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Jueves 20 de Enero del 2000
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Dez Fafara, una nueva adquisición para la galería del del heavy metal, confiesa:
“El que me gusta es Enrique Iglesias”

El le puso a sus ratas el nombre de sus managers. Ellos, para estar a la moda, grabaron en una casa embrujada. Son el poder de la nueva generación. Estamos hablando del cantante de Coal Chamber y de Coal Chamber, los más serios aspirantes a la sucesión de Rob Zombie y Marilyn Manson en el trono del rock duro de miedo. En esta producción, el No te regala (además) un repaso por las mejores criaturas salvajes de un género que se niega a morir y la actualidad –sí, la actualidad– del (ahora) dolape ex Marilyn.

ENTREVISTA: MIGUEL MORA
PRODUCCION: MARIANA ENRIQUEZ
Y ROQUE CASCIERO


Las mascotas del llamativo cantante de Coal Chamber son dos ratas negras que se llaman Sharon y Ozzy. A Dez le gusta jugar todo el día con ellas. Los animalitos en cuestión llevan esos nombres por sus managers, nada menos que Ozzy Osborne y señora. En el catálogo de excentricidades que rodean a toda banda de heavy metal (¿todavía se dirá así?) se cuenta, además, que la banda grabó su nuevo disco Chamber’s Music (Música de cámara) en una casa embrujada de Massachusetts, y la bajista, Rayna, dice que vio espíritus durante las sesiones. Decoraron el estudio con unos peculiares candelabros que ostentaban calaveras y rosas negras. No por nada llaman a su estilo spooky core, algo así como “core-escalofriante”. El marketing freak de Coal Chamber se completa con visitas a los bares fetichistas de Los Angeles: son habitués de uno que se llama Perversion, porque “les gusta dar palmaditas”. Ya saben (o se imaginan) dónde. Además, últimamente Dez se la pasa escuchando black metal bien satánico, y su banda favorita es Emperor. Con el cuerpo cubierto de tatuajes, cuero, mucha bijouterie siniestra y un maquillaje importado del infierno, Dez Fafara es un chico de póster del rock terrorífico, a la altura de Rob Zombie y Marilyn Manson.
Pero, más allá de la –a esta altura predecible– preferencia por todos los lugares comunes de la oscuridad, el nuevo disco de Coal Chamber es muy interesante, y la banda se ha convertido en la amenaza más seria que Marilyn Manson y Korn puedan tener en esta década que comienza. Surgieron en 1997 como una tímida contrapartida de, justamente, los muchachos Jonathan Davis. Buenas canciones, imagen que chorreaba maquillaje y un cantante contrariado: no era una fórmula original, pero resultó efectiva. El homónimo disco debut puso a Coal Chamber en la liga de ascenso. Veinte meses de gira y una irrupción tan increíble como meteórica de Limp Bizkit en la escena del llamado nü metal los dejaron en tercer plano (descendieron, es decir). Hoy con nuevo álbum, Chamber’s Music, parten en busca del terreno perdido y el ascenso deseado. Como Huracán.
En charla telefónica con el No, Dez arranca contando que lo suyo es todo eso (lo mencionado anteriormente) pero que, hoy, en este momento de su vida, es un hombre de familia. Es orgulloso papá de un chico de siete años. Pero la banda, asegura, sigue siendo lo más importante. A pesar de haberle dedicado un tema, “Tylar Song”, las prioridades para él son claras. “Mi hijo entiende que hago lo que más me gusta, y ése es el punto más claro de la relación.” A todo esto, Fafara fue el típico chico criado por padres que preferían discos de rock’n’roll antes que canciones de cuna. “Recuerdo que, cuando era muy chico, mis padres ponían The Doors y para mí era algo común de escuchar. Cuando crecí y escuché a monstruos como AC/DC me vinieron las ganas de estar en una banda de rock.” Y desde ahí, su vida estuvo siempre ligada a la banda que integró. A saber: la grabación del primer disco se produjo al poco tiempo de que Dez terminara una tormentosa relación de pareja. Muchas de las letras de ese debut funcionaron como desahogo para un hombre herido (¿te suena Calamaro?). Un par de años más tarde, la situación ha cambiado. Coal Chamber se estableció como banda, y Dez mantiene un feliz noviazgo con su pareja Anahstasia (quien ilustra con una imagen angelical la tapa del nuevo disco), y convive hace un tiempo con ella en las afueras de Los Angeles, bien cerca de la playa.
