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Desde el espacio

Por Leonardo Moledo

Fernando Hisas es ingeniero y gerente de Proyectos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
–Usted es el gerente de proyectos de la Conae. ¿Por qué no me cuenta lo que hace?
–Así es.
–¿Y qué es lo que hace en la Conae? Se ocupa de todos los proyectos, supongo.
–Los equipos técnicos de la Conae están divididos en siete grupos según la especialidad y dependen de la gerencia de gestión tecnológica. Por otra parte, están los proyectos que hacen uso de esos recursos técnicos, que dependen de la Gerencia de Proyectos. Y los proyectos hacen uso de esos recursos técnicos de acuerdo con las necesidades. Mi responsabilidad es la administración de los proyectos, desde los grandes a los medianos como la instalación de una antena en la Estación Terrena Córdoba, hasta chicos, como puede ser un proyecto de aplicación de la información espacial.
–Ahora están todos un poco nerviosos.
–Bastante, sí, estos eventos son momentos claves en la historia de esta institución.
–Cuénteme sobre el proyecto del SAC-C.
–Es un proyecto que nace en el año ‘94, se define en el ‘95 y desde entonces hasta ahora se han cumplido una serie de etapas, pero bueno detrás de cada una está el trabajo de muchísima gente... Hay que tener en cuenta que éste es el tercer lanzamiento. El primero fue el SAC-B en el ‘96 y luego el SAC-A en el ‘98. Este es un satélite de un perfil que de alguna manera encierra una ambición mucho mayor...
–En este caso, ¿cuál es éste?
–Este es el SAC-C. Bueno, le decía que el SAC-B era un satélite científico y el SAC-A era un satélite tecnológico, en cambio con el SAC-C pretendemos un satélite operacional.

Estación Terrena de falda del carmen, en córdoba.

