Por Julián
Gorodischer
Los peinados más famosos de los 70 están de vuelta
también en la TV. Junto con las andanzas de Drew Barrymore, Cameron
Díaz y Lucy Liu en el cine, puede verse en Sony los sábados,
a las 14 el formato original de Los ángeles de Charlie, que
aquí se vio originalmente entre 1976 y 1981. De algún modo,
también la televisión debía aprovechar la gigantesca
promoción del film. Pero la película, quedó claro,
no es la remake de aquella serie sino una suerte de postergada segunda
parte. Las chicas del 2000 no reemplazan a las pioneras: la acción
continúa en la misma agencia de investigaciones, sólo que
25 años después. Algunos cambios, no tan sutiles, demuestran
que ha corrido tanta agua bajo los puentes que 25 años parecen
un siglo:
En la película, el apelativo
puta desata la ira de los ángeles. Ellas dejan a sus novios y amantes
engañados para responder al llamado de Charlie, el hombre ausente.
Siempre que puedan, sacarán un provecho sexual de sus misiones.
Sus pares de los 70 cultivan el tono moderado: pueden ser furiosas,
pero con buenos modales. Se enamoran en lugar del sexo casual que promueven
Barrymore y compañía.
Nunca vi una mujer que
apunte a un blanco como tú, piropea un caballero. La dama
en cuestión, Kelly (Jaclyn Smith) sonríe en la serie, y
disfruta del halago, un reconocimiento a su eficacia profesional. La escena
es incompatible con el manual de estilo de Drew Barrymore: Nada
de armas de fuego, insistió la chica (productora y actriz),
y se salió con la suya. Las ángeles... del cine patean y
pegan saltos, cual coreografías, pero jamás gatillarían
un revólver.
Charlie, la voz en el teléfono,
no podía quedar al margen del reciclaje. En la serie, es la autoridad.
En el film esa autoridad incluso es pasada por alto.
¿Por qué
siempre se escapan?, se pregunta Lucy Liu en la película.
Como sus compañeras, relata su aventura en rol de comentarista.
Tiene razón: en la tele, la trama se nutre, muchas veces, de un
escape o un revés en la cacería justo en el punto en que
estaban por conseguirlo. Pero la rubía Farrah Fawcett, la castaña
Kate Jackson y la morocha Jaclyn Smith se dedican a perseguir a sus villanos,
mientras que los nuevos ángeles prefieren reforzar una idea clave:
no se lo están tomando en serio.
Farrah, Kate y Jaclyn parecen
señoras serias. Estudiaron en una academia de policía con
las mejores notas. De allí que fueran reclutadas por Charlie. Se
conmueven con los que sufren y no eluden la escena dramática. Lloran
y se enamoran: no son ligeras. Veinticinco años después,
Charlie perdió el control. Las nuevas comparten una preferencia
por los márgenes (opuestos a cualquier pertenencia) y son incapaces
de sentir algo que no sea el sarcasmo. Sus bloopers finales dejan todo
más claro. ¿Alguien se había creído lo del
secuestro y la persecución en helicóptero? Era sólo
un juego.
Pero, por sobre todas las cosas,
nunca ningún viejo ángel hubiera soñado con las atribuciones
que se toma Barrymore. No es sólo que se reserve una escena de
amor trunco con su verdadero novio, Tom Green, entregado a sus notables
payasadas. Como productora, decide darse un gusto que otras reclamaron
vanamente. Podrá decir ahora que es la única que le vio
la cara a Charlie. El último plano del film es perturbador: una
sonrisa congelada y la mirada extraviada en el final. Y una pregunta que
queda flotando: ¿cómo es eso que Barrymore ha visto?
Susana
no está, pero suma
El programa Codicia,
de Canal 13, con Eduardo de la Puente debutando como conductor, cosechó
8.4 puntos de rating en su primera emisión, el lunes 1 por la noche,
dentro de un panorama de notable baja de encendido. Cancheritos,
el programa de chicos futbolistas que produce Daniel Hadad para América,
debutó en cambio con el pie izquierdo: apenas midió 1.4
entre las 18 y 19. El humor de Café Fashion sumó
5.9 de promedio para Azul en su nuevo horario de las 23, en tanto el noticiero
de medianoche del mismo canal sorprendió con 6.2 de promedio, aunque
eso no le bastó para superar al clásico En síntesis,
del 13, que sumó 7.4. El programa más visto de la jornada
fue el estreno televisivo de la película Esa maldita costilla,
que con Susana Giménez en pantalla, mientras está de vacaciones,
le deparó valiosos 18.7 puntos de promedio a Telefé.
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