–¿Por qué tanto tiempo entre el primer disco y Chamber’s Music?
–Supongo que por leyes del mercado. El álbum debut anduvo muy bien y eso produjo que en total fueran 20 meses de gira. Eso es casi dos años, pero no nos íbamos a perder experiencias como el Ozzfest. Después nos tomamos un tiempo de descanso para poder escribir nuevas canciones, y eso nos dio 35 nuevos temas, que fueron decantando porque queríamos dejar en el disco las que fueran las más originales posibles y eso nos llevó bastante tiempo. Ahora estoy muy orgulloso de las 16 que quedaron. Creoque es el disco pesado más original del año. El resto de los temas irá apareciendo en lados B y bandas de sonido.
–¿Cuáles son las diferencias que marcás entre tu grupo y Korn o Limp Bizkit?
–Aunque me gustan, no considero a esas bandas como de música pesada. Son grupos de hip hop rock. No sólo en sonido y actitud sino también a la hora de vestirse. Tienen una estética muy similar, con rapeos y equipos de gimnasia. Nosotros somos lo opuesto, la antítesis. Usamos cuero negro, maquillaje negro y canciones bien oscuras. No creo que se nos pueda comparar.
Fafara tiene razón. Desde el primer momento, Coal Chamber esquivó los influjos gansta hip hop y focalizó su música hacia un camino más ligado a la tradicional formación de rock duro. Su mélange sedujo a la esposa de Ozzy Osbourne, Sharon, quien los contrató y en la actualidad dirige su carrera. “El apelativo de spooky core vino de los fans y me encantó. El resultado final creo que es dark rock con un mensaje bien positivo. No porque sea oscuro todo tiene que ser negro.” Donde sí apelaron a la variedad cromática fue en la estética. Como una cruza de Marilyn Manson con Orgy, la estética de Coal Chamber atrae a primera vista. Inclusive se conectaron con el estrafalario diseñador de vanguardia Terry King. “Teníamos nuevo disco, entonces queríamos nueva ropa. King me parece un artista maravilloso a la hora de diseñar un vestuario, pero tampoco es un ítem que nos preocupe demasiado. Tratamos de que cada uno desarrolle lo que mejor le parezca. Es más, en general nos enteramos de qué se va a poner el otro en el momento de vestirse.” El resultado final tuvo a Terry King diseñando una línea de ropa exclusiva para el grupo, en breve a la venta en tu tienda amiga.
El disco, dicho sea de paso entre tanto maquillaje y ropa diseñada, tiene el peso suficiente para hacerles un lugar entre los que se disputan quedarse con el cetro del grupo metálico de esta década. Hay buenas canciones –”Tragedy”, “Tylar’s Song”–, un simpático cover de “Shock the Monkey” (ver recuadro) y bastante personalidad. Además de Ozzy, el otro invitado estelar es Elijah Blue, hijo de unos tales Gegg Allman y Cher, que toca teclados en un par de canciones. “Ese pibe es un genio. Es de esas personas artísticamente dotadas, que toca lo que le pongas adelante. Por suerte es amigo nuestro”, dice Dez. Ah, la banda bautizó el primer segmento de su gira como Livin’ La Vida Loco (un mix entre el hit de Ricky Martin y “Loco”, tema de difusión del primer disco de Coal Chamber). Y Dez confiesa algo insólito: “Me gusta Ricky Martin y toda la bola que vino atrás. No hay que olvidarse de que tenemos a un latino en la banda (por Megs Rascón). Pero más que Ricky Martin, me gusta Enrique Iglesias y su tema ‘Bailamos’. Soy de escuchar mucha música todo el tiempo... Si te dedicás a un solo estilo, estás listo”. Bueno. Lo cierto es que el castellano los tiene un poco confundidos. Chamber’s Music incluye una canción titulada “Cucuy” que, según Dez, “es la manera en que en español se refieren al boogeyman”. A lo que Dez se refiere, en realidad, es al cuco, el hombre de la bolsa, el que iba a venir si no tomabas la sopa. Habrá que escuchar más a Enrique; o a Ricky, entonces.