Satelite operacional
–Cuénteme qué es un satélite operacional.
–Es un satélite que pueda brindar servicios de teleobservación a determinados sectores tecnológicos y productivos para los cuales el satélite fue diseñado, y que lo haga a lo largo de toda su vida útil.
–Que es...
–Se estima un mínimo de 4 años.
–Aunque nunca se sabe.
–Nunca se sabe en los dos sentidos. Hay ocasiones en las que ocurren imprevistos que la cortan y hay misiones proyectadas para cuatro años y que están prestando servicios 15 años después. El cálculo de la vida útil se hace a partir del comportamiento de los materiales en el espacio, que parte de información estadística y que, bueno, tienen esa incerteza.
–¿Por qué no me describe el satélite?
–El SAC-C puede considerarse un satélite importante; la gente de la NASA nos dice que nos introduce en las “ligas mayores”. Pesa 475 kilos, mide un metro 80 de altura, lleva varios instrumentos, tres de los cuales son argentinos, construidos en la Argentina, igual que el satélite. Y esos instrumentos son tres cámaras de observación que están mirando a la Tierra para observar determinados procesos en tierra para, luego, dar información.
–Bueno, se supone que ahora yo tengo que decirle ¿por qué no me describe los instrumentos?
–Y se supone que yo tengo que describirlos, ¿no?
–Sí.
–La cámara principal se llama MMRS (Multispectral Medium Resolution Scanner) y es una cámara de una resolución media: 175 metros. Esto significa que cada píxel de imagen representa en tierra un cuadro de 175 x 175 y es una resolución intermedia entre satélites como el Landsat y los de baja resolución, como los meteorológicos. Esto es así porque su diseño se ha hecho mirando la realidad agropecuaria en nuestra región, donde las parcelas son grandes para esta resolución. En Europa probablemente no serviría. Mmmm... bueno, qué más: la cámara posee cinco bandas, cuatro en el rango óptico y una en el infrarrojo cercano, con las cuales será posible hacer estudios en temáticas vinculadas con la agricultura, el medio ambiente y el monitoreo de emergencias, como el caso de incendio de bosques y sobre todo inundaciones.
–¿Por qué sobre todo?
–Porque el caso incendios, bueno, incendios está enfocado con dos cámaras y ya estoy presentando a la otra cámara, que es de alta sensibilidad, y entre las dos complementan muy bien los dos tipos de emergencia. Y la tercera cámara es una cámara en blanco y negro, una cámara que tiene cuarenta metros de resolución y, con esta cámara, se hace una mezcla entre la de alta resolución y la otra y simulamos una imagen de alta resolución. Esta mezcla permite acercarse a cubrir algunas áreas que están reservadas a satélites de alta resolución en algunas aplicaciones: permite reconocimiento de formas. Por ejemplo, si yo estoy mirando la costa del mar, la puedo obtener con una resolución mayor, aunque la información, el coloreo, corresponda a una resolución menor.
–Y ésos son los tres aparatos del SAC-C.
–Estas son las tres cargas argentinas y esto por qué lo digo.
–Bueno, no lo sé.
–Pero yo sí: porque el SAC-C tiene dos socios principales, la NASA y la Conae, y el acuerdo es el mismo que en los otros casos. Lo construye completamente la Argentina; la NASA lo pone en órbita y la carga útil se comparte.
–¿Y se comparte?
–Sí. En este caso con Francia, Brasil, Italia y Dinamarca, y hay instrumentos de ellos, salvo en el caso de Brasil, que participó facilitando las instalaciones que ellos tienen para los ensayos del satélite.
Ensayos
–¿Cómo son los ensayos de un satélite?
–Hay que someterlo a las condiciones que va a sufrir en el lanzamiento y en el espacio: vibraciones muy intensas, de varias veces la aceleración de la gravedad, cosa que en toda la etapa de diseño hay que tener en cuenta. Se hace un modelo estructural para verificar lo que se va a lanzar y se lo somete en mesas vibratorias a las mismas condiciones que en el lanzamiento, vibraciones de tipo acústico, de choque, por ejemplo los procesos de separación de las etapas del cohete que lo lanza significan aceleraciones intensas de tipo golpe, que deben ser previstas.
–Aceleraciones de cuánto.
–Arriba de diez g, es decir, diez veces la aceleración de la gravedad. Pero es un solo ensayo. Hay otros, ya no de lanzamiento sino de comportamiento en el espacio, por ejemplo sobre el comportamiento térmico. Fíjese que en el espacio la cara que da al sol está sometida a temperaturas superiores a los 140 grados. Y cuando está en eclipse (es decir, cuando no le da el sol), tienen temperaturas exteriores menores que 100 grados.
–¿Y cómo se hace para que aguante esas diferencias?
–Bueno, hay un diseño térmico que garantiza que se mantenga en un rango operativo de entre 0 y 40 grados, para lo cual se trabaja con la pintura, con blancos y negros, y con mantas térmicas, y en el interior se usan calefactores. A veces es necesario gastar energía eléctrica para calefaccionar. Se trata en lo posible de que todo el proceso de control térmico sea pasivo, pero en algunas partes hace falta, como en las baterías, que definen la vida útil, y es importante mantenerlas.
–¿Las baterías cómo son?
–Tenemos una generación de casi 500 watts a través de los paneles solares, que brindan energía a todos los sistemas, y que cargan las baterías cuando hay sol. Y cuando no hay sol, la energía de las baterías siguen alimentando al satélite. Los paneles solares son de arseniuro de galio, que tienen más eficiencia que las típicas celdas de silicio, y las baterías son en realidad una batería de celdas de níquel e hidrógeno.

 científicos ultimando los preparativos antes del lanzamiento del satelite argentino en la base de la nasa (california, Estados unidos), que formara parte de

