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“Un paso adelante para que Argentina crezca”

El Gobierno se mostró más que optimista al firmar los cinco decretos. Hizo caso omiso a las críticas del Frepaso que advirtió su oposición a la reforma previsional en línea con la postura de Chacho Alvarez.

El presidente Fernando de la Rúa entrando a la Rosada el día en que firmó 5 decretos.

Por Eduardo Tagliaferro

El Gobierno esperó las últimas horas del último día hábil del año para presentar en sociedad cinco decretos de necesidad y urgencia. La lapicera presidencial suplantó a las Cámaras legislativas y dio cuerpo al Plan de Infraestructura, a la reforma del sistema jubilatorio, a la reglamentación de la desregulación de las obras sociales, a la conmutación de penas a los detenidos por el asalto al cuartel de La Tablada y a los vetos al Presupuesto sancionado por el Congreso. La reforma al sistema previsional enfrentará a los socios de la coalición gobernante, ya que los frepasistas anunciaron que propiciarán su derogación mediante un proyecto de ley. Los frentistas están en pie de guerra con esta iniciativa que interpretan como un nuevo ajuste que licuará las expectativas de reactivación económica que otorgó el blindaje financiero. No fue el día de los inocentes, pero se le asemejó ya que el Gobierno minimizó la traición a las promesas electorales y, en boca del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, la presentó como “un paso adelante en los cambios estructurales para que Argentina empiece a crecer”.
La jornada de ayer había comenzado con rumores que señalaban que algunos de los decretos continuarían en estudio. Incluso se especulaba con que el Gobierno estaba dispuesto a esperar que los cambios al sistema jubilatorio se aprobaran con la sanción de una ley. Durante todo el día las reuniones fueron la constante. Hasta momentos antes de presentar en sociedad los decretos, el gabinete estuvo analizando su contenido y sus efectos políticos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini, fue uno de los ausentes. Sus tareas como canciller lo encontraron fuera del país. En cambio, la ausencia de la única ministra frepasista, Graciela Fernández Meijide, tuvo un claro gesto político. “Graciela se fue a Chile para no firmar el decreto de reforma previsional”, le comentó a un legislador frentista el ex vicepresidente, Carlos “Chacho” Alvarez.
Luego de que el FMI concediera el blindaje financiero, el Presidente inició una “nueva etapa comunicacional”. En ella tuvo una fuerte exposición mediática para presentar una imagen de ejecutividad y de firmeza. Sin embargo cuando llegó el momento de presentar las nuevas medidas, desistió de enfrentar a la prensa que lo esperaba en la Sala de Conferencias de la Casa Rosada.
Los ministros de Salud, Héctor Lombardo; de Trabajo, Patricia Bullrich; de Economía, José Luis Machinea, y de Justicia, Jorge de la Rúa, se ubicaron en torno del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, que ocupó el centro del escenario desde el que presentaron los decretos.
–Legisladores frepasistas sostuvieron que usted les dijo que más importante que el contenido de la reforma previsional era dar señales. ¿Los destinatarios de esas señales eran más importantes que el costo político que producirá un enfrentamiento con el Frepaso? – le preguntó este diario a la ministra de Trabajo.
–Yo nunca dije eso –respondió la ministra.
Sin embargo el tema de las señales volverían a aparecer más tarde en la conferencia de prensa en boca de José Luis Machinea, uno de los miembros del gabinete más interesado en la firma del decreto que modifica el sistema jubilatorio. “Argentina necesitaba dar señales claras”, fue la respuesta del ministro. Los frepasistas siempre sostuvieron que la medida no figuraba en la agenda del FMI, sino que fue una promesa presentada por Machinea. De ahí el empeño del responsable de la cartera económica en el pronto cumplimiento de la promesa gubernamental.
“En marzo habrá otro escenario y ahí veremos cómo manejamos el enfrentamiento con el Frepaso”, comentó a este diario un dirigente con estrecha llegada al Presidente. Los miembros del gabinete también minimizaron las posiciones frepasistas. “Más allá de las distintas visiones en esta Alianza no creemos que esto genere una ruptura política”, fue la opinión de Colombo, cuando los periodistas le recordaron la oposición pública de Alvarez.
Los frepasistas no lo entendieron así y ayer mismo analizaban la creación de una comisión que impulse la derogación de la medida. “Esto es una bofetada al Frepaso y es evidente que el Presidente decidió gobernar con el delarruismo y no con la Alianza que la gente votó el 24 de octubre”, dijo a Página/12 el diputado Eduardo Macaluse. Aunque el legislador siempre apareció como más cercano a los sectores rebeldes de la agrupación, los miembros de la conducción compartían ayer la misma sensación de derrota. “Hoy fue un día menemista”, concluyó Macaluse para graficar el estado de ánimo de los frentistas.
“El Gobierno no comenta ni opina los fallos de la Justicia”, fue la breve y escueta respuesta que entregó el ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, cuando este diario le pidió una opinión sobre el fallo del juez Carlos Liporaci, sobre los presuntos sobornos en el Senado. Aunque sea en este punto el Gobierno se mostró coherente: no dijo nada. Sobre los restantes anuncios mostró un panorama demasiado optimista.

 

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