Como de Sorpresa y media
Para su número de enero, la revista inglesa Q arregló que hombres de su staff se incorporaran por una noche a ciertas bandas como Gomez, The All Seeing I y Coal Chamber. Sin dudas, el que mejor la pasó fue Steve Lowe, el que se unió a la banda del protagonista central de esta página. El periodista se encontró con Coal Chamber en Colorado Springs, Estados Unidos, cuando la gira de ¡20 meses! del grupo apenas comenzaba. Lowe debió someterse a un cambio de look: para que efectivamente pareciera el quinto miembro de la banda, dejó que le tiñeran el pelo de negro y lo maquillaran. Durante una entrevista radial, además de confesar una adicción por los bares de strip tease, Fafara aprovechó la oportunidad para presentar a su nuevo guitarrista y vocalista. Según el baterista Mickey Cox, su efímero compañero era Hung, una ex estrella del porno europeo. Durante el show de esa noche, Lowe salió a cantar al final, en “Sway”, siguiendo el consejo de Fafara de “salir y gritar como nunca antes” como forma de calentar las cuerdas vocales. Al día siguiente, la banda lo invitó a Denver, donde se le permitiría tocar la guitarra (ver foto). El periodista tocó el Abismo del Metal Gótico –ya que no el cielo- con las manos. Esa misma noche, en un bar, logró escuchar cuando una chica de labios pintados de negro le preguntaba a su novio quién era ese tipo que provocaba que todos se apartaran de su camino. “Es el guitarrista inglés”, contestó el muchacho, mientras Lowe hinchaba el pecho. Su conclusión: después de haber tocado con Coal Chamber “nada volverá a ser igual que antes”.


¿Qué es la de vida de aquel muchacho Manson?
El Artista Formalmente
Conocido como...
Al estilo del idénticamente excéntrico (y molesto) Artista Formalmente Conocido como Prince, Marilyn Manson ha seguido ese camino. Entonces, ha decidido dejar de llamarse MM y reemplazó su nombre por un símbolo tomado de la alquimia (la ciencia mística cuyo objetivo último es transmutar los metales en oro –encontrar la piedra filosofal– y el secreto de la vida eterna). Además está pelado, pero aún no está claro si se rapó en serio, o se trata de maquillaje. Omega, su alter ego de la era Mechanical Animals, ha pasado a retiro “ya que era algo que usé para atraer a los compradores en la red de destrucción que planeé desde el principio. Eso no quiere decir que las canciones del disco no hayan sido sinceras, y yo las quise mucho. Pero el personaje fue una sátira que la gente interpretó mal”.
Entretanto, la banda grabó 100 canciones para su próximo álbum, que se llamará In the Shadow of the Valley of Death (“En las sombras del Valle de la Muerte”), será editado a fin de año y se tratará de “la banda sonora de un mundo vendido a niños y después destruido por ellos”. El ex MM dice que lo grabaron en el Valle de La Muerte de California (el último hogar conocido de la Familia Manson –la de Charlie– antes de ser atrapados por la policía en 1969). Además, agregó, su único contacto con la humanidad a partir de este momento será a través de su website. Que en estos momentos además contiene una sección con pinturas del mismísimo, la mayoría acuarelas, y todas muestran rostros bestiales.



Haciendo la del mono
Es tendencia. En 1996 Marilyn Manson alcanzó la masividad gracias a una retorcida versión del clásico de Eurythmics “Sweet Dreams”. Un año más tarde, Limp Bizkit repitió los pasos con “Faith”, aquella de George Michael. A principios de 1999, Orgy invadió las radios de Estados Unidos con “Blue Monday”, clásico de clásicos de New Order. No debería pasarse por alto a Machine Head y su digna versión de “Message In A Bottle”. En los meses finales del milenio, Coal Chamber decidió que el primer corte de su nuevo disco sea “Shock The Monkey”, himno del mejor Peter Gabriel en su etapa solista. Para el caso llamaron a Ozzy Osbourne como villano invitado. El resultado, aunque suene oportunista, es interesante. “Cuando Marilyn Manson hizo ‘Sweet Dreams’, sonaba a Marilyn Manson. ‘Faith’ sonaba como si fuera una canción de Limp Bizkit, y la de Orgy suena como la original de New Order. Lo que nosotros quisimos hacer fue que sonara como una canción de Coal Chamber. Trabajé mucho en las armonías vocales y a eso se le sumó la voz de Ozzy, que fue un sueño hecho realidad. Hacía cinco años que teníamos en la cabeza hacer este tema, no es mi culpa si se juntó con el resto de las versiones que andan dando vueltas. Siempre nos gustó la canción porque es muy oscura”.Continúa