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talk show por Moira Soto

Pluralidad mal entendida

Se acuerdan ustedes de que hasta mediados del siglo XX se decía que el sufragio era universal y sólo votaban los varones? Bueno, los tiempos cambiaron y en la actualidad (salvo en ciertas expresiones de fanatismo religioso) ya nadie se anima a excluir a las mujeres de ninguna actividad, política, cultural, profesional. En todo caso, se las margina a su mínima representación, se les ceden algunos lugarcitos como coartada (las mujeres “oficiales” de tal o cual ámbito), se tolera a algunas como nota folklórica de color, pero habitualmente lejos de las proporciones equitativas y de los verdaderos lugares de poder. ¿Vieron ustedes la presentación de la nueva programación de canal 7 la semana pasada? ¿Contaron la cantidad de hombres que treparon al escenario cuando se llamó a los responsables de los distintos espacios? Sin embargo, pese a la aplastante mayoría masculina, en los discursetes del caso se oyó hablar mucho de pluralidad... Y sí, es un poco como lo de sufragio universal: a fe que en el canal 7 se acepta la diversidad (¡de Farinello a Garabal!), se celebra que se escuchen muchas voces, siempre que, preferiblemente, sean de varones. La pluralidad no incluye al otro género en una proporción democrática.
Seguramente, se trata de una discriminación automática –no premeditada y alevosa– la que se ha producido en el canal público, un reflejo de lo que aún sucede en tantos campos. Pero repasemos un cachito la mentada programación pluralista en clave casi totalmente masculina (sin dejar de reconocer la calidad de algunos integrantes del nuevo cast): en cine tenemos, en distintos ciclos, a Quintín, Salvador Samaritano, Boy Olmi, Octavio Fapiano; en cultura, a Osvaldo Quiroga y su Refugio; el humor lo practican Fabio Alberti y Diego Capusotto (“Todo por 2 pesos”); reflexionarán a dúo monseñor Laguna y el rabino Rojzman; el deporte figura en varios programas, a cargo de Juan Pablo Varsky, Claudio Federosky, Chiche Almozny y algunos más; la espiritualidad dirá presente con el padre Farinello y Tito Garabal; José Eduardo Abadi estará “Al filo de las ideas”; Quique Pessoa hará “Doble Click”; Carlos Ares entrevista en “Troesma” (ya grabó con Lito Cruz y Oscar Martínez...); Martín Souto nos hará “De acá”; el tal Fenna della Maggiore trae “Plan b.”; Germinal Nogués revela “Buenos Aires secreta”; Víctor Hugo Morales conduce el “Desayuno matinal”, con José Ignacio López y Pablo Wendel de columnistas... ¿Seguimos? ABL está regenteado por Diego Bonadeo, con un elenco formado por Dalmiro Sáenz, Carlos Polimeni y Sylvina Walger (epa, una mujer). Adolfo Castelo viene por dos: “Asociación ilícita” y “Medios locos”, en donde lo acompañan Mex Urtizberea, Gillespie y ¡dos chicas!, Marcela Pacheco y Gisella Marzziotta; en Noticiero 7, Lana Montalbán pone el detalle femenino en dos señores, Antonio Fernández Llorente y Franco Salomone. Nos quedaría “Tierra de Periodistas”, con Luis Majul a la cabeza, seguido de Horacio Embón y Marcelo Longobardi, y para matizar Norma Morandini y Nancy Pazos. ¿Llevan la cuenta? Porque nos faltan las dos chicas de “Pulgas”, Eugenia Molinari y Laura Melniski, junto a Claudio Morgado y Pablo Markovsky...Y bueno, para que no se diga que ellas no conducen nada de nada, Ana Capocardo seguirá con “Historias de vida” y Rosana Errasti se ocupará de “Televisión educativa”...
Por cierto, se podría confeccionar rápidamente una lista de mujeres capaces de crear y dirigir programas de TV (de hecho, hubo rechazos en canal 7 de propuestas de algunas de ellas) pero quizá sonaría a promoción de amigas y compañeras. De modo que dejando expresa constancia de que la cronista arriba firmante no tiene el más leve interés en un espacio televisivo, por lo tanto la protesta de esta columna es puro berretín deequidad, se formula el deseo de que, aunque no es su hábitat natural “Plaza Sésamo” aparezca alguna vez en las pantallas de canal 7 la irresistible Miss Piggy.