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LA BAJA DE LAS TASAS EN ESTADOS UNIDOS DESATO LA EUFORIA
Un día de gloria para Machinea & Co.

Por primera vez en 13 meses, Economía tuvo algo para festejar. El riesgo país cayó por debajo del de Brasil, lo que no ocurría desde la renuncia de Chacho Alvarez. Las acciones treparon 7,2 por ciento y los financistas ya aseguran un año mejor que los dos anteriores. La Reserva Federal de EE.UU. sorprendió al bajar la tasa, dispuesta por el peligro de recesión en ese país.

Alan Greenspan, titular de la Reserva Federal de EE.UU.

Por Claudio Zlotnik

José Luis Machinea tuvo su primer día de gloria como ministro. Luego de más de un año donde todo fue penuria, lamentos y resignación, por primera vez desde que la Alianza es gobierno recibe una ayudita del Tío Alan. Ayer, en forma sorpresiva, Estados Unidos bajó la tasa de interés, medio punto porcentual, lo que debería traducirse en una mejora del humor por parte de los inversores hacia la Argentina y en un abaratamiento en los costos de la deuda. La decisión de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal (banca central estadounidense) hizo volar a los mercados. El índice de acciones líderes MerVal trepó 7,2 por ciento y, en Wall Street, el Nasdaq (panel de tecnológicas) subió 14,2 por ciento, su mayor avance de la historia. También hubo un fuerte descenso en el riesgo país. La euforia de los financistas se trasladó rápidamente al Ministerio de Economía. “Por primera vez desde mediados de octubre, el riesgo argentino es inferior al brasileño”, festejó Julio Dreizzen, subsecretario de Financiamiento. Gracias a la baja de la tasa, la Argentina se ahorrará 185 millones de dólares en el año, calculó el funcionario. En la city creen que la Fed seguirá recortando el costo del dinero a lo largo del año.
La noticia de la rebaja de la tasa se conoció a las 15.15 y, desde ese instante, la carrera alcista de acciones y bonos no se detuvo. Hay que remontarse a un año atrás para encontrar un aumento tan sustancial de las acciones. Por su parte, los títulos públicos subieron entre 1 y 2 por ciento. El optimismo se desplegó por los recintos de la región. La bolsa brasileña avanzó 7,6 por ciento; México mejoró 5,4 por ciento; y, en Nueva York, el índice Dow Jones recuperó 2,8 por ciento. El consenso entre los financistas era que la Reserva Federal iba a decidir un abaratamiento en el costo del dinero en su próxima reunión de los días 30 y 31. Pero Greenspan se adelantó y, como no lo hacía desde octubre del ‘98, en plena crisis internacional tras la quiebra de Rusia, movió la tasa sin esperar el encuentro formal de directores de la Fed.
¿Qué lo motivó? Los últimos indicadores estaban mostrando una brusca desaceleración de la economía estadounidense. Menores ventas navideñas, baja pronunciada en la actividad fabril y en la construcción y caída en la confianza de los consumidores. En opinión del banquero, existía serio peligro de que, tras una década de expansión, Estados Unidos podría caer en recesión. Y actuó con el claro objetivo de evitarlo, bajando la tasa de corto plazo (que sirve de referencia para el resto del sistema) del 6,5 al 6,0 por ciento. De esta manera, Greenspan empezó a desandar el camino iniciado en junio del ‘99, y que duró todo un año, cuando elevó la tasa del 4,75 al 6,5 por ciento para alejar los fantasmas de un rebrote inflacionario dada la impresionante expansión de la economía. Ahora el enemigo es otro. En vez de la inflación, apareció el peligro de la contracción.
Precisamente, la racha alcista del costo del dinero coincidió con el año inaugural de Fernando de la Rúa en la Casa Rosada. El nuevo gobierno, que llegaba al poder con el objetivo de ordenar las cuentas fiscales y, con ello, abrir las puertas a una baja de la tasa capaz de reactivar la economía, chocó contra las necesidades del Tío Alan. La atracción que significó para los financistas obtener altos rendimientos en un mercado seguro como el estadounidense ayudó a secar la oferta de dinero que el Gobierno necesita para refinanciar su deuda. Conseguir los fondos se hizo muy caro y Machinea le dijo adiós al “círculo virtuoso” que salvaría a la economía.
Junto con el de Ecuador, el riesgo argentino resultó el que más bajó en la región: de 791 a 728 puntos (implica una sobretasa del 7,28 por ciento), quedando dos puntos por debajo al riesgo brasileño, a pesar de que la calificadora Standard & Poor’s mejoró ayer su nota. “Este descenso ayudará a abaratar el crédito tanto para el sector público como para el privado. Se está normalizando el panorama”, estimó Dreizzen. Conseguido elblindaje financiero, que da certezas de que la Argentina podrá cumplir con sus obligaciones de deuda, el entusiasmo entre los miembros del equipo económico se basa en que, esta vez sí, la suerte está de su lado y lograrán dar vuelta las expectativas de inversores y consumidores. Norberto Sosa, economista de la casa bursátil Raymond James, cree que Economía tiene motivos para el entusiasmo. “Sin dudas, este año van a llegar más capitales que en 2000, aunque los favoritos de los inversores sigan siendo México y Brasil. Con el costo del dinero en baja, habrá un mayor interés en invertir en los denominados países emergentes, como el argentino”, sostuvo el experto, en diálogo con Página/12. Desde Nueva York, Fernando Losada, especialista del ABN Amro Bank, también se mostró más optimista. “Aunque los financistas todavía tienen dudas sobre la recuperación económica, la decisión de la Fed confirma que el 2001 será mejor que los dos años anteriores”, señaló a este diario.
Tanto el Fondo Monetario como el presidente electo de los Estados Unidos saludaron la decisión de Greenspan. “La medida fue audaz y fuerte para asegurar que nuestra economía no descienda en picada”, declaró el republicano. Köhler, director gerente del FMI, apuntó que el ajuste en la tasa internacional “refuerza las perspectivas de un crecimiento durable de la economía mundial”. Según una encuesta conocida anoche en Wall Street, de los 24 operadores más importantes del mercado, un total de 21 creen que Greenspan volverá a bajar la tasa a fin de enero, un cuarto de punto adicional. De concretarse, Machinea y sus muchachos seguirán levantado sus copas. Aunque las fiestas hayan quedado en el recuerdo.

