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EL LIDER PALESTINO ARAFAT ESTA EN WASHINGTON PARA DISCUTIR EL PLAN DE PAZ
Entre mimos de Clinton y amenazas de Hamas

Mientras Yasser Arafat discute con Bill Clinton el plan de paz propuesto por la Casa Blanca, los líderes del movimiento islámico Hamas lo amenazan de muerte si no exige el regreso de los refugiados y la soberanía sobre Jerusalén como capital del nuevo estado palestino.

Bill Clinton está empeñado en encontrar un acuerdo de paz en Medio Oriente antes del 20 de enero, cuando abandonará la Casa Blanca.

Por Ewen MacAskill
desde Ramallah, Cisjordania

La organización islámica armada Hamas amenazó ayer de muerte a Yasser Arafat, advirtiéndole que dirigiría en su contra una campaña de terror si aceptaba el acuerdo de paz propuesto por Bill Clinton. Ayer en Washington estuvieron reunidos el líder palestino y el presidente norteamericano por dos horas en la Casa Blanca, prolongando un encuentro que sólo estaba programado para durar 90 minutos. No hubo comentarios al salir ni al entrar, y se anunció una nueva reunión.
El líder de Hamas en Cisjordania, Hassan Youssof, acompañó su estremecedora advertencia con la predicción de que Arafat se vería forzado a rechazar el acuerdo propuesto. Hasta ahora, Hamas, la más temida de las guerrillas palestinas, sólo atacó objetivos israelíes. Aunque se opone desde hace tiempo a las negociaciones de paz de Arafat, ahora está amenazando con extender su campaña de violencia contra el liderazgo de la Autoridad Palestina. Youssof dijo a The Guardian que el gran peligro político para Arafat consistía en perder el apoyo de su propia organización, Fatah, que –sostiene– había establecido sólidos lazos con Hamas desde que la Intifada comenzó en septiembre.
La advertencia de Hamas integra la enorme presión que tiene sobre sus espaldas Arafat, quien ayer se encontró con Clinton para discutir el plan de paz norteamericano. Youssof dijo que los tres elementos clave del acuerdo de paz propuesto –el destino de los refugiados palestinos, el futuro de Jerusalén y la división territorial– eran inaceptables. Youssof, de 49 años, que estuvo encarcelado por Israel y la Autoridad Palestina, insinuó que Israel podía esperar un regreso de los atentados suicidas, una campaña que creó el terror en Israel entre 1994 y 1996. Israel sufrió dos grandes explosiones con bombas la semana pasada, una en Tel Aviv y la otra, la noche del lunes, en la ciudad costera de Netanya en la cual 30 personas resultaron heridas. La policía israelí dijo que se cree que quien puso la bomba es uno de los heridos en condición crítica. Hamas describió las bombas como el “derecho sagrado” del pueblo palestino, pero no aceptó la responsabilidad por los atentados, que se atribuyó un grupo mal conocido, la Vanguardia del Ejército Popular. Hamas a menudo niega responsabilidad para evitar el castigo y la venganza. La organización, en parte financiada por el millonario saudí Osama bin Laden hasta su huida de Sudán en 1996, fue fundado en 1987, durante la primera Intifada.
El primer atentado suicida de Hamas mató ocho israelíes cuando un auto cargado de explosivos irrumpió en una multitud en el norte de Israel en abril de 1994. El promedio de víctimas durante los dos próximos años fue alto, así como la presión sobre los israelíes: la buena disposición para morir en el atentado de quienes los cometían significaba que el golpe podía caer en cualquier parte de la manera más inspirada. La campaña llegó a su fin cuando Arafat, bajo presión israelí, encarceló a 900 integrantes de Hamas, mucho de los cuales fueron liberados desde entonces. Arafat luchó contra Hamas con la CIA y la inteligencia israelí, Mossad.
Youssof dijo que no podía anticipar qué células de Izzedine al-Qassem, el brazo armado de Hamas, estaban planeando atentados suicidas “como una justificada respuesta palestina al uso israelí de todas las armas en su arsenal, además de las nucleares y químicas”. Si, como espera Youssof, Arafat no tiene otra opción más que rechazar el acuerdo por la división que éste crearía entre los palestinos, entonces Hamas y Fatah unirían fuerzas con otros grupos palestinos en un esfuerzo conjunto contra Israel. “Fatah está ahora con Hamas”, resume Youssof.
Confrontados con israelíes que matan palestinos, Youssof dijo que los palestinos no tenían opción: “Si alguien viene y mata a uno o dos de nuestros hijos, ¿les vamos a dar rosas o vamos a pelear?”
Hamas resultó cada vez más aislado dentro de la sociedad palestina a causa de su oposición al proceso de paz que llevó al acuerdo palestinoisraelí de Oslo en 1993. Pero el apoyo de Hamas creció desde que la última Intifada comenzó en septiembre, especialmente en las universidades. Youssof dijo que la fuerza del sentimiento contra las negociaciones de paz se vería subrayado en las grandes demostraciones planeadas para mañana en Cisjordania. “Siete años de negociaciones con Israel no nos dieron nada de nuestros derechos sino que duplicaron el número de asentamientos judíos, cerraron nuestra economía, destruyeron nuestras casas y hogares, y les dieron el control de todo Jerusalén.”
Israel culpa a Arafat por el renacimiento de la violencia de Hamas porque liberó a muchos integrantes del grupo de la cárcel poco después de que comenzó la última Intifada. Los líderes de la Autoridad Palestina sostienen que, aunque liberaron a los militantes de Hamas cuando las cárceles estaban bajo el ataque de los helicópteros israelíes, casi todos habían sido puestos nuevamente bajo arresto. Parte de la razón por la que Arafat abrió las cárceles fue por las manifestaciones a favor de Hamas en lugares como Nablus.
Sin embargo, Youssof dijo que de los 120 militantes mantenidos en prisiones antes de la Intifada sólo 25 volvieron a entrar a las cárceles palestinas. Más de 1200 están en cárceles israelíes. Admitió que la alianza de las agencias de inteligencia palestina, israelí y norteamericana debilitaron a Hamas. Pero confía en que saldrá con más fuerza en la Intifada.
De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

