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LA TEMPORADA 2001 PODRIA BATIR UN
RECORD DE CANTIDAD DE ESTRENOS DE FILMS NACIONALES
A las puertas de una sobredosis de cine argentino

A los directores ya consagrados se suma un abultado número de óperas primas y obras de realizadores jóvenes ya terminadas, y una cantidad igualmente importante en proceso de producción. ¿Darán abasto las salas?

Héctor Olivera dirigiendo a Cecilia Roth y Ana Belén en “Antigua vida mía”, que está lista para el estreno.

Luego de una temporada especial para el cine argentino, en la que en comparación con otros años aumentó el número de films estrenados y el volumen de público, al comenzar 2001 el panorama se presenta como al borde de la saturación: abundan las películas terminadas y listas para su comercialización, son numerosos los rodajes en marcha y los proyectos a punto de rodaje se superponen. La situación es compleja, ya que al tiempo que hay una producción posible, pujante y con variedad de propuestas, también es crítica la situación de exhibición. La primera realidad –ver cuadro estadístico– queda clara si se tienen en cuenta los millones de espectadores que en el 2000 llevó a las salas el cine nacional. Lo segundo queda claro cuando se sabe que hubo muchos estrenos que pasaron sin pena ni gloria.
La aparente desproporción entre la gran cantidad de películas realizadas y a punto de rodarse en Argentina y la existencia de una dotación de salas de exhibición que creció en los últimos años, pero que no convino aún la forma de albergarlas a todas, podría provocar un retraso en los estrenos o —aún peor— una saturación del mercado. Cineastas de trayectoria como Juan Carlos Desanzo, Jorge Polaco y Eliseo Subiela esperan respectivamente estrenar sus películas El amor y el espanto, Un viaje por el cuerpo y Las aventuras de Dios, mientras que Eduardo Mignogna acaba de terminar La fuga, con Ricardo Darín y Miguel Angel Solá, y Héctor Olivera hizo lo propio con Antigua vida mía, con Ana Belén y Cecilia Roth. Pino Solanas rodará en junio Afrodita, sobre la novela de Isabel Allende, con Cecilia Roth y la hispana Marisa Paredes, y el escenógrafo cordobés Eugenio Zanetti, ganador de un Oscar por la dirección artística de Restauración, prepara la filmación en su provincia natal de Una aventura espiritual, con Anthony Quinn, Lito Cruz, Norma Aleandro y, quizás, Antonio Banderas.
Pero el recuento de directores no termina allí. Raúl Perrone acaba de terminar Peluca y Marisita, protagonizada por el líder de Los Caballeros de la Quema Iván Noble. Alberto Lecchi, que en el 2000 estrenó tres películas, filmará en febrero Danza bajo la piel, con Julio Bocca, Enrique Pinti y Norma Aleandro. Tristán Bauer está concentrado en los últimos detalles de Iluminados por el fuego, y Juan José Campanella iniciará en marzo El hijo de la novia, con Ricardo Darín. A ellos se suman Alejandro Doria, citado por Oscar Kramer para dirigir en marzo Sandra, la trapera; Pablo César, que concretará Sangre en Buenos Aires y Africa; Pablo Trapero, que prepara El bonaerense, su segundo largo; Daniel Burman, que hace lo propio con Todas las azafatas van al cielo, y Fabián Bielinsky (Nueve reinas), que planea otro film para Patagonik. Otros a punto de comenzar son XXY, que Marco Bechis (Garage Olimpo) filma en Milán y Barcelona y el film sobre Gilda producido por Palito Ortega, con Paola Krum y Damián de Santo. En la misma situación se encuentran dos películas basadas en éxitos de la TV como Dibu III, de Alejandro Stoessel y Carlos Olivieri, y Chiquititas, de José L. Mazza.
En este panorama de filmes terminados y en preparación sobresale una cantidad importante de jóvenes (la mayoría trabajando con bajo presupuesto) que pertenecen a una generación con preocupaciones y voluntades estéticas y narrativas novedosas. La ciénaga, ópera prima de la salteña Lucrecia Martel, ganadora de un concurso de guiones del Instituto Sundance y con grandes chances para ser elegida para la competencia oficial en el Festival de Berlín, es una de las exponentes. También listas para estrenar están No quiero volver a casa, ópera prima de Albertina Carri; Sólo por hoy, primer largo de Ariel Rotter (elegido para una sección paralela del Festival de Berlín); El armario, de Gustavo Corrado (quien también filmará en Francia Garúa); Modelo 73,primer film del salteño Rodrigo Moscoso, y Taxi, un encuentro, de Gabriela David.
Pero la lista de películas en gateras no puede menos que impresionar. Este año esperan llegar a los cines Sábado, del crítico y cineasta Juan Villegas, Estudiantes de La Plata, de Mariano De Rosa (Mala época), La luz de las sombras, de Baltazar Tokman, El retrato de Felicitas, de Alexios Puig, Testigos ocultos, del debutante Néstor Sánchez Sotelo, Lo que buscas es amor, de Sandra Gugliotta, El juego de la silla, de Ana Katz, Rastros, de Andrés Habegger, Vagón fumador, de Verónica Chen, Cacería (tiempo de ganar), del formoseño Ezio Massa, Mercenarios, de Carlos Aguilar, con Osvaldo Sabatini y Catherine Fulop, y el film testimonial H.I.J.O.S. El alma en dos, de Carmen Guarini y Marcelo Céspedes.
El malón de films en lista de espera (además de otros títulos que se encuentran en preproducción o recién comenzados, ver aparte) se completa con La fe del volcán, de Ana Poliak, El cumple y La peli, de Gustavo Postiglione, La libertad, de Lisandro Alonso, Bonanza, de Ulises Rosell, El descanso, del mismo Rosell, Rodrigo Moreno y Andrés Tambornino, El sur de una pasión, de Cristina Fasulino, De cómo mataron a Ernestito Candoni y Los porfiados –ambas de Mariano Torres Manzur–, Cabeza de tigre, de Claudio Etcheverry, Cabecita rubia, del tucumano Luis Sampieri, Campo de sangre, de Gabriel Arbós, Ciudad sin luz, de Juan Arch, I love you Torito, de Edmund Valladares, Enciclopedia, de Duprat, Cohn y De Rosa, ¿Quién está matando a los gorriones?, de Patricia García, y Animalada, de Sergio Bizzio. Así, en esta temporada sobrará materia prima para alimentar al cine argentino. ¿Habrá salas para sostenerlo? Y, sobre todo, ¿habrá público?

