Por Fernando Cibeira
Carlos Chacho Alvarez
todavía no precisó el lugar que podría ocupar en
su vuelta al Gobierno o a sus cercanías. Un espacio que no sería
ni público ni institucional, según deslizó
en el reportaje que publicó el domingo Página/12. Pero mientras
se crea ese sitio indeterminado y alentados por algunas encuestas
hombres cercanos al presidente Fernando de la Rúa piensan que Alvarez
bien podría ser el candidato a senador de la Alianza en la provincia
de Buenos Aires, un distrito en el que el Gobierno se jugará buena
parte de sus chances de triunfo en las elecciones legislativas de octubre.
En la entrevista con este diario, Chacho fue evasivo. No tengo en
mente ser candidato, respondió, escueto. Pero la posibilidad
de que Alvarez aspire a una banca en la misma Cámara que conmovió
con sus sospechas de sobornos está latente en cualquier conversación
informal sobre candidaturas que se produzca entre dos dirigentes de la
coalición. ¿Y qué va a hacer Chacho? ¿Va
a estar hasta el 2003 sin ningún cargo?, razonaba la semana
pasada un importante dirigente delarruista que suele participar de los
armados de campaña. ¿Y qué mejor candidato
que Chacho como símbolo del nuevo Senado que va a asumir a fin
de año?, agregaba.
Ante este razonamiento, la alternativa lógica es que Chacho sea
cabeza de lista en la Capital Federal, donde se mantiene como el dirigente
de mayor predicamento pese a que en los últimos tiempos ascendió
su imagen negativa. Pero para la Capital distrito aliancista por
excelencia, a la Rosada se le presentan variantes potentes como
la vicejefa del gobierno porteño, Cecilia Felgueras, o el ex jefe
de Gabinete Rodolfo Terragno.
Por eso, entre quienes vienen imaginando alquimias para las elecciones
legislativas, la posibilidad de que Chacho salte a la provincia surgió
junto con la primera encuesta que le dio por encima de Eduardo Duhalde,
luego de la renuncia a la vicepresidencia. Es más: el diario La
Nueva Provincia, de Bahía Blanca, publicó la semana pasada
un sondeo que colocaba a Chacho en punta con el 21,3 por ciento de intención
de voto, seguido de Duhalde con el 19 por ciento, mientras que Raúl
Alfonsín quedaba relegado al tercer lugar con el 12,2 por ciento.
En tanto, el sacerdote Luis Farinello amaga con convertirse en la estrella
de la campaña, mordiéndole a la Alianza desde la centroizquierda:
esta encuesta lo dio cuarto, pero según los consultores viene en
franco ascenso.
No obstante, según los encuestadores que habitualmente tratan con
el Presidente, Alvarez se habría estancado o hasta bajado en las
simpatías de los bonaerenses. La última encuesta no
anduvo bien, explicaba el hombre de confianza de De la Rúa.
En general, Alvarez mantiene una buena imagen en todo el país
pero ahora aflojó justo en la provincia, sostenía.
Sin embargo, en las encuestadoras oficiales trabajan pensando en cuál
podría ser el candidato que le agregue un plus de adhesiones a
lo que consigue la Alianza como partido en territorio bonaerense, que
va del 25 al 30 por ciento. Hasta ahora, el candidato puesto para la provincia
es Alfonsín pero lo cierto es que no hay sondeos en los que el
ex presidente aparezca por encima de Duhalde. Hay que competir contra
el PJ que tiene un piso muy alto. Por eso, es fundamental conseguir un
candidato que entusiasme a distintos sectores, sostenía una
encuestadora que suele hacer trabajos para la Rosada.
