Por Alejandra Dandan
Desde Mar del Plata

Está con un silbato en la mano. Dice: “Tony, andá, metete al agua que está jamón, loco”. Cuando se le pregunta qué piensa de que la gente se pasee desnuda por esa playa, contesta que recién cuando alguien vaya y le avise, dejará que eso suceda. Es Germán Galinger y es, aunque no lo sepa, el nuevo guardavidas de Playa Escondida, el recorte de arena donde a partir de hoy Mar del Plata permite baños desnudos. Así se lo adelantó a Página/12 en exclusivo el presidente del Ente de Turismo, Carlos Patrani. Claro, hay un problema: aún nadie lo sabe, ni siquiera el guardavidas, dispuesto a llamar al orden –o a cubrirse sin chistar– a quien se le ocurra mostrar aquí las hendiduras y dobleces más íntimos. “Me tienen que avisar”, reclama Galinger, sin saber que ya el Ejecutivo de General Pueyrredón ha dado el vía libre para los cultores del cuerpo libre. La idea fue empujada aquí por la Federación Argentina de Naturistas, una organización que por lo pronto ha conseguido no sólo la playa sino la promesa de un parador y baños químicos. Eso sí, la playa no será nudista, habrá carteles indicadores sobre la Ruta 11 donde Playa Escondida se presentará en su versión más light: Naturista.
“El Ejecutivo ya tomó la decisión y hay un guardavidas con un puesto: el que quiere ir a bañarse desnudo –dijo Patrani a Página/12–, puede instalarse ahí.” Esa deseada bahía que desde hace unos meses piden algunos grupos ecologistas es Playa Escondida. “Qué Escondida ni qué nada -reclama ahora el guardavidas–, esta playa es La Redonda o Arroyo Seco II, como figura en la nomenclatura.” Galinger no lo sabe, pero hasta el nombre de ese lugar que custodia hace diez años desapareció. La Escondida es ahora el balneario que sobre la Ruta 11 se desprende al mar después de Cruz del Sur. Camino a Chapadmalal, el recorte aparece poco después de la franja que corta la ruta como Arroyo Seco.
“Si no perjudica a un tercero, no hay problema –advierte el guardavidas, con grandes gestos–; pero si perjudica, yo iría a decirle en forma pacífica que se ponga la ropa.”
El puesto de Galinger está sobre el acantilado, uno de los extremos más altos de este pedazo de bahía donde la arena se recorta entre las piedras y el mar. En algún tiempo hubo intentos aquí de baños descubiertos. “Hasta a la policía llaman acá cuando a alguien se le ocurre hacer nudismo”, dice de pronto la mujer del guardavidas. “Que eso lo hagan en Punta del Este -vuelve Galinger–, acá somos todos trabajadores, si te ponés a ver gente que viene de Batán, es de humilde para abajo.”
La cumbre acantilada del puesto del vigía termina a unos cien metros de la ruta. Según los promotores de la playa, la zona está protegida por acantilados y espesor agreste.
“Ellos ven dos arbolitos y dicen bosque.” El bosque, como dice Galinger, son exactamente cuatro mojones de árboles que, por cierto, desparraman algo de sombra para proteger aquí las casas rodantes paradas durante buena parte del verano.
La playa está lista, ahora sólo falta que alguien se anime.
Los ideólogos están en una encrucijada: la dificultad más grande será esquivar las críticas contra la avanzada libertaria. “No sabemos si tenemos que ponerle Playa Naturista o ‘Se permite el baño nudista’”, explica Patrani sobre el cartel que advertirá en la ruta la localización del balneario, pensado por el momento como parador sin estructura. Sobre la cuestión del nombre existe, en tanto, una seria discusión semántica: “Naturista no es lo mismo que nudismo, porque permite tanto el baño desnudo como con ropas y nadie debe sentirse afectado”, explicó a este diario Gustavo Larrieu, director de Recursos Turísticos del municipio.
Este verano, Playa Escondida será un ensayo. Si el balneario funciona, durante el año se prepararán las bases de la licitación para concesionaren el 2001 varios sectores entre Los Acantilados y Marquesado. Para resolverlo, el jefe del Entur se reunió hace unos días con Larrieu y los presidentes de bloque del Concejo Deliberante. Allí, Patrani habló de los naturistas que buscaban un balneario público alejado y agreste para prácticas nudistas. Después de discutirlo en secreto, acordaron el primer punto: la cuestión legislativa. “No existe ninguna ordenanza que prohíba los baños, sólo hay edictos del siglo pasado que han caducado por usos y costumbres”, explicó a Página/12 Mauricio Dirigoin, el presidente del bloque de la UCR presente en aquel encuentro.
Sin trabas legales, el vía libre para la promoción estaba casi ganado, pero aún faltaba estudiar cómo apurar la entrada de la playa en el cronograma del verano. Para evitar el trámite prolongadísimo en el Concejo, el balneario debía quedar en manos de una ONG o del Gobierno. “La aprobación del Concejo –sigue Dirigoin– sólo hace falta para entregar permisos precarios; para éste, basta la decisión del Ejecutivo.”
Y el Ejecutivo, a través de Patrani, dijo sí. Aunque ya está el permiso y el guardavidas, en las próximas semanas se colocarán baños químicos y duchas. “Todo depende de ponernos de acuerdo con los interesados, porque no podemos poner ahora los carteles sin esa infraestructura mínima”, sigue Patrani. Si el acuerdo no se da, el Ejecutivo estaría dispuesto a generar esa infraestructura. Página/12 pudo saber que la Secretaría Legal y Técnica no encontró trabas para promover el proyecto .
En tanto, La Redonda espera y se esconde. No quieren a extraños en sus playas, allí donde Germán sigue los pasos del hombre tatuado que acaba de bajar de un coche. Lo saluda: “Qué hacés, papá”, y le recomienda el agua: “Dale, andá y metete”.
La Escondida hoy está caliente.

