contrataciones de Celso Ayala y Diego Klimowicz.
“No tengo problemas con Díaz –dijo Davicce ayer–. A mí me ponen como un anticuerpo y eso no es real. Muchos saben cuánto lo defendí y, además, ambos fuimos medidos y cautos cuando se desvinculó. Es una alternativa y tiene posibilidades de volver al club”, puntualizó. Sin embargo, durante una charla telefónica que mantuvo con Pintado, en Buenos Aires, acordaron que si Gallego se aviene a cambiar su ayudante de campo y el preparador físico (cargos que desempeñaban Héctor Pitarch y Alejandro Marcone, respectivamente), asegurarán su continuidad.
A Díaz se lo ve como la bandera ideal para lanzarse a la carrera electoral, una postura que alienta Aguilar, y que agitó en algún momento Hugo Santilli, ex presidente del Banco Nación en el arranque de la era menemista, aunque Díaz le pidió que no usara su nombre en la campaña política. Candidatear a Díaz implicaba robárselo a Santilli en el crucial año electoral.
Sin embargo, otros integrantes del oficialismo, como César Traversone o Ricardo Grosso se oponen al retorno de Díaz porque le adjudican elpresente catastrófico de las finanzas del club. “Nos hizo comprar jugadores que hoy no juegan ni en la reserva. No queremos que vuelva al club. Nos oponemos terminantemente a esto”, aseguran.
No son los únicos y eso es lo que explicaría el poco sutil vuelco de Davicce. Según fuentes de la CD, más de la mitad de los integrantes no apoyarían el operativo regreso. El vicepresidente pretendería hacer tiempo mientras trata de convencer a los oficialistas que se oponen, o para sumarse a la ola.
“Ramón también es candidato, porque en River hay democracia y no es como en otros lados, donde manda uno solo”, dijo, en alusión al presidente de Boca, Mauricio Macri. “Con Ramón tuve algunas diferencias que se crearon por negarle refuerzos. Pero hemos vivido tantos lindos momentos que no hubo ofensas de las que exigen pedidos de disculpa”, aseveró Davicce ayer.
La fecha tope para conocer el nombre del técnico de River será el próximo 4 de enero, cuando se celebre una “importante reunión de la Comisión Directiva a pleno”. No sería raro que Gallego, pese a los problemas que afrontó en los últimos tres meses del año, se mantuviera como entrenador riverplatense. “Las Fiestas las vamos a pasar en paz”, cerró Davicce. La guerra empieza el 4 de enero y termina el 6 de diciembre, cuando se celebren las elecciones.

 

Vende más, pero cobra menos

Desde que se adjudicó la Copa Intercontinental, las versiones sobre el desmantelamiento de Boca no pararon. Sin embargo, hasta ahora Carlos Bianchi estaría en condiciones de contar con el mismo plantel, salvo la partida de José Basualdo. La contracara se dio con River, que ya tiene cuatro bajas y todo indica que las salidas seguirán. La principal entrada de dinero se produjo con la transferencia de Diego Placente al Bayer Leverkusen, por la que quedaron 5,5 millones de dólares. Muy diferente fue el negocio por Juan Pablo Angel al Aston Villa. Entre las comisiones, la deuda que el club mantenía con el jugador y que apenas el 50 por ciento del pase pertenecía a River, al club le quedaron menos de 3 millones. El nuevo técnico tampoco podrá contar con Eduardo Berizzo, que se fue con el pase en su poder al Celta, ni con Leonel Gancedo, vendido en un millón de dólares al Osasuna. Además están cerca de irse Trotta, Aimar y Yepes. En Boca se dio la situación inversa. Por más que los dirigentes quieren vender a Martín Palermo y a Guillermo Barros Schelotto, la única oferta que recibieron (del Napoli) no los conformó. El club italiano tendrá la prioridad hasta el 3 de enero para mejorar la oferta, aunque si no consigue un socio que le aporte dinero, la operación irá directo al fracaso. Lo más concreto es la salida de Daniel Fagiani, a quien lo pretende el Atlético de Madrid, aunque el defensor no está muy convencido de irse. Y los 3,5 millones que ofreció el Aston Villa por Mauricio Serna no conmovieron a la gente de Boca, que le pedirá al jugador que se quede.

 

Klimowicz vale 6 millones

Ante el trascendido de que Ramón Díaz había solicitado a Diego Klimowicz para reemplazar a Juan Pablo Angel en caso de hacerse cargo de la dirección técnica de River, los directivos de Lanús ya le pusieron precio a su goleador. “Klimowicz vale seis millones de dólares”, aseguró el vicepresidente del club, Nicolás Russo.
Ante la posibilidad de que River vaya a la carga por Klimowicz, los dirigentes de Lanús se anticiparon y dejaron en claro que no tendrán problemas en negociarlo, siempre y cuando River acepte esa cotización. “Si River lo quiere y está dispuesto a pagar lo que vale, no pondremos trabas para venderlo a un club argentino”, afirmó Russo, que aclaró que seis millones de dólares es la cifra que viene solicitando el club desde hace un tiempo. “El que ponga esa plata se lo lleva, sea River o cualquiera”, remarcó el directivo.
El nombre de Klimowicz volvió a sonar en River luego de una reunión en la que Omar Labruna, ayudante de campo de Ramón Díaz, les habría manifestado a los dirigentes Aguilar e Israel, el deseo del ex técnico de contar con el goleador de Lanús y con el defensor paraguayo Celso Ayala en caso de regresar a River.

 

De León sigue en Nacional

Hugo De León, uno de los candidatos que los dirigentes de River sondearon para reemplazar a Américo Gallego, renovó su contrato con el club uruguayo y se fue de vacaciones al Caribe, para olvidar su involuntario papel de reparto en esta película riverplatense.
Pese a insistentes versiones acerca de un ofrecimiento, el técnico uruguayo no llegó a reunirse esta semana con dirigentes del club (aunque habría conversado extraoficialmente el lunes con Mario Israel) y ante la aparición de Ramón Díaz como candidato, decidió quedarse en su país.

 

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