La defensa del ex dictador Augusto Pinochet acostumbra a desafiar todo
fallo judicial desfavorable apelándolo en los tribunales. Pero
ayer el jefe del equipo de abogados de Pinochet, Pablo Rodríguez
Grez, ahorró a todos bastante tiempo y decidió ignorar sin
más la orden del juez Juan Guzmán para los exámenes
médicos y el interrogatorio de Pinochet el 7/9 de enero. Esto
es hostigamiento, e inhumano: el general Pinochet no se puede prestar
para este tipo de exámenes en las condiciones planteadas por el
juez, exclamó ante las cámaras. Los abogados querellantes
advirtieron de inmediato que el ex dictador podría ser procesado
por desacato además de por las querellas que ya maneja Guzmán.
Mientras tanto, el presidente Ricardo Lagos admitió que el mando
militar lo presionó durante la reunión del Consejo Nacional
de Seguridad (Cosena), anteayer, de aplicar la Ley de Amnistía
de 1978 para frenar el proceso contra Pinochet.
Hubo un planteamiento de los comandantes en jefe para reinterpretar
la Ley de Amnistía, pero lo importante es que el presidente del
Senado y el de la Corte Suprema plantearon la necesidad de independencia
de las instituciones, y en eso yo me quedo, explicó ayer
Lagos. La famosa Ley de Amnistía de 1978 fue el instrumento con
el que la dictadura militar se exculpó por sus propios crímenes
prohibiendo que se procesara a los uniformados en los tribunales. El juez
Guzmán, entre otros, sorteó esto calificando la desaparición
como delito continuo. El titular de la Corte Suprema, Hernán
Alvarez, enfatizó que esta interpretación de la ley era
prerrogativa de los jueces. Lagos se esforzó en presentar su primera
confrontación formal con las fuerzas armadas como una victoria:
Hubo un respaldo al presidente. Para los escépticos,
Lagos agregó que yo nunca me he arrodillado frente a nadie
y fui el primero en levantarles el dedo a los militares.
Este aparente coraje de Lagos ante los militares resultará muy
oportuno en momentos en que el protocolo del proceso contra el Capitán
General comienza a desintegrarse. La decisión de Guzmán
es altamente indecorosa para la persona del general Pinochet y la institución
de las fuerzas armadas. Pinochet no puede presentarse a los exámenes
en estas condiciones, y yo como profesional debo representarle cuáles
son las cosas que lo benefician y cuáles no. Con estas palabras
el abogado Pablo Rodríguez anunciaba su desafío abierto
contra el juez Guzmán. El otro duelista se mantuvo en silencio
ayer, pero la abogada querellante Carmen Hertz disparó que la defensa
había caído en un grave desacato a las resoluciones
judiciales y una burla para el país. El suspenso se prolongará
hasta el domingo, día en que deberían comenzar los exámenes,
pero se espera que antes haya otro fallo de la Justicia. U otro pronunciamiento
de los jefes militares.
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