¿Otra
vez crisis, lector? ¿No está usted un poco harto de
que cada vez que el Presidente o alguno de sus ministros estornuda,
amenaza con renunciar o mira hacia arriba a ver si llueve, los mercados
tiemblan, las tasas de interés suben, lo sueldos se ajustan,
cunde el pánico en la Bolsa, y los ejecutivos se tiran, no
desde las ventanas como en Wall Street, sino a las piscinas de sus
palacetes a descansar mientras la gente común la ve pasar
tan, pero tan de lejos que parece como si fuera en otro mundo?
¿Tan vulnerables somos, lector? Y no estoy hablando de ninguna
novela de la tele, aunque debo reconocer que a veces el noticiero
es lo más parecido a un teleteatro que se haya conocido:
siempre hay un terrible secreto que no se puede develar, algo oculto,
un malo muuuy malo que tiene engañados a todos durante muchos
años, los inocentes protagonistas que tratan de sobrevivir,
pero una y otra vez son defraudados. Hasta que al final, triunfa
el bien... ¡ay, no, ahí no, eso es distinto, por eso
se dice que los teleteatros reflejan la vida real, pero no son lo
mismo, ahora entiendo!
Se dice que con el crédito del FMI nos salvamos, pero no
se entiende de qué nos salvamos. Se dice que tenemos tantos
acreedores que no podemos sentarnos a conversar con ellos porque
no entrarían en la cancha de River, y además hablan
en más de 100 idiomas diferentes. Algunos hablan de la vuelta
del Estado ¿estuvo alguna vez? De verdad, digo, como proyecto
de bienestar para todos sus ciudadanos y no para que algún
sector se beneficie a costa de otro... ¿estuvo? Se dice que
la Bolsa es un termómetro de lo que pasa en el país.
Está muy claro dónde nos toman la temperatura, a nosotros.
¿Por qué será, lector que siempre estamos en
crisis? ¿Tendremos un karma, será que nos gusta, nos
fallará el Edipo con España?
No lo sabemos, lector, pero lo que nos queda, porque algo nos queda,
es reírnos del tema. De eso se trata este Sátira/12.
Hasta el próximo sábado, lector.
RUDY
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