Por Diego Schurman
y Pablo Feldman
El acto de lanzamiento
de Carlos Menem será su casamiento con Cecilia Bolocco.
Informal, sereno y lejos de cualquier tono de burla, Carlos Reutemann
acercó ayer el dato farandulesco que, a su entender, condimentará
la interna justicialista. Pero no fue el único vaticinio. También
habló de sus propios límites para presentarse como precandidato
a presidente. Y si Menem efectivamente va a la pelea con Ruckauf,
yo hago un paso al costado. No juego, volvió a sorprender
el gobernador de Santa Fe.
Reutemann conversó con Página/12 poco antes de partir a
Boston, Estados Unidos, donde ayer fue sometido a estudios para determinar
si será operado de la cervical. No fueron las primeras declaraciones
sobre el tema. Ya lo había hecho, aunque en tono de sorna, cuando
consideró que Menem-Bolocco harían una buena fórmula.
Pero el convencimiento de que habrá una ceremonia de casamiento
terminó dando un nuevo matiz a la interna del PJ.
La frase del gobernador no fue ingenua. En el mundillo político
coinciden en que ese noviazgo mejoró ostensiblemente la imagen
del ex presidente. Para colmo, Reutemann habló horas antes de su
par bonaerense, Carlos Ruckauf, quien se lanzó abiertamente en
la carrera por la sucesión de Fernando de la Rúa. Tengo
que ser sincero: yo estoy convencido, voy a ser el próximo presidente,
había dicho en un reportaje a La Voz del Interior.
La vocación de Reutemann por mostrar que Menem sigue vivito y coleando,
con el anuncio del enlace con la ex modelo chilena, no es la primera espina
del Lole hacia Ruckauf. Como al pasar, el último fin de semana
le había clavado otra cuando con un tenue puede ser
dejó abierta la posibilidad de que Felipe Solá lo acompañara
en una fórmula presidencial.
Tal revuelo se generó con esas dos palabras que el propio vicegobernador
de la provincia de Buenos Aires debió salir al cruce del Lole para
asegurar que su candidato a presidente es Ruckauf.
Reutemann siempre se vio como un aliado de Menem. En especial en la última
campaña presidencial, donde desistió de pelear la interna,
seguro de que saldría la re-reelección. Tampoco quiso jugar
de número dos. Por eso no aceptó ni acompañar al
riojano y mucho menos a Eduardo Duhalde, quien también lo tentó,
a pesar de que ya se había asociado con Ramón Palito
Ortega.
En ese marco, donde resalta la empatía del ex piloto con Menem,
se entendieron ayer las críticas a Ruckauf de hombres ligados al
reutemismo, como la del diputado por Santa Fe, Oscar Lamberto,
quien se quejó especialmente de la adicción
del bonaerense a las encuestas. En la intimidad, el propio Reutemann muestra
habitualmente su sorpresa por el nivel de información de Ruckauf,
que dice supera a la que tiene el propio Presidente
de la Nación.
Claro que entre lo que dice Lamberto y Reutemann también hay una
diferencia, no menor. Mientras el diputado se anima a criticar a Menem,
al gobernador, como sucedió en la última campaña
presidencial, no se le cruza por la cabeza participar en una interna contra
su amigo riojano, aquel que lo introdujo en la vida política.
DE
LA SOTA NO SIGUE LOS PASOS DE RUCKAUF
No sería bien visto en Córdoba
No sólo
desde el Gobierno reprobaron ayer la decisión de Carlos Ruckauf
de empezar el 2001 asegurando que será presidente en el 2003. El
propio mandatario cordobés y eventual competidor interno del PJ,
José Manuel de la Sota, marcó distancia. Recién
llevo un año y medio de gobernador, es muy poquito tiempo. Plantearle
hoy a la gente una candidatura en Córdoba no sería bien
visto. A mí me eligieron para gobernar Córdoba, dijo.
Ruckauf había dicho: Soy absolutamente sincero: creo que
voy a ser el próximo presidente, e inmediatamente generó
la reacción en el Gobierno y en su propio partido.
La ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, directamente
relacionó la frase con una reciente propuesta del bonaerense de
eliminar su cartera. Tiene intencionalidad político-electoral.
Y por si alguna duda nos quedaba, aparece en los medios esta declaración
de Ruckauf que quiere ser presidente en el 2003, observó
la ministra.
Por su parte, el secretario de Turismo, Hernán Lombardi, se refirió
al tono meramente especulativo de la declaración de
Ruckauf. Que deje de hacer cálculos electorales y se dedique
a gobernar la provincia, aseguró en el programa de cable
Del arco político.
En el PJ hubo críticas y toma de distancia. Si De la Sota dijo
que no es tiempo de hablar de candidaturas, un aliado suyo, el diputado
cordobés Teodoro Funes, acusó de Ruckauf de jactancioso
y soberbio por haber lanzado apresuradamente la candidatura
cuando la gente tiene otras preocupaciones.
En cambio, el legislador Oscar Lamberto, aliado de Carlos Reutemann, le
recordó al gobernador bonaerense que para ser presidente primero
deberá afrontar una interna con su par santafesino y seguramente
con Carlos Menem. El menos duro, sorprendentemente, fue el menemista Alberto
Kohan, quien avaló la frase de Ruckauf con otra de Juan Domingo
Perón. Cada peronista tiene en su mochila el bastón
de mariscal
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