 


 

UN BATALLON DE REALIZADORES EN RODAJE, O CASI
Las que todavía no salieron del horno

El stock argentino se vuelve abundantísimo si se suman las películas en proceso de elaboración y los proyectos de segura materialización. Mientras el pampeano Oscar Aizpeolea (Loraldia, el tiempo de las flores y El fuego y el soñador) termina de rodar La rosa azul, Ernesto Aguilar está filmando Mi suegra es un zombie y Diego Soffici, sobrino nieto de Mario Soffici, consuma en Santa Fe Gerente en dos ciudades. También están terminando de filmarse Vacaciones en la tierra, de Sebastián De Caro, una película aún sin título definitivo que el director teatral Augusto Fernandes emprendió con Lito Cruz y Alicia Bruzzo, y el film sobre Rodrigo que dirige Juan Pablo Laplace y protagonizan Agustina Cherri y Beatriz Olave, la madre del cuartetero fallecido.
Las distribuidoras, en tanto, tienen en carpeta films terminados hace tiempo, como Un amor en Moisesville, de Antonio Ottone, Más bien, de Eduardo Capilla; Saluzzi. Ensayo para bandoneón y tres hermanos, de Daniel Rosenfeld; La ciudad del sol, de Carlos Galettini, Contraluz, de Bebe Kamin, Gallito ciego, de Carlos Oves, No muertos, de Alexis Puig, y Rosarigasinos, de Rodrigo Grande. También esperan La felicidad, un día de campo, de Raúl Perrone, ¿Sabés nadar?, de Diego Kaplan, El investigador de ciudades, de Fernando Zago, Mataperros, de Gabriel Arregui y Sebastián Díaz, Los domingos son para dormir, de Yago Blanco. Llamada para un cartero, de Brummell Pommerenck, y Nunca asistas a este tipo de fiestas, de Hernán Sáez, Pablo Parés y Paulo Soria.
A esa lista hay que agregar aquellos que se hallan en preproducción o están por empezar a rodarse, como La mina, de Víctor Laplace, Doña Ana, de Jorge Zuhair Jury; Un oso rojo, de Adrián Caetano (codirector de Pizza, birra, faso), La cruz del sur, de Pablo Reyero, y Bayer, de Eduardo Montes Bradley. Todavía en etapa de proyecto se encuentran La vuelta manzana, de Juan Pablo Buscarini, con guión de Hugo Midón; Besar a Martín, de Gastón y Christian Pauls, Ganas, de Beda Docampo Feijóo, Potestad, de Luis César D’Angiolillo, sobre la obra de Eduardo Pavlovsky, El lado oscuro del corazón 2, de Eliseo Subiela (con Darío Grandinetti), y un thriller escrito por Sebastián Borensztein con Guillermo Francella. En el rubro de coproducciones se cuentan Divertimento (Argentina/España), de José García, con Federico Luppi y Francisco Rabal; Entre los dioses del desprecio (Argentina/ Puerto Rico), de Alfredo Rivas; Los pasos perdidos (Argentina/ España), dirigida por Manane Rodríguez; y El lugar donde estuvo el paraíso, de Gerardo Herrero, con Luppi y Gastón Pauls.

 

Los 30 films más vistos del 2000

 

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