Por Emanuel Respighi
Tras un año alejado
de la televisión abierta, Eduardo de la Puente vuelve al ámbito
en el que construyó durante un lustro el éxito de CQC,
integrando un equipo en que también descollaban Mario Pergolini,
Juan Di Natale y Andy Kusnetzoff, entre otros. Pero en este retorno ya
no será un crítico acérrimo del statu quo sino la
cara de un programa en el que la gente compite por dinero. Desde el lunes,
De la Puente será el conductor solista de Codicia,
un programa de entretenimientos que irá por Canal 13 de lunes a
viernes a las 23. Producido por Promofilms, la empresa responsable de
Expedición Robinson y Agrandadytos, el
ciclo es la versión local del suceso norteamericano Greed,
exportado a España, Turquía y Portugal.
A pesar de la extrañeza que puede causar verlo animando un ciclo
de preguntas y respuestas en equipo, De la Puente está preparado
para las críticas. Dispara frases como éstas, intentando
disimular un rictus cínico en la comisura de los labios: Soy
asquerosamente ecléctico. Todo lo que pueda hacer, voy a hacerlo.
Me gusta diversificarme. No creo que haya un lugar en el cual pueda desarrollar
todo lo que quiero hacer. Entonces, si hay que tener varios lugares y
puedo tenerlos, adelante.
¿Cómo llegó a sus manos el proyecto Codicia?
A través de una invitación de Julián Weich
en un almuerzo de Mir-tha Legrand. Me dijo que tenía algo buenísimo
para mí, sin decirme de qué se trataba. Me llevó
a su oficina y vi que era un programa de preguntas y respuestas. Ahí
entendí el mutismo inicial: si me decía de qué se
trataba, seguramente ni hubiese ido.
¿Y qué fue lo que terminó de convencerlo?
Verlo. Uno tiene el concepto de programa de preguntas y respuestas
argentino, hecho como se puede, con escenografía pobre y con preguntas
raras, que van desde la básica del caballo blanco de San Martín
a qué es un quásar, cuando quieren que el participante pierda.
El programa es totalmente diferente, prestigia el formato y todo está
estudiado. Julián me garantizó que lo haríamos de
la misma forma, a excepción del premio mayor que acá es
de 500 mil pesos. Y acepté...
Codicia es la versión lo- cal del formato norteamericano
Greed. ¿Cree que el éxito se puede repetir en
la Argentina?
Estoy convencido de que el programa va a gustar. La gente no va
a poder despegarse del televisor, ya que el programa construye una fuerte
identificación con el tipo que está compitiendo. En primer
lugar, porque todos hacen fuerza para que gane; pero también al
ver que contesta una burrada y a uno le nace un sentimiento
de decir: Pero qué boludo, si yo hubiera estado ahí,
hubiese contestado bien.
¿No le suena un tanto fuerte el nombre de Codicia?
Es fuertísimo, pero creo que va un poco de la mano con la
TV que se viene. La TV entró en una tendencia de desnudar los bajos
sentimientos que todos tenemos, en una forma un tanto más prolija
de lo que lo hicieron los talk-shows. Me parece que Expedición
Robinson demostró lo mejor y peor que tenemos dentro, más
allá de todos los análisis que se puedan hacer. Y Codicia
es un poco eso.
¿Cómo se siente conduciendo un programa de entretenimientos?
Tengo una ventaja: Codicia tiene un formato que se adapta
a cualquier tipo de conducción. El conductor podría haber
sido Marley, Julián Weich o Jorge Rial. La estructura se banca
a cualquiera. Es más, en una primera instancia se había
barajado el nombre de Lucho Avilés. Aquí, el conductor es
sólo un mensajero que puede llevar malas noticias en un momento.
No es un hijo de puta, pero hay momentos en que tiene que decir: Perdiste,
se terminó.
¿Cómo piensa que va a reaccionar el público
luego de su paso por CQC, que se encuentra en las antípodas
de estos programas?
Para mí, el programa es varias cosas. En primer lugar es
un laburo. En segundo lugar, un desafío para mí. En tercer
lugar es un juego grande. Voy a aprovechar el trabajo que tengo para jugar
a ser un conductor de preguntas y respuestas. Es jugar a ser Cacho Fontana
y Odol pregunta.
Las comparaciones con otros trabajos suyos, ¿pueden perjudicarlo?
Totalmente. Eso lo sé y particularmente no me molesta, me
parece lógico. Sobre todo porque no es lo único que estoy
haciendo. Vas a encontrar a un De la Puente más acotado en este
programa, pero que se divierte. En Rock & Pop te vas a encontrar con
un De la Puente desaforado. Y si el año que viene salgo a la cancha
con mi banda de rock, encontrarás un De la Puente sucio y salvaje.
Soy todo eso.
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