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Los astrónomos explican un misterio de la biología
Prohibido girar (la luz) a la derecha

Por Raúl A. Alzogaray

Todas las proteínas son fabricadas a partir de unas moléculas más pequeñas, los aminoácidos. Fuera de los seres vivos, existen dos versiones de cada aminoácido. Dentro de los seres vivos, en cambio, se encuentra casi exclusivamente una sola de esas variedades. Algo similar pasa con el azúcar sacarosa. Desde mediados del siglo pasado, varias (pero para nada definitivas) explicaciones han intentado desentrañar el misterio. Un grupo internacional de astrónomos propone que cierto tipo de luz, generado en las nubes de polvo interestelar, podría ser el responsable de la asimetría molecular en los seres vivos de la Tierra.

El caso del ácido que rotaba la luz
El que lo descubrió fue Pasteur. Era 1847 y tenía 24 años. Trabajaba para obtener el título de Doctor en Química en la Escuela Normal Superior de París. Su tema de investigación era la cristalografía, un brote de la química que empezaba a crecer vigorosamente. Pasteur abordó el asunto de los cristales de ácido tartárico, sustancia que se forma en grandes cantidades durante el proceso de fermentación del vino. El ácido tartárico extraído de los barriles de vino tenía la propiedad de rotar la luz polarizada cuando estaba disuelto en agua (ver recuadro). Sin embargo, las soluciones preparadas con ácido tartárico sintetizado en el laboratorio no rotaban la luz. ¿Cómo podía pasar esto, si se trataba de la misma sustancia? Otros científicos habían examinado los cristales sin encontrar diferencias. �Pero quizás no las vieron �señaló tiempo después Emile Duclaux (un colaborador de Pasteur)� porque creían que no existían�.

El hombre que separó los cristales
Pasteur estudió la sustancia bajo el microscopio. Todos los cristales de ácido tartárico extraído de los barriles lucían idénticos. Los cristales sintetizados en laboratorio también lucían idénticos, excepto por un sutil detalle. En realidad, en el laboratorio se producían dos tipos de cristales, y cada uno era la imagen especular del otro. ¿Sería esa diferencia la responsable de las diferentes propiedades ópticas de los ácidos? A Pasteur se le ocurrió una forma de averiguarlo. Agarró una aguja de disección y, siempre bajo el microscopio, separó los dos tipos de cristales obtenidos en el laboratorio. Los disolvió en agua y vio cómo afectaban el paso de la luz polarizada. Una de las soluciones rotó la luz hacia la derecha, la otra hacia la izquierda. Al parecer, existían dos tipos de moléculas que formaban cristales apenas distintos. Una de ellas rotaba la luz a la derecha, la otra hacia la izquierda. Cuando ambas estaban en la misma solución, el efecto de una compensaba el efecto de la otra y la luz no rotaba. Sonaba lógico. Con este sencillo y paciente experimento, Pasteur descubrió la existencia de los isómeros ópticos (ver el mismo recuadro). Y fundó la estereoquímica, una de las ramas de la química que estudia este tipo de moléculas.

Asimetrías de los seres vivos
Tras reflexionar sobre el significado del descubrimiento, Pasteur llegó a la conclusión de que la asimetría molecular bien podía ser una propiedad intrínseca de los seres vivos. �La vida, tal como se nos manifiesta �escribió�, es una función de la asimetría del universo y de las consecuencias de este hecho... puedo incluso imaginar que todas las especies vivientes son, primordialmente, en su estructura, en sus formas externas, funciones de la asimetría cósmica�. Hoy se conocen otras asimetrías moleculares en los seres vivos. Igual que con el ácido tartárico, cuando se sintetizan aminoácidos en laboratorio se obtiene una mezcla miti y miti de isómeros D y L (y sí, esta nomenclatura también está explicada en el dichoso recuadro). Pero en los seres vivos sólo hay aminoácidos L. Una rara excepción es la presencia de aminoácidos D en la pared celular de algunas bacterias. Otro ejemplo es el de la sacarosa, el azúcar que forma parte de las moléculas de ADN. Todas las sacarosas dentro de los organismos son isómeros D.

Orígenes inciertos
Pasteur fue el primero que arriesgó algunas explicaciones para la asimetría molecular. Se le ocurrió que el origen del fenómeno podía deberse a la influencia de campos magnéticos. Pero hizo crecer cristales entre los polos de un poderoso magneto y obtuvo una mezcla miti y miti de isómeros. Luego pensó en el pasaje de la luz solar de este a oeste a través de la atmósfera. Con espejos y mecanismos de relojería iluminó de oeste a este plantas en crecimiento, al revés que en la naturaleza, esperando que las plantas fabricaran moléculas D. Pero eso no ocurrió. Después de las de Pasteur, aparecieron muchas otras hipótesis. Que la asimetría molecular en los seres vivos podía deberse a la rotación del planeta, o a una fuerza colosal y asimétrica producida cuando la Luna se separó de la Tierra, o a una competencia entre moléculas que terminó en la preponderancia de una de ellas. En los años 20 se hizo un descubrimiento interesante. Así como los aminoácidos rotan la luz polarizada, ésta les devuelve el favor (a su lumínica manera). Sintetizando las pequeñas moléculas en presencia de luz polarizada, se obtiene mayor proporción de un isómero que de otro. La luz polarizada destruye selectivamente un tipo de isómero.