Los otros instrumentos
–Hay varios instrumentos importantes de tipo científico. Por el lado NASA un instrumento llamado GOLPE, que es un sistema que permite recibir la información de los satélites GPS (GPS significa “sistemas de posicionamiento global”) y la refleja en tierra, con el cual se quiere evaluar si a través de las reflexiones de las señales en la Tierra podemos sacar información de la atmósfera y de la ionósfera. Es muy interesante otro instrumento importante –y ahí es donde entra Dinamarca–. Se trata del Magnetic Mapping Payload... bueno, son instrumentos relacionados con la medición del campo magnético terrestre. Pero lo interesante es que estos instrumentos requieren estar completamente alejados de cualquier elemento que altere el campo magnético terrestre, incluyendo al mismo satélite, y por eso cuando está en órbita, se le da una orden y se desenrosca, se expande y se pone a suficiente distancia como para que el satélite no lo afecte. Es un mástil de 8 metros. Y fue un lío, un verdadero desafío, porque manejar un eje tan largo que tiene su propia dinámica y sus propios modos de comportamiento mecánico fue una complicación enorme. Y bueno, todo este tipo de problemáticas forman parte del diseño.
–Que se hizo aquí.
–El diseño, y la fabricación se hizo también. Igual que con el SAC-A y el SAC-B. La Conae hizo un contrato con Invap y en los tres casos se dio que el diseño lo hizo la Conae y el Invap hizo los aspectos de ingeniería de detalle y de construcción. Manteniendo la Conae el control de todo el proyecto.
–Y dígame, ¿cuánto cuesta un proyecto de este tipo?
–El satélite puesto en órbita, 70 millones. La Argentina puso la mitad o más de la mitad, pero el resto sale de la asociación cooperativa internacional, la NASA a través del lanzamiento y los socios a través de sus instrumentos o de los ensayos.

Muchos satelites
–¿Se lanzó el SAC-C solo, o se lanzaron varios de un saque?
–Fue un lanzamiento dual: se ponen en órbita dos satélites juntos, el SAC-C y el EO1 norteamericano. El EO1 es un satélite muy importante, es el primer satélite de una nueva generación llamada new millenium, es un satélite que prueba tecnologías completamente nuevas, que si tienen éxito... bueno, podrían dar origen a nuevos enfoques, diferentes, en cuanto a diseño óptico, a tratamiento de la información. La idea es que el EO1 esté en la misma órbita y vaya pegado al Landsat 7, con muy pocos minutos de diferencia. En esa misma órbita ya hay otrosatélite norteamericano llamado Terra. Hemos sido invitados a integrar este tándem y los cuatro satélites van a formar parte de la primera constelación de satélites de observación de la Tierra que se haya hecho. Están los cuatro en trencito y se los va a poder observar con una diferencia de media hora entre el primero y el último. Lo cual es importante, porque cuando uno observa la Tierra, se encuentra con realidades cambiantes, porque llueve, puede estar nublado y, así, se puede tener imagen con uno y no con otro. Tener los cuatro satélites pasando casi simultáneamente permite hacer una observación comparativa y una calibración cruzada, que de alguna manera es una experiencia inédita; se podría decir que inédita a nivel mundial en lo que hace a constelaciones de satélites de observación de la Tierra para seguir procesos ambientales, agropecuarios, forestales. Es el primer caso.
–Ya no me acuerdo cómo salió esto... estábamos hablando de los otros instrumentos.
–Sí. En el SAC-C además hay un instrumento francés llamado Icare para medir la influencia de la radiación espacial en los instrumentos electrónicos, uno italiano, para hacer una experiencia de navegación satelital y hay también una cámara estelar que es también un sistema de navegación que mira a las estrellas, de muy alta precisión.

Regimen de visitas
–¿Cuántos satélites habrá allí arriba?
–Deber haber una cantidad que fácilmente puede estar cerca de mil y no creo que me equivoque por mucho.
–¿A qué altura está el SAC-C?
–A 710 km, aproximadamente, y tiene una órbita polar. Da una vuelta en aproximadamente una hora y media. O sea cuando va pasando y mirando la Tierra, va cubriendo una franja de tierra de 360 km. La vuelta siguiente no cubre la misma franja, porque la Tierra giró y la órbita se diseña de tal modo que, al cabo de un cierto tiempo, cubre toda la Tierra y vuelve a pasar por el mismo sitio: eso es lo que se llama “tiempo de revisita”, que en caso del SAC-C es de nueve días.
–¿Y barre especialmente la Argentina?
–La cobertura es global, barre igual la Argentina que cualquier otro lado, lo cual es interesante para nosotros, porque puede ser importante saber qué pasa con la soja en Australia o en Estados Unidos y el satélite tiene una memoria que permite bajar la información en la Estación Terrena Córdoba.
–Pero usted me había dicho que el poder de resolución era apropiado para el tamaño de los cultivos en la Argentina, aunque no de otras partes.
–Es verdad, pero para el caso de producciones globales es lo mismo.