 

Con mucho para ganar

La calificadora de riesgo Standard & Poors destacó que “la Argentina tiene mucho que ganar con la disminución de las tasas de interés de Estados Unidos”. También señaló que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno, como el Pacto Fiscal con las provincias y la reforma previsional, “apoyarán la solvencia fiscal a mediano y largo plazo”. No obstante, en un informe publicado ayer, la agencia estadounidense alertó que el blindaje financiero no sería suficiente para poner al país en la senda de la recuperación. “Mirando hacia adelante, la cuestión clave es si las reformas estructurales y la resolución de la crisis de liquidez de corto plazo restaurarán la confianza y el crecimiento”, señaló Bruno Boccara, director de Rating Soberano de S&P, y autor del documento. El analista se mostró cauteloso respecto de la evolución de la economía argentina, pese a lo cual indicó que la baja de tasas de Estados Unidos es un elemento positivo. Por otra parte, S&P subió ayer la calificación de la deuda a largo plazo de Brasil.

 

Economistas evalúan el impacto en Argentina

“Un alivio”
Martín Redrado,
de la Fundación Capital

“La baja de la tasa en Estados Unidos era algo que se esperaba en forma inminente, debido a que todos los indicadores estaban dando cuenta de una brusca desaceleración económica. Para la Argentina, este descenso determinará una mejora del riesgo-país, hasta un nivel de entre 650 y 700 puntos, que aleja el clima de crisis, pero que no representa un masivo ingreso de capitales al país. Una muestra de esto lo da lo sucedido ayer con los bonos. Los títulos públicos tuvieron un leve repunte, de entre 1 y 2 por ciento, lo que indica que no hubo una explosión de optimismo entre los inversores extranjeros. A diferencia de lo que ocurrió en la década pasada, los financistas actúan con mucha cautela. Fueron muy golpeados en los mercados emergentes, y se espera que operen con selectividad en los mercados de mayor riesgo, como el argentino. La decisión de Alan Greenspan es un alivio, pero no es la salvación para la Argentina. De que la economía despegue y se vuelva atractiva depende de que mejoren las condiciones internas y se hagan más rentables los proyectos de inversión.”