Cuando a Alvarez le sacan el tema responde que no puede ser candidato
en la provincia porque al final nunca hizo el cambio de domicilio que
circuló como versión cuando se habló de su posible
candidatura a gobernador. En verdad, la importancia del trámite
es relativa. Según la ley electoral, basta concurrir a la Justicia
con comprobantes de servicios públicos o, también, con dos
testigos que acrediten que Chacho frecuentó con asiduidad en su
quinta de Ezeiza durante los últimos dos años para que le
permitan presentarse como candidato. Así que la traba para Alvarez
no pasará por lo formal. Seguro, más complicado será
convencer a Chacho de jugar unapartida con tantos riesgos o persuadir
a Alfonsín de la bondad de dar un paso al costado.
Vacaciones en el sur
A diferencia de los hijos del Presidente, Carlos Chacho
Alvarez acató las sugerencias de la Secretaría de
Turismo sobre pasar las vacaciones en el país. Por esta vez,
el ex vicepresidente desechó una nueva incursión por
las playas brasileñas que lo suelen tener como huésped
y eligió la patagónica Villa La Angostura como lugar
de veraneo para la primera quincena de enero. Igual, no será
todo descanso en las vacaciones de Chacho. Mientras disfruta del
relajante paisaje sureño, también monitoreará
los preparativos de la reunión de la mesa nacional del Frente
Grande, prevista para el 15 de enero. Según adelantó
Chacho en el reportaje que publicó Página/12 el domingo,
propondrá que en ese encuentro el Frente tome como suyas
las propuestas que le llevó al presidente Fernando de la
Rúa y haga un seguimiento de cada una de esas alternativas
que hoy estudian en la Rosada.
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EL
FREPASO TEJE CONTRA EL DECRETO PREVISIONAL
Una comisión para sumar al PJ
El diputado del Frepaso Alfredo
Villalba anunció ayer la creación de una Comisión
Parlamentaria Pro Derogación del Decreto Previsional, que se reunirá
mañana por primera vez. Ya se sumaron unos 20 frepasistas, pero
el objetivo es incorporar a diputados del PJ con los que ya hubo
algunos contactos aislados para lograr la nulidad de la reforma
del sistema jubilatorio dispuesta por el Gobierno.
La modificación del régimen previsional fue uno de los cinco
decretos anunciados la semana pasada por Fernando de la Rúa. Desde
un primer momento, Carlos Chacho Alvarez dio instrucciones
a los legisladores de su partido para oponerse a la medida. Según
el jefe del Frepaso, la reforma es un golpe a la clase media en los comienzos
del año electoral y una nueva concesión a los organismos
internacionales. El fin de semana pasado, Chacho dijo a este diario que
dejaría que sus diputados actúen según su conciencia.
Rápidos de reflejos, los legisladores del Frepaso anunciaron que
agotarán las instancias hasta lograr la derogación del decretazo.
Lo harán en marzo, cuando se retomen las sesiones ordinarias, a
través de una ley que declare la nulidad de la iniciativa presidencial.
Pero los diputados frepasistas, aunque confían en sumar a algunos
radicales, no alcanzan en el número necesario para sancionar una
ley. Por eso, el objetivo es sumar a los legisladores del PJ. Eso es justamente
lo que se propone Villalba con la idea de formar una comisión,
a la que ya se incorporaron, entre otros, los frepasistas Jorge Giles,
Gustavo Cardesa, Alicia Castro y Ramón Torres Molina.
Necesitamos trabajar en los próximos meses sobre la Ley de
Reforma Previsional para lograr el debate con todos los actores involucrados
en la temática. En caso contrario, si el Presidente insiste con
esta medida, tendrá que justificar tanta necesidad y tanta urgencia,
señaló ayer Villalba.
Mañana se realizará la primera reunión, a la que
están invitados legisladores de todos los partidos. A pesar de
que las fiestas y el verano hicieron que muchos se ausentaran de la Capital
Federal, la idea es contar con la presencia de representantes del peronismo.
Villalba ya inició algunos contactos y la recepción fue
favorable. Es lógico: el justicialismo no quiere dejar pasar el
conflicto por la reforma previsional, una oportunidad ideal para meter
una cuña entre los socios de la Alianza.
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