La informacion
–¿Y la información? ¿Cómo es el asunto, a quién pertenece?
–Digamos que para observar la Tierra por encima de la atmósfera no hay legislación y no hay nada que impida relevar este tipo de información. No podríamos hacerlo con un avión y, de hecho, la Argentina está siendo observada por satélites. Bueno, nosotros podemos hacer lo mismo y de hecho el SAC-C va a hacerlo. La información la vamos a bajar nosotros. Es nuestra. De hecho el SAC-C prende el transmisor cuando nosotros le decimos y baja la información cuando nosotros le decimos. La estación de control es única y está en Córdoba. Vamos a controlar el satélite no sólo desde el punto de vista operativo, sino también desde el bajado de imágenes y todo lo demás.
–¿Cómo andamos desde el punto de vista espacial?
–Me parece que la Conae ha hecho una demostración clara de que se pueden hacer muchas cosas acá. Este es el tercer satélite, ya estamos con un satélite operacional, se ha formado un grupo humano muy calificado, queha merecido los mejores elogios de nuestros socios internacionales. La Estación Terrena Córdoba es una de las más modernas que hay operando en el mundo, si no la más.

Usuarios
–¿No es un poco exagerado? La más...
–No, es bastante lógico, porque es una de las últimas. En toda instalación donde la informática juega un rol protagónico, el último es el más moderno. Lo que es importante destacar –y esto lo dicen nuestros usuarios– es que es una estación que brinda un servicio muy bueno; el promedio de tiempo difícilmente pase de la semana y nosotros estamos en los dos días, con la imagen ya procesada y en el escritorio del usuario.
–¿Y quiénes son los usuarios?
–Depende, pero sin ninguna duda la agricultura es la que se lleva la mayor cantidad de imágenes. El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), la Secretaría de Agricultura, la Dirección de Aplicaciones de Información Satelital de la Provincia de Buenos Aires.
–¿Qué presupuesto tiene el plan espacial?
–Lo previsto en el plan tenía un promedio de unos setenta millones por año previstos y la realidad estuvo en la mitad, pero pudimos compensarlo con aporte de terceros, y hubo que postergar proyectos, como la construcción de un laboratorio de integración y ensayo que no pudimos construir, que significa aparatos muy grandes.

Futuro
–Bueno, haciendo honor al nombre de este suplemento... ¿Y el futuro? ¿Qué viene ahora?
–Después del SAC-C tenemos, a nivel satélite, dos proyectos ambiciosos. Uno es el Saocom: un satélite de observación de la Tierra, pero con tecnología de radar de apertura sintética, que no trabaja en el rango óptico sino en el de las microondas. Está previsto que integre otra constelación, junto con una constelación italiana que forme parte de una constelación italoeuropea. Vamos a integrar la constelación y vamos a recibir toda la información, y vamos a poder monitorear emergencias con una frecuencia mejor que diaria.
–¿Para cuándo?
–Está previsto para el 2004. Y el otro proyecto ambicioso es un satélite en el rango óptico que estamos conversando con Brasil y con España, pensado básicamente para agricultura. El objetivo central es que tenga una revisita de cuatro días y esto sería quizá para el 2004 o el 2005. Cuatro años es un plazo razonable. Justamente hoy mismo me estoy yendo para España para tratar ese tema.
–¿Y proyectos modestos?
–Una estación en Ushuaia para telemetría y telecomando, esto es algo que se tuvo que postergar, y tener ahí una estación podría ser realmente fantástico porque sería la estación más austral del mundo de telemetría y observación, fuera de la Antártida. No es un problema de record, sino de que, cuando más cerca del polo se está, se pueden cubrir mejor las distintas pasadas de un satélite en órbita polar. Bueno, tenemos mucho interés en ese proyecto, pero hay mucho otros, como por ejemplo el laboratorio de integración y ensayos. Y hay más.
–¿Por qué no me los cuenta?
–Porque pierdo el avión