MARTA DILLON
Consejos
útiles para el hombre y la mujer: l Comprar forros en el supermercado.
Son más baratos, vienen de a muchos y en variados colores y texturas,
aunque como siempre lo mejor es seguir la tradición y no tratar de innovar
con los preservativos sino usando la imaginación. Los texturados –para
mayor placer de ella, según la publicidad– no te hacen ni cosquillas,
los lubricados dejan un gusto rancio ahí donde a muchas de nosotras
nos gusta poner la boca, ni hablar de los saborizados –¡hay hasta con
gusto a curry!– que te pueden llegar a dar arcadas y no exactamente
porque estés jugando a garganta profunda en versión vernácula, sin contar
las posibles urticarias, alergias e inflamaciones que te inhabilitan
por lapsos prolongados. l No por obvio vamos a dejar de insistir en
este consejillo: siempre, pero siempre, siempre, llevá un par de forros
de tu caja de 12 en el bolsillo o en la cartera o donde quieras, pero
a buen resguardo de otros elementos punzantes –siempre hay de eso en
la cartera de una o en el bolso de él– que puedan dañar a nuestros fieles
amigos. No olvidemos nunca ver la fecha de vencimiento, no vaya a ser
cosa, más si uno atraviesa las estepas de la soledad y la caja que previsoramente
se compró en el supermercado se marchita en la mesa de luz como las
margaritas silvestres a poco de ser cortadas. En esos casos recomiendo,
cada tanto, abrir uno y jugar con él ya sea poniéndoselo a tu masajeador
–llamémoslo de forma elegante– o a ti mismo, según sea el caso. Nada
te da una idea más acabada de tu soledad que la fecha de vencimiento
de los preservativos, así que lo mejor es usarlos. Como sea. l Aun para
las que se jactan de estar siempre listas, el lubricante puede ser un
buen compañero, siempre estando alerta de que se trate de productos
elaborados a base de agua o siliconas –el Kemial, a riesgo de hacer
un chivo, es bastante fácil de conseguir (en el súper, por ejemplo)
y da buenos resultados. También hay uno que se llama Caricias húmedas
y que se calienta en contacto con la piel... ¡Hmmm!–. El lubricante
mejora la sensibilidad que algunos dicen perder con el látex y además
evita accidentes como la rotura del mismo. Hay quien dice también que
si antes de ponerle el forro le ponés en la puntita una gota de estos
productos, él lo va a pasar mucho mejor. Todo es cuestión de probar.