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Los consejeros de Educación
en Buenos Aires, lejos de la ley

Los diez consejeros generales de Educación, con quienes José Octavio Bordón gestiona el sistema que atiende a más de un tercio de los alumnos del país, siguen en el cargo por un acuerdo político que eludió el mecanismo constitucional.

El director general de Educación de la provincia de Buenos Aires, José Octavio Bordón.

Por Nora Veiras

Desde fines de 1998, los diez consejeros generales de Educación de la provincia de Buenos Aires, que participan en la elaboración de planes y programas de estudio y reglamentan todo el funcionamiento del sistema educativo y la carrera docente, tienen sus mandatos vencidos. La irregularidad en la continuidad de estos diez funcionarios con rango de subsecretarios de Estado, que cobran alrededor de 5 mil pesos mensuales, motivó una denuncia ante la fiscalía de Estado. Página/12 consultó a uno de los asesores del director general de Escuelas, José Octavio Bordón, quien off the record reconoció que la denuncia es cierta, pero cuando “asumimos, en diciembre del ‘99, se habló con los jefes políticos de la provincia y se acordó que continuaran por un año. En marzo vamos a hacer la renovación”.
Los consejeros escolares de La Plata, Marcelo Antonow y María Entío, explicaron que “la fiscalía de Estado es el órgano de la Constitución que tiene que defender el erario público y la legitimidad de las acciones administrativas y en función de lo que establece la Constitución de la provincia las decisiones tomadas por el Consejo General de Educación están viciadas de nulidad y se pueden encuadrar, además, como un perjuicio al erario”. Antonow remarcó que “la violación de la Constitución desde el sistema educativo, que tiene como función la formación del ciudadano, tiene un efecto nefasto”.
El artículo 39 de la Constitución prescribe que “los consejeros durarán un año en sus funciones y podrán ser reelectos”, y el artículo 146 establece que “estando las Cámaras reunidas, la propuesta de funcionarios que requieren para su nombramiento el acuerdo del Senado o de la Cámara de Diputados (como es el caso de los consejeros), se hará dentro de los quince días de ocurrida la vacante”.
De los diez consejeros, seis se designan con el aval de la Legislatura y cuatro deben ser elegidos en forma directa por los docentes. El asesor de Bordón, que aceptó hablar a condición de mantener su anonimato, explicó que “los presidentes de las comisiones de Educación de ambas Cámaras, que son de la oposición, estaban al tanto de la continuidad de los consejeros porque forman parte de la memoria del sistema. Se acordó con los jefes políticos de la provincia la prolongación de esa situación”.
El acuerdo que hace caso omiso de la Constitución tiene sí una lógica de equilibrio político: cuatro consejeros representan al peronismo, dos al radicalismo y los otros cuatro son docentes. Los consejeros son Susana Massobrio (vicepresidente primera), Eugenia Cabrera (vicepresidente segunda), Mario Carpinetti, Alejandro Cebey, Carlos Alberto Bartoletti, María Cristina Cafferata (docente), Luis Julio Rivera (docente), Raúl Roberto Palazzo, Jorge Alberto Martín y Marcos Emilio Genson (docente). “Todos se encuentran con sus mandatos finalizados, sin ningún criterio de legitimidad que avale semejante omisión institucional, ya que durante los años 1998-2000 no han habido ni elecciones docentes, ni propuesta institucional del Poder Ejecutivo con el correspondiente acuerdo de la Cámara de Diputados”, advierte la presentación realizada ante la fiscalía. “No podemos avalar la ruptura de un criterio esencial de cualquier sistema democrático como lo es la representatividad. La comunidad educativa bonaerense –con aproximadamente 170 mil docentes y 4 millones de alumnos– no cuenta hoy con representantes legítimos en un organismo constitucional del gobierno educativo”, señala la denuncia de los consejeros, que antes de llegar a esa instancia habían presentado, sin éxito, una carta dirigida a Bordón.
Desde los gremios tampoco mostraron demasiada preocupación por la irregularidad en el mandato de los consejeros generales. La Federación de Educadores Bonaerense (FEB) tiene uno de los cuatro docentes. El Suteba, el otro sindicato, descree de la utilidad de la estructura como tal del Consejo General de Educación. Más allá de las críticas, está vigente y la denuncia tuvo su efecto: en la última reunión del año, el gabinete deBordón decidió que en marzo se convocará a elecciones para designar a los representantes docentes y para normalizar el resto de los cargos.

 


 

LOS DIPUTADOS BONAERENSES, EN PLAN DE AUSTERIDAD
Adiós a la residencia oficial

La residencia oficial de la Cámara de Diputados bonaerense fue clausurada ayer. Si se aprueba la ley correspondiente, se pondrá a la venta en el marco de “una política de austeridad” que se está implementando en el cuerpo y que ya obligó a los diputados a devolver los autos oficiales y los teléfonos celulares. El titular de la Cámara baja provincial, el frepasista Aldo San Pedro, anunció también una reducción de personal en la planta política.
San Pedro anunció el cierre de la residencia oficial, ubicada en la calle 53, entre 3 y 4 de La Plata. Allí podría vivir en su condición de presidente del cuerpo, pero sostuvo que “yo puedo vivir donde siempre lo he hecho, sin necesidad de una residencia para cumplir con mis funciones”, y agregó que “la casa tiene un protocolo de no menos de 60 mil pesos y unos 20 mil de servicios, así que para mí es una cifra significativa”. San Pedro aclaró enseguida que los empleados que trabajaban en la cocina y como guardias de seguridad serán trasladados a otras áreas legislativas “porque se trata de agentes de planta permanente”.
El frepasista anunció que la decisión de cerrar la residencia “tiene que ver con mi anuncio de manejar la Cámara con austeridad y está en concordancia con el deseo y el reclamo de la gente para que la política sea más barata”. El diputado consideró que la decisión que tomó “es una señal a la sociedad en un momento en que los bonaerenses están mal, muchos sin trabajo y sin oportunidades”.
San Pedro adelantó que ésta es sólo la primera etapa de su plan de reducción de gastos. “Esta medida continuará con otras restricciones, como por ejemplo la clausura del depósito donde se guardaban los autos, que ya hemos recuperado, y que próximamente se enviarán a remate judicial”, dijo y explicó que también han dejado de pagar los teléfonos celulares de los diputados. Luego del dictado de la resolución 2403, los legisladores y funcionarios de ese cuerpo tuvieron que entregar los 23 autos y 50 celulares que se pagaban con el presupuesto de la Cámara.
San Pedro admitió que las medidas de ahorro generaron “algún resquemor” entre sus pares, pero afirmó que pese a las caras largas “todos han cumplido con la devolución de los autos y con la entrega de los teléfonos celulares”.

 

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