Chapman
Nro.2
Hannibal Puesto
Preguntas
y respuestas sobre el atentado a George Harrison, el hecho que conmovió
al mundo el 31 de diciembre del siglo pasado.
¿Cómo entró Michael Abram a la mansión
supercustodiada del beatle? Fue fácil, dado que los guardias
de seguridad identificados por sus túnicas budistas color
naranja flotaban en una nube de opio, mientras escuchaban el cd
Greatest Hits of the cítara.
¿Quiénes fueron los primeros músicos que le
acercaron su solidaridad a George? Bryan Adams (quien le cantó
por teléfono canciones de Cuts like a knife), Charly García
(quien le envió un tape casero de Cuchillos), Danny
Elfman (compositor de la banda de sonido de El joven manos de tijera)
y Trent Reznor, de Nine Inch Nails.
¿Cuál era uno de los objetivos secundarios de Abram?
Cortarle al beatle un mechón de pelo para vendérselo a
Christies, Sothebys o el Rock and Roll Hall of Fame. ¿O
fue un enviado de Crispian Mills, de Kula Shaker?
¿Es cierto que Abram admiraba a Mark David Chapman? No.
Abram tiene un problema con los sonidos orientales, no con Revolution
Number Nine.
¿Qué fue lo primero que dijo Harrison cuando fue atacado?
¡Cielos! ¡Yoko Ono!.
¿Quiénes iban a ser las próximas víctimas
de Abram? Los hermanos Gallagher, Danger Four, The Beats, Juan Alberto
Badía y Marcelo Tinelli.
La chica que entró en la casa de Harrison en Hawaii, ¿tenía
intenciones asesinas? Sí, pero su arma favorita era una tabla
de surf.
Ambición
tucumana
PABLO PLOTKIN
Prepárense
para conocer a un hombre dispuesto a todo. Rolo Marín, voz y
líder de la banda tucumana 448, se acomoda el gorro y se enciende
con la seguridad y la calma de Hannibal Lecter, el psiquiatra caníbal
de la trilogía de Thomas Harris (Dragón Rojo, El Silencio
de los Corderos y Hannibal). Compruébenlo: Queremos el
mundo. Queremos todo. Somos una banda con mucha ambición, que
no es lo mismo que codicia. Queremos títulos. Esto es como el
boxeo: para ser campeón tenés que ser el mejor, y creo
que lo somos. Somos una gran banda. Estamos detrás de un sueño
y somos tipos dispuestos a todo. En Buenos Aires por ahí no nos
conocen, pero en el resto de Argentina hicimos muchas cosas, somos un
culto en muchos lugares. Llegamos a pueblos donde hay paredes escritas
con el nombre de la banda, pibes con tatuajes, y metemos 2 mil personas
en los conciertos.
Formada en 1993 al fuego de Rage Against The Machine, 448 fue la cabeza
visible del movimiento rockero local anti Bussi. La primera época
de nuestros shows era muy difícil, relata. Llegaban
los patrulleros y se llevaban a la gente. Siempre fue una lucha cuerpo
a cuerpo con la gente de Bussi, pero yo estoy convencido de que el arte
tiene que luchar contra las injusticias, y este tipo por suerte ya no
está más. Y le hemos hecho la vida imposible: él
estaba ascendiendo y nosotros tocando a tres cuadras en contra suya.
Acaban de editar su segundo disco, Carnaval del Caos, a través
del sello Edel. Colaboran, entre otros, Nekro, de Fun People, y Matías
Kritz (Carne Para Cerdos). Esta vez apostamos al arte, a la esencia
del alma, la revolución espiritual. No es un disco político.
Es un disco más humano. Este mundo está lleno de mitos
impuestos y falsos profetas: este disco pretende poner el alma frente
al espejo.
Rolo es un chabón, pero no esperen respuestas de chabón
si le preguntan qué música prefiere. Nos gusta el
sonido de las máquinas, los samplers y toda esa historia,
dice. El arte es romper moldes, y la música electrónica
los rompió. Tomó la esencia salvaje del rock and roll
y creció con Ministry, David Bowie, Trent Reznor y muchos más.
No considero artista a un tipo estructurado. No me gustan las bandas
que dicen lo mismo en veinte discos. Necesito ser versátil y
permeable.
La
inmolación de una disco
Y
Porco voló
BRUNO MASSARE
Todos
querían llevarse algo. Trepados unos a otros, colgados de las
columnas, todos buscaban quedarse con su porción, no un trofeo,
más bien un recuerdo de lo que fue. El último jueves,
mientras el 99 desbarrancaba, Ave Porco daba por terminada la
cuenta regresiva que había comenzado dos meses atrás,
con el anuncio del cierre incondicional de la disco del chanchito. Ave
Porco tiene que ver con los noventa y nos pareció que su misión
ya estaba cumplida, no queríamos maquillarlo para una nueva década.
La decisión de matarlo es una elección puramente estética,
es una expresión artística y un lugar así merecía
un final con clase, asegura Jorge Pizarro, quien junto a Marcia
Amoroso inauguró el local allá por setiembre del 94.
El jueves día final no fue la excepción: la
música a un ritmo frenético y el frenesí trasladado
a las pistas. A lo largo de estos cinco años, la estética
del lugar giró alrededor de varios ejes: el teatro (con las inolvidables
performances de Urdapilleta y Tortonese), la música electrónica,
la moda y el sexo (léase shows eróticos de voltaje por
lo menos inquietante). En muy pocos lugares se ha logrado un ambiente
de absoluta libertad como el que siempre existió en Ave Porco.
Los límites los ponía la gente, y eso ha funcionado muy
bien aquí, dice Pizarro, que tiempo atrás estuvo
a cargo de otro de los hitos de la noche porteña, el Condon Clú.
Desde pasada la medianoche la cola sobre la calle Corrientes se extendía
por varios metros, nadie se quería perder la despedida definitiva.
Y de alguna forma, la promocionada autodestrucción no hacía
más que anticiparse al destino del viejo edificio de paredes
rosas, próximo a ser demolido. Pero a no desesperar nostálgicos,
que ya hay planes para el futuro. Nuestro próximo paso
será abrir un centro cultural anticipa Pizarro. Queremos
que sea un lugar abierto para muchas disciplinas artísticas,
y además va a tener un fuerte acento en la parte gastronómica.
La pregunta cae al pie: ¿Acaso será ese el destino del
pobre chanchito?