Evidencia caída del cielo
Los astrónomos empezaron a preguntarse si algo similar podría haber pasado hace miles de millones de años, cuando las moléculas se pusieron a jugar a los rompecabezas y terminaron formando los primeros seres vivos de la Tierra. Una roca caída del cielo parecía confirmar esa hipótesis. En 1969, un meteorito que luego fue llamado Murchinson cayó cerca de la localidad del mismo nombre, en el estado de Victoria, Australia. En su interior se descubrieron aminoácidos, pero no en las proporciones esperadas. Había dos veces más alanina L que D, por ejemplo. Y tres veces más ácido glutámico L que D. Todo parecía indicar que cuando se formó el sistema solar, la asimetría molecular ya existía. Faltaba descubrir una fuente de luz polarizada que hubiera afectado la síntesis de aminoácidos allá lejos y hace tiempo. Hace poco un grupo multinacional de astrónomos de Australia, Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Japón descubrieron luz polarizada proveniente de Orión OMC-1, una polvorienta región del espacio llena de estrellas en formación. ¿Cuál es el filtro que polariza la luz en Orión OMC-1? Los investigadores usaron modelos de computación para analizar la dispersión de la luz al chocar con partículas de polvo diminutas. Encontraron que partículas alargadas, alineadas por el campo magnético de una estrella cercana, generan exactamente el tipo de luz requerida para afectar la composición de las mezclas de isómeros sometidos a su influencia. El polvo estelar es un filtro polarizante natural.

Polvo de estrellas
A partir de lo cual, el grupo elaboró una hipótesis que vincula la astronomía, la historia del Sistema Solar y las peculiaridades biológicas que sorprendieron a Pasteur: algo similar a lo observado en Orión OMC-1 pudo haber ocurrido cuando se formó el Sistema Solar. Las nubes de polvo que sirvieron como materia prima para la formación del Sol actuaron como filtros polarizantes. La presencia de luz polarizada determinó la aparición de aminoácidos L en exceso. Y el Sistema Solar nació químicamente asimétrico. En febrero de este año, la NASA lanzó la sonda espacial Stardust (polvo de estrellas). En enero de 2004, la Stardust se reunirá con el cometa Wild-2 y capturará las partículas que se desprenden del núcleo del mismo. Dos años después, una cápsula con las muestras descenderá en el desierto de Utah (Estados Unidos). Clark considera que si el análisis de ese material revela un exceso de moléculas L, se contará con una evidencia muy fuerte de que la asimetría molecular ya existía cuando se formó el Sistema Solar.

Juegos de luces y espejos
La luz puede ser purificada y existen moléculas capaces de rotarla hacia uno u otro lado. Estas moléculas son tan parecidas entre sí que, cuando están juntas, parece que se estuvieran mirando en un espejo.

Hágase la luz... polarizada
La luz radiante, tanto la que proviene del Sol como la que sale del velador de la mesita de luz del dormitorio, es un manojo de ondas electromagnéticas que se mueven al azar en todos los planos del espacio. Este tipo de luz se llama no polarizada. Interponiendo un filtro adecuado en el camino de la luz no polarizada, se la puede �purificar�, de tal manera que la luz que logra atravesar el filtro se mueve en un solo plano. Este tipo de luz se llama polarizada. Desde mediados del siglo pasado, los químicos usan la luz polarizada para determinar la estructura de unas moléculas llamadas isómeros ópticos.

Imágenes especulares
Si ponemos las dos manos frente a la cara, juntas y con las palmas hacia nosotros, vemos que son imágenes especulares. Podemos reemplazar cualquiera de ellas con un espejo donde se refleje la otra, y seguiríamos viendo exactamente lo mismo. Las dos manos tienen los mismos elementos (una palma, 5 dedos de longitudes características), pero ordenados de distinta manera en el espacio. Ciertos pares de moléculas, llamados isómeros ópticos, son como las manos humanas: imágenes especulares. Las dos moléculas son la misma sustancia. Están formadas por los mismos átomos ordenados de distinta manera en el espacio (isómero, en griego, significa �que tiene partes iguales�). Las integrantes de un par de isómeros ópticos se llaman D y L.Una característica de las moléculas D y L, es que cuando están en solución rotan la luz polarizada en distintas direcciones (de ahí el calificativo de ópticos). Las moléculas D rotan la luz polarizada que choca con ellas a la derecha (justamente, D es por Dextro: diestro). Y las moléculas L rotan ese tipo de luz a la izquierda (L es por Levo: siniestro).

Un requisito para la vida
Los aminoácidos son ejemplo de isómeros ópticos. Existen aminoácidos D y L. Pero en los seres vivos hay únicamente isómeros L. Las formas D y L pueden interconvertirse. Si se prepara una solución con una de ellas, después de cierto tiempo se encuentra que la solución contiene una mezcla de ambas. Experimentos realizados en los años ochenta demostraron que la síntesis de ARN (el intermediario en la síntesis de proteínas) se inhibe en presencia de mezclas de moléculas D y L. Esto ha hecho pensar que la asimetría molecular pudo ser un requisito indispensable para la aparición de la vida.