Nuevas tecnologías para
pacientes
Por Mariano Ribas
En el mundo de La guerra de las galaxias, Flo sería un robot de lo más modesto. Y probablemente terminaría perdido en algún planeta de baja calaña o, peor aún, en un depósito de chatarra espacial. Claro, semejante esperpento no tendría nada que hacer al lado de otros modelos de primera línea, como los heroicos R2-D2 y su compañero de siempre, el dorado y casi humano C-3PO. Sin embargo, en nuestro mundo, donde los robots de servicio recién están dando sus primeros pasos, Flo es todo un logro: un prototipo de androide destinado al cuidado y compañía de ancianos y enfermos. Y sus creadores, un grupo de científicos norteamericanos, están bastante satisfechos con la versatilidad de su criatura. El proyecto Flo no nació de un día para el otro. En realidad, esta simpática maquinita es la culminación de un largo proyecto, en el que participaron ingenieros estadounidenses de la Universidad de Pittsburgh y de la Universidad Carnegie Mellon, en Pennsylvania. La meta de esta alianza científica era clara: fabricar una suerte de robot médico, amistoso, móvil y autosuficiente. En realidad, esta idea no es tan nueva, porque ya se han intentado cosas similares, pero nunca llegaron muy lejos. Y bien, después de varios ensayos y errores, el profesor Sebastian Thrun �cabeza del grupo� y sus colegas dieron a luz a su ansiada �Nursebot� (�enfermera robot�), a la que bautizaron Florence (seguramente como homenaje a Florence Nightingale), y que pronto se ganó el apodo de Flo. Más allá de su aspecto un tanto ridículo, el androide parece ser realmente eficiente. Fea, pero útil Y sí, Flo no es un robot de película, ni mucho menos. Ya habrá visto la foto: parece un lavarropas con cara. Mide algo más de un metro, su cuerpo es pasablemente cilíndrico, y tiene una pechera metálica que lleva incrustado un monitor. Abajo, esconde unas rueditas. Y arriba, remata con una carota parecida a la del robot de la película Cortocircuito: ojos redondos y una bocaza enmarcada por unos labios nada sutiles. Eso sí: tiene un respetable cerebro electrónico (al fin de cuentas, es una computadora móvil). Pero bueno, su aspecto es lo de menos. Lo realmente importante son sus aplicaciones: Flo está especialmente diseñada para servir como apoyo y compañía a personas internadas en hospitales y, especialmente, a ancianos que viven solos en sus casas. Entre otras cosas, puede tomar el pulso y la presión de sus pacientes, llevar y traer toda clase de objetos, abrir y cerrar puertas, encender aparatos, e inclusive, destapar botellas (tareas especialmente útiles para personas que sufren de artrosis agudas). Pero ahí no se acaban sus virtudes. Compañía y control a distancia Cuando el profesor Thrun y sus socios de aventuras se pusieron a diseñar a Flo, tenían en mente varias prioridades. Y una de ellas era que la enfermera robot hablara, y que sirviera de compañía a gente que la necesita.
Flo no sólo habla, sino que también es un buen ayudamemoria para sus dueños: les avisa cuando hay que tomar tal o cual remedio, que ya es la hora de irse a dormir, o que no deben olvidar la visita al médico. Y así, muchas otras cosas, como sus cordiales e infaltables saludos, algo repetitivos por cierto. Otra de las premisas de los investigadores norteamericanos era lograr una �telepresencia� realmente efectiva. Parece una palabreja extraída de la ciencia ficción, pero básicamente significa que el robot actúe como un puente que conecta a la persona con los médicos (u otros especialistas). Ese enlace se realiza vía Internet. Y la imagen y la voz del médico aparecen en la pantalla que Flo lleva orgullosamente en su pecho. Así, el paciente puede �escuchar� los consejos del doctor. A no engañarse Flo ha pasado por varios tests, y por ahora funciona bastante bien. Incluso, ya ha sido �invitada� a algunos programas de televisión en los Estados Unidos, convirtiéndose en una pequeña estrella mediática. Es más, también tiene su propia página en Internet: www.cs.cmu.edu/~nursebot/. Allí puede encontrar más datos sobre ella, y algunas fotos. Pero todo este ruido no debe confundir las cosas: hasta ahora, Flo sigue siendo un prototipo, ni más ni menos. Además, hay que ver cuán buena es la idea de cuidar a la gente con enfermeras robots. El tiempo dirá si Flo crece y se reproduce, o si sólo queda como una simple curiosidad tecnológica de la época. |