“Volátil”
Claudio Lozano,
de la CTA

“Más allá de la baja de riesgo país, que por cierto era esperada luego del salvataje financiero, las tasas de interés en el campo internacional siguen estando por encima de los niveles que tuvieron en la década pasada. Transformar esa reducción en una panacea para Argentina es desconocer que el contexto ha cambiado. Además, es asumir que la única forma que la actual conducción económica espera para que se reafirme el crecimiento es por vía del efecto favorable del escenario internacional. Escenario que sigue siendo volátil y poco predictible. Y que por lo tanto exige estrategias activas y no pasivas de gestión de la política económica. No puede asociarse a esa reducción de la tasa ningún efecto benéfico en el campo social. La lógica con la que funciona la economía argentina, luego de las transformaciones operadas en los ‘90, define que sólo se crece con endeudamiento. En tanto que el nivel de endeudamiento ha llegado a un punto límite, Argentina, si no hay modificaciones, seguirá debatiéndose entre el estancamiento y un crecimiento sumamente moderado y de corto plazo.”

“Optimista”
José Siaba Serrate,
consultor

“Lo primero que hay que decir sobre la resolución de Alan Greenspan es que fue más violenta a la esperada. Lo segundo, es que, con esta decisión, el banquero se anticipó a un desmoronamiento de los mercados y a un deterioro muy fuerte de la economía real, que iba camino a convertirse en un ciclo recesivo. Y Greenspan, que fue un tenaz luchador contra la inflación, también demuestra que está dispuesto a evitar la recesión. De todas maneras, creo que el peligro a una contracción económica no ha desaparecido, y que la Fed profundizará la baja de la tasa durante el resto del año. El ritmo que adoptará para llevarla a cabo dependerá de los indicadores económicos que se conozcan en las próximas semanas. Y de cómo evolucione la Bolsa de Nueva York. Creo que el primer examen ocurrirá dentro de una semana. Veremos si las acciones se recuperan o si vuelven a caer en un pozo. Y, aunque no lo diga abiertamente, Greenspan volverá a salir al rescate de los inversores si esto último ocurre. Para la Argentina, se ha inaugurado un nuevo escenario, más optimista que el que teníamos hasta ahora.”

 

OPINION
Por Julio Nudler

Plata barata, deudor feliz

Para un pobre exportador como la Argentina, cubierto de deudas y lleno de empresas extranjeras que reinvierten muy poco y remesan cifras crecientes en dividendos y regalías, si la solución no llega vía ingreso de capitales, ¿de dónde podría llegar? Ya habrá tiempo de analizar si esos capitales se aposentan en inversiones directas o sólo compran papeles, con la consiguiente contrapartida de más deuda pública y privada, pero, por el momento, la reducción de medio punto en la tasa estadounidense de interés es una buena excusa para la celebración. ¡Si hasta puede desatar un período de bonanza! Al abaratar el costo del endeudamiento, le facilita a la economía argentina su casi único motor actual de expansión. Y como cualquier analista de afuera sabe a esta altura que el combustible de esta convertibilidad es la deuda, no tiene nada de sorprendente que los mercados le hayan bajado bruscamente el riesgo-país a la Argentina, que además cuenta con el blindaje del Fondo Monetario. Pero esa caída del riesgo-país encierra al mismo tiempo un diagnóstico preocupante sobre el futuro: esta economía baila al son de los flujos de capitales, sin apoyo cierto en una capacidad productiva que reduzca su vulnerabilidad. Ahora, si la constelación de factores exógenos decisivos (términos de intercambio, tasas de interés, Brasil, relación euro/dólar) adoptase un orden más amigable hacia la Argentina, empezaría a operar el círculo virtuoso y la larguísima recesión sería relevada por un período de crecimiento. El entumecido muñeco se pondría en marcha, agitado por la entrada de capitales, que expandirá la masa de moneda y de crédito. Mejorará la recaudación de impuestos y, eventualmente, el déficit fiscal será inferior al previsto, inundando de confianza a los economistas liberales. No es descartable que, montada sobre este proceso, se instale una nueva dinámica, que mejore la competitividad de la economía. Pero este escenario optimista, que exigiría mucha creatividad y coraje de la política económica, no es el único posible, y ni siquiera el más probable. Más fácil es que se camine hacia un nuevo estrangulamiento externo, que imponga otro ajuste recesivo. Si hay financiación sin transformación, la historia va a repetirse. De todas formas, las variables exógenas son muchas y de comportamiento complejo, y habrá que ver si esta acción de la Reserva Federal modera el enfriamiento de la economía estadounidense, y cómo gravita éste sobre el precio de las commodities que exporta la Argentina. La buena noticia de ayer traerá cola, pero faltan aún muchos datos para cerrar un pronóstico.

