1999
Tres generaciones de kosovares huyen de los serbios rumbo a Macedonia
Allí
estaré esperándote
POR ARTURO CARRERA
(...) La atención consiste en encontrar en esta foto el mismo cuerpo
perdido en cada día. El mismo hilo de la fuerza que nos llevaba al laberinto
de las voces oídas. La voz de �pá�, �má�, �vení�, �¿estás ahí?�, en
la cisterna de las palabras atendidas. Allí estaré, deseándote. Que
me hables. Sólo así. Allí execrando el poder de los embustes, las teorías,
los saberes que en el cuerpo como un tatuaje te hacen persistir y odiar
a las propias palabras consentidas, alcanzadas por indiferencia, por
rencor, por error puro. Indiferente en ellos, diferente en mí. Allí
estaré esperándote �amor. De palabras más rico pero más vacío. Sólo
dolor parecen las sensaciones y extensión, aunque ausente. Niegan incluso
tu derecho a odiar la guerra y sus acciones. Incluso el tacto, incluso
el sabor y esa mano pequeña que lleva la del padre herido como un juguete
de fuego, como un divino cordón hacia otra parte, hacia otros límites
desconocidos, hacia otra escollera inmaterial, de secreta paciencia:
el dolor y su �ciencia� imponen entre palabras un deseo. El dolor como
�deseo� la única posibilidad.
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