Claves

* Las dos horas de reunión de ayer en la Casa Blanca entre Bill Clinton y Yasser Arafat no ofrecieron el menor atisbo de que pueda haber avance en las negociaciones para un acuerdo de paz definitivo entre israelíes y palestinos.
* Oficialmente, la reunión tenía el objetivo de clarificar a Arafat algunos detalles de la propuesta estadounidense para continuar las negociaciones.
* Algunos funcionarios señalaron que Clinton podría intentar presionar al líder palestino para que éste acepte sus ideas como base de nuevas conversaciones.
* El tiempo escasea porque Clinton, el principal motor de las negociaciones, deja la presidencia en 18 días, y por la incertidumbre política que existe en Israel, que celebrará elecciones el 6 de febrero.
* El premier israelí Ehud Barak reconoció ayer que es “muy improbable” que haya un acuerdo antes de la marcha de Clinton.

 

ADVIERTEN CON LA GUERRA TOTAL SI SIGUE LA VIOLENCIA
Israel encendió una luz muy roja

Por E. M. A. *
Desde Jerusalén

El primer ministro israelí, Ehud Barak, advirtió ayer que Medio Oriente se enfrentaba a una guerra total si los palestinos no ponían fin a sus ataques a los israelíes. Barak expresó un fuerte escepticismo sobre las posibilidades de que el líder palestino Yasser Arafat aceptara las propuestas de paz del presidente norteamericano, Bill Clinton, y dijo que dudaba de que se lograra un acuerdo antes de las elecciones de primer ministro en Israel el 6 de febrero, dos semanas después de que Clinton cese en sus funciones. Arafat se reunió con Clinton en Washington anoche para conocer más detalles sobre su plan.
En medio de las continuas bombas y disparos en Cisjordania y la Franja de Gaza ayer, incluyendo el asesinato de un granjero palestino por tropas israelíes, Barak dijo que el estado de beligerancia creado por el levantamiento palestino “podría convertirse en una confrontación a gran escala en la región”, y aun poner en peligro los pactos de paz de Israel con Egipto y con Jordania. Barak advirtió a Arafat durante el fin de semana que aceptara el plan de Estados Unidos o Israel impondrá unilateralmente una separación entre ellos y la Autoridad Palestina. La perspectiva de que Israel anexe partes enormes a Cisjordania en una movida semejante significa arriesgarse a involucrar a estados como Siria, Líbano e Irak. Barak dijo: “No lo queremos, pero debemos estar preparados para ello.”
Barak dijo que no iría a Washington a discutir la paz hasta que los palestinos no pongan fin a la violencia. Al mismo tiempo, en respuesta al ataque dinamitero a la ciudad costera israelí de Netanya el lunes a la noche, dijo que todo contacto con la Autoridad Palestina había terminado. “La conducta de Arafat y sus posiciones, y los difíciles ataques de terror de los últimos días, algunos de ellos con miembros de la Autoridad Palestina comprometidos, significa que no podemos continuar los contactos y las conversaciones con los palestinos,” dijo Barak.
El liderazgo palestino, que está bajo enorme presión de toda la sociedad palestina para que rechace las propuestas, emitió ayer detalladas críticas sobre el plan de Clinton. Los negociadores palestinos dijeron que las propuestas “no llegan a satisfacer las condiciones para una paz permanente, recompensan a Israel por establecer ilegalmente áreas en Cisjordania y rechaza el derecho de los palestinos de regresar a Israel”. Después de las conversaciones en la Casa Blanca, Arafat debe discutir los planes con otros líderes árabes en El Cairo mañana. Su ministro de relaciones exteriores, Nabil Shaath, dijo que “primero debemos tener las aclaraciones de Estados Unidos, luego las discutiremos en El Cairo, y luego tomaremos una decisión, a no ser que estas aclaraciones cumplan con nuestras demandas. Pero creo que eso será muy difícil.” Dada la hostilidad que hay entre los palestinos hacia las propuestas de paz de Estados Unidos, le resultará casi imposible a Arafat aceptarlas.
Además de la muerte de un granjero palestino, ayer dos soldados israelíes resultaron heridos por bombas en asentamientos judíos. El ejército israelí intensificó la vigilancia en Cisjordania en los últimos días, sellando muchas ciudades y pueblos palestinos. En una de las muchas confrontaciones en Cisjordania y Gaza, el ejército ayer destrozó con una topadora una casa palestina en el pueblo de Ein Yabrud, directamente frente al asentamiento judío de Ofra, donde un israelí extremista de derecha fue asesinado el lunes.
Haythem Abdel Aziz, de 42 años, carpintero, dijo que él y sus cuatro hijos estaban desayunando cuando llegaron las tropas israelíes para romper con una topadora su casa que mira sobre Ofra. Parado entre los escombros, dijo: “¿Qué hago ahora? Destruyeron mi heladera, mi horno, mi máquina de lavar, las sillas, todo. Quince años de trabajo destrozados con una topadora en 15 minutos”.

* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: C. Doyhambéhère.

 

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