 

Las dos caras de Colombo y Cavallo
para una incorporación que no fue

El ex ministro rechazó la invitación a integrar una comisión para la reforma impositiva. Pero no dio un portazo: colaborará para conformar la agenda de la comisión y para lograr consenso en el Congreso.

Colombo y Cavallo lograron, cada uno a su manera, un éxito. La comisión de notables no caminó. Claroscuros de una relación.

Por Raúl Dellatorre

Domingo Cavallo dijo “no” y la comisión de notables para elaborar una reforma tributaria pasó a mejor vida. Ya no será un grupo de personalidades del arco político el convocado por la Jefatura de Gabinete para debatir sobre la reforma tributaria, sino un conjunto de técnicos pertenecientes a distintas fundaciones con reconocimiento en el ámbito político y económico. En definitiva, la propuesta final no es distinta a la promovida por Chrystian Colombo a su llegada al gabinete, pero luego modificada cuando el Gobierno empezó a buscar el acercamiento de Cavallo para seducir a los mercados financieros. Ayer, el ex ministro y titular de Acción por la República rechazó la oferta, pero no pegó un portazo: se mostró condescendiente con la propuesta de la comisión técnica y se comprometió a participar en la elaboración de su agenda. El Gobierno, en definitiva, no se quedó con las manos vacías: logró exhibir a Cavallo cerca y repartiendo elogios a funcionarios y políticas oficiales.
Cavallo tuvo sus razones para rechazar el convite, pero no fueron las que explicó en la conferencia de prensa que compartió con Colombo después del encuentro entre ambos. El ex ministro se siente en condiciones de jugar un papel preponderante para rescatar al país de la actual crisis. Y no es sólo su ego el que se lo indica, sino que desde el Gobierno y sus bordes –Carlos “Chacho” Alvarez, por ejemplo– también se lo dan a entender. Por eso, se cree en condiciones de elevar su precio: una comisión que no estuviera integrada por las primeras figuras políticas del país –Alfonsín, Alvarez, alguien de primera línea del justicialismo– no era el lugar más atractivo para sus elevadas expectativas.
En la conferencia de prensa, el ex ministro se esmeró en repartir elogios para disimular su rechazo. “El Gobierno cuenta con excelentes técnicos: Héctor Rodríguez (titular de la AFIP) es un especialista en administración tributaria, Marcos Makón (subjefe de Gabinete, ex cavallista) es un excelente técnico en administración fiscal y presupuestaria, y el ministro (de Defensa) Ricardo López Murphy también es un especialista en política tributaria, si hasta mi hijo tomó el curso que dicta en la Universidad San Andrés”, señaló para destacar el reconocimiento a sus méritos.
Cavallo explicó que su lugar, para aportar a la reforma tributaria, será una comisión de la Cámara de Diputados, donde anticipó que presentará “un proyecto completo de reforma, acompañado por los legisladores de Acción por la República y de algunos partidos provinciales, como Carlos Balter”, del Partido Demócrata de Mendoza. Pero, además, señaló que elaborará junto a Colombo la agenda de la comisión de técnicos que convocará el Gobierno. “A solas”, aclaró ante una consulta sobre si esa agenda sería elaborada en una mesa donde participen otros políticos. Aunque inmediatamente admitió que el jefe de Gabinete podría consultar con otras personas su propuesta temática.
Colombo señaló, en la misma conferencia de prensa, que continuará la ronda de conversaciones con especialistas, aunque sus palabras reflejaron el cambio de criterio para el armado de la comisión tras el rechazo de Cavallo a integrarla. “Mañana (por hoy) me reuniré con Beatriz Nofal, el lunes con Juan Carlos Gómez Sabaini (subsecretario de Política Tributaria) y posiblemente el martes con Jorge Remes Lenicov (PJ), quien seguramente como diputado se sumará a la Comisión que se conforme en la Cámara baja, al igual que el doctor Cavallo”, refirió. Pero después del paso al costado de Cavallo, estos encuentros han perdido totalmente su relevancia.
El titular de Acción por la República anticipó algunos lineamientos de su propuesta impositiva: convivencia de un tributo a las ventas minoristas a nivel provincial con el IVA a nivel nacional, pero “con niveles de tasas razonables”, más bajas que las actuales, que sería posible eliminando exenciones y evitando “bolsones de evasión”; y gradual eliminación de los “impuestos al trabajo, mal denominados aportes patronales”.
Este diario consultó a Cavallo si la evasión podía seguir siendo considerado un problema técnico en vez de político, y si se podía resolver con una reforma legislativa. “Estoy convencido de que la evasión es alta también porque el sistema tributario es tan complejo y además la administración tributaria está muy poco preparada para recibir y procesar información”, refirió. “Hay impunidad para evadir, y también hay un sistema judicial que favoreció al evasor, a veces porque los jueces hacen la vista gorda y otras, porque a pesar de su buena voluntad, se encuentran con una complejidad y sobreabundancia de normas que hacen imposible una sanción”, señaló Cavallo, antes de expresar su confianza en que “una reforma tributaria y una nueva administración tributaria puedan reducir muchísimo la evasión”.

