Tengo
que ser sincero: yo estoy convencido, voy a ser el próximo presidente,
pronosticó acerca de sí mismo el gobernador de la provincia
de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, haciendo gala de la audacia que lo caracteriza.
Formalizó así, con el comienzo del año 2001, su precandidatura
a la presidencia de la Nación. Embarcado ya en este proyecto, criticó
al gobierno de Fernando de la Rúa. Podría rectificar
el rumbo, tiene un margen importante. Nosotros le dimos muestras de que
queremos ayudarlo, se jactó. Entretanto, cosecha apoyos claves.
Mi candidato a presidente para el 2003 es Carlos Ruckauf,
dijo el vicegobernador, Felipe Solá, para aclarar su rechazo a
acompañar en la fórmula presidencial al gobernador de Santa
Fe, Carlos Reutemann.
Ruckauf planteó que su iniciativa no anula el profundo respeto
que tiene por los posibles rivales de su propio partido como el gobernador
de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el de Santa Fe, Reutemann.
También deslizó que en la disputa puede llegar a participar
el ex presidente Carlos Menem. Yo tengo la decisión y voy
a ser precandidato. Creo que Menem se va a presentar, pero con ellos no
lo hemos hablado. Lo que tengo claro es que soy respetuoso de los liderazgos
locales, dijo en declaraciones publicadas por el diario La Voz del
Interior.
Quien quiera disputar la presidencia, como yo, tiene que disputar
el control, el liderazgo partidario, añadió Ruckauf
anunciando su intención de pelar también por la conducción
nacional del Partido Justicialista (PJ). Menem es el que tiene la
mayoría de la estructura partidaria y tiene que decidir cuándo
convocar la elección, explicó.
El gobernador de la mano dura, partidario de meter bala
a los delincuentes, viene dando varios pasos en aras de pulir su
imagen para poder aspirar al sillón presidencial. La semana pasada
anunció su plan de candidatear para el Premio Nobel de la Paz a
las Abuelas de Plaza de Mayo. Ruckauf, sin embargo, no sólo carece
de antecedentes de alguna clase de militancia por los derechos humanos.
Pasó por el gobierno de Isabel Martínez de Perón
y firmó en 1975 el decreto de aniquilamiento de la subversión
en que los militares se ampararon para dar pie al terrorismo de Estado.
Ahora, para nutrir su temprano discurso de campaña, ha optado por
incluir también críticas al gobierno nacional de turno.
Reconoció que existe una creciente tensión social
y hay que tratar de que esto no se desate, porque hay mucha gente desocupada
y ausencia de crecimiento económico. Pero, a su vez, derivó
las responsabilidades: Hay que cambiar el rumbo de los acontecimientos,
pero es un tema que le corresponde al Presidente, reprochó.
Por su parte, el vicegobernador bonaerense, Felipe Solá, salió
a responder a la sugerencia de Reutemann de acompañarlo en una
fórmula presidencial. Quiero dejar perfectamente aclarado
que mi candidato a presidente para el 2003 es Carlos Ruckauf, dijo
para explicitar su rechazo al gobernador santafesino. Ningún
dirigente nacional está tan capacitado como el doctor
Ruckauf para sacar a la República Argentina de la crisis que vive,
redundó. Su conocimiento de la economía, su sensibilidad
social y su capacidad de conducción son una oportunidad única
que los argentinos no podemos desperdiciar, elogió.
En un comunicado Solá señaló que le parece muy
prematuro hablar de candidaturas y agregó que su mayor
objetivo político sigue siendo ser gobernador de Buenos Aires.
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