Hello, my dear léctor, how are you? You know that the teacher is the classroom, and Tom has a pencil, but... Who is the president, the new president of the United States? Aunque usted no lo crea, lector, estas elecciones no fueron como cualquier otra. Mejor dicho, sí fueron como cualquier otra, pero no como cualquier otra de los EE.UU., sino como unas de... de... de... ¡¿ningún país tuvo elecciones así, que cada candidato se atribuye el triunfo, y no se sabe quién ganó durante más de una semana!? Quizás sea otra cosa. Quizás si pasa algo así en Nigeria, Burundí o Camerún no se entera nadie, se arma un despelote, pero regional, los diarios se ocupan de un partido de fútbol, y listo. Si pasa en la Argentina o en Brasil, se ponen nerviosos los mercados, se arma un “efecto caipirinha, o moscato”, y el mundo civilizado nos mira con cara de pintorescos y se siguen ocupando de sus cosas.
Pero que semejante cosa pase en los EE.UU.; eso es lo increíble. Ellos que tienen la democracia más vieja del mundo en actividad (la república romana, o la ateniense, no puede ser considerada); ellos, que se jactan de intervenir no sólo en su territorio nacional, sino también en “su” territorio extranjero, cada vez que la democracia está en peligro y se ilumina la batiseñal. ¿Actuarán ahora los “campeones de la justicia”? ¿Será Batman quien defina al nuevo titular de la Casa Blanca? ¿Nos mirarán con envidia, porque nosotros no tenemos más colegio electoral y elegimos nuestro presidente de la forma más simple: el que tiene más votos gana, y listo, siempre que los acreedores no se opongan?
El presidente de los EE.UU. es el hombre más poderoso del mundo, dicen, tiene más poder que Bill Gates, juega como Maradona, canta mejor que Sinatra, Palito y María Marta juntos, es un hombre que puede decidir para dónde va a girar la Tierra durante 4 años, u 8, si lo reeligen. Y esta vez, no saben quién va a ser el que suceda a Bill Clinton ¿Y si le piden a Monica Lewinsky que decida ella? Por ahí es la persona adecuada, y tiene un método idóneo. Nunca se sabe.
Nosotros, Sátira/12, cubrimos ese tiempo tan extraño que será recordado en la historia como “Cuando los EE.UU. no sabían quién iba a ser presidente”. Nos vemos la semana que viene, lector.