 


 

RODOLFO TERRAGNO DEFINE LA CONVOCATORIA A CAVALLO
“No le daría el sistema tributario”

El ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno advirtió hoy que anunciar la reforma impositiva de la manera “espectacular” como lo hace el Gobierno es un “estímulo a la evasión”. Y afirmó que no se lo imagina al ex ministro Domingo Cavallo conduciendo la “política económica” de la Alianza porque ése, dijo, “sería el fin” de la coalición. En una entrevista concedida a la agencia DyN, Terragno calificó, además, de “innecesario” el decreto presidencial sobre reforma previsional, ya que no cree que haya sido una “exigencia del exterior”.
–¿Qué piensa de la convocatoria del Gobierno a Cavallo?
–Esto no es nuevo. La Alianza planteó desde la campaña que era imprescindible discutir una reforma impositiva. Ahora, yo no aconsejaría dar al proyecto la espectacularidad que se le está dando. Incluso me parece que debería anunciarse ya mismo que cualquier reforma tributaria va a entrar a regir una vez transcurrido un año fiscal completo después de promulgada la ley. De lo contrario es un estímulo a la evasión impositiva.
–¿Por qué?
–Porque agarrar un megáfono y decir: “Estamos consultando con todo el mundo para ver cómo cambiamos los impuestos” es como decir: “Nadie pague hasta ver qué pasa”. Me parece que toda esta espectacularidad, la convocatoria pública a Cavallo –se le hubiera podido pedir un documento o tener una conversación más discreta–, hay que manejarla con prudencia. Si uno hace un show puede resultar muy peligro.
–¿Pero cómo puede colaborar Cavallo en materia tributaria si, cuando fue ministro de Economía, por caso, subió el IVA del 15 al 21 por ciento?
–Cavallo no es sólo un ex ministro, es el jefe de un bloque parlamentario que algún peso tiene en la Cámara baja. La reforma tributaria tiene que sancionarse por ley y la participación de Acción por la República es una consideración que seguramente el Ejecutivo tiene en cuenta. Por otro lado, hay 50 o 100 técnicos que por lo menos hay que escuchar, y Cavallo está entre ellos.
–¿Aunque como antecedente figure haber subido el IVA o que no se caracterice por una justa distribución de la riqueza?
–Se puede ser buen técnico y eso no es una valoración sobre el sentido de lo que uno hace porque los técnicos sirven a intereses. Puede haber excelentes técnicos que sirven a la concentración del ingreso. En una consulta muy amplia uno puede tomar en cuenta lo que dicen esos técnicos porque en aspectos parciales pueden ser útiles, pero hace falta una dirección política. Yo no le daría nunca el sistema tributario a Cavallo.

 

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