RECORD DE VENTAS DE ACONDICIONADORES DE AIRE
Baja de precio para pasar el verano

La venta de acondicionadores de aire crece al ritmo del calor. El martes, con una sensación térmica de 38 grados, los compradores, desesperados ante la perspectiva de una noche pegajosa, se volcaron en masa en busca del preciado aparato. “Vendimos como el mejor día de ventas de diciembre, entre 400 y 500 unidades”, señaló a Página/12 Sebastián Slafer, gerente de Línea Blanca de Frávega. Donde no pudieron encender, a pesar de las altas temperaturas, ni aire acondicionado ni ventiladores fue en los barrios porteños de Villa Lugano, Villa Luro, Mataderos y Villa Devoto, afectados por distintos cortes de electricidad de la empresa Edesur.
En realidad, la explosión de ventas de acondicionadores de aire no se limitó al agobiante martes. “Ya llevamos vendidas más de 13.000 unidades, es decir, a esta altura de la temporada superamos las 12.000 que salieron entre octubre y principios de marzo pasados”, destacó Slafer. Con el abaratamiento de los aparatos –en algunos casos los precios son un 50 por ciento inferior a los del año anterior–, en Frávega esperan llegar a fines de febrero con un incremento del 50 por ciento en la cantidad de unidades vendidas, en relación con la temporada pasada. “Después de una o dos noches de calor insoportable suben las ventas notablemente. La gente no tolera dormir una noche más con las sábanas pegadas”, describió el gerente de la cadena de venta de electrodomésticos.
Al menos por algunas horas, en distintas zonas de la ciudad no pudieron prender ningún aparato eléctrico para paliar el sofocón. Entre la 1.05 y las 2.33 de ayer, los cortes de luz castigaron a unos 3000 usuarios de Villa Lugano, Villa Luro y Mataderos. Según informó Edesur, el apagón se debió a la salida de servicio de un cable de media tensión. También falló la red de la misma distribuidora en el barrio porteño de Villa Devoto, donde la falta de electricidad se extendió por un lapso mayor. Unas 300 viviendas quedaron a oscuras a partir de las 13.10 al sufrir desperfectos una cámara transformadora de energía. El servicio, en este caso, fue reestableciéndose en forma paulatina, con lo cual algunos vecinos llegaron al anochecer sin poder disfrutar de agua fría, por falta de heladera, ni el aire de un ventilador.
Según informó Daniel Martini, vocero de Edesur, el sistema eléctrico de la empresa “está funcionando en forma normal” a pesar de las altas temperaturas y no se espera un aumento de las interrupciones del suministro durante el verano. “Incluso –destacó– la cantidad de cortes en diciembre último fue un 10 por ciento inferior al mismo mes del año pasado.” En Edenor tampoco vislumbran graves problemas en los próximos meses de verano. “No va a faltar el suministro”, aseguró Fernando Lavore, de Edenor. En ambas distribuidoras, la demanda de energía eléctrica subió alrededor de un 5 por ciento en el 2000 en relación con 1999.

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