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Por Eduardo Tagliaferro
 “En marzo o abril se definirá
si se desdoblan o no las elecciones. Si continuamos superando el mal humor
social que estaba instalado antes del blindaje financiero, es probable
que se realicen en forma unificada. Si, por el contrario, en cuatro meses
no hay índices económicos alentadores, tal vez se opte por
el desdoblamiento”, afirmó a este diario un funcionario identificado
con la denominada ala política del gabinete. Aunque aparece como
lejana, la movida pasará por el tamiz de las conclusiones que deparen
dos estudios de opinión encargados a las consultoras, de Mora y
Araujo y Analogías, y que son la base del optimista panorama electoral
con el que sueñan algunos dirigentes del oficialismo.
Aunque las conclusiones finales estarán disponibles dentro de una
semana, los avances de las consultoras llevan a algunos funcionarios del
Gobierno a especular con el triunfo en la mayoría de las provincias
que actualmente gobierna la Alianza e incluso en tres que suelen serle
adversas: Neuquén, Salta y Jujuy.
Presentada como un obstáculo para las iniciativas oficiales, el
Senado aparece como la elección privilegiada de todos los cargos
electivos que se pondrán en juego este año. Conseguir la
mayoría en el cuerpo los lleva a especular con el desdoblamiento
electoral, a pesar de que la Constitución aclare que los comicios
deberán realizarse en los meses de octubre o noviembre de este
año.
Según la cláusula transitoria quinta de la Constitución
reformada en 1994, “todos los integrantes del Senado serán
elegidos... dentro de los dos meses anteriores al 10 de diciembre de 2001”
(fecha en la que caducan los mandatos de todos los senadores). Al margen
del mandato constitucional, la Alianza aspira a comenzar con un triunfo,
aunque éste sea en elecciones a cargos provinciales. Por ese motivo
es casi un hecho que las primeras elecciones legislativas del 2001 serán
en Catamarca, un escenario favorable para la coalición de Gobierno.
“Oscar Massei mide muy bien”, reconoce un destacado funcionario
aliancista a la hora de hablar de la provincia que históricamente
administró el Movimiento Popular Neuquino. Acostumbrados a pensar
en radicales, dirigentes de la UCR no dudan en nombrarlo a Massei como
único candidato factible de la Alianza para Neuquén. Lejos
del optimismo de los funcionarios políticos, consultores a los
que suele recurrir la Alianza veían como imbatible al partido fundado
por los hermanos Felipe y Elías Sapag. “Las terceras fuerzas
que no tengan ningún compromiso con el peronismo ni con la Alianza,
tendrán una buena performance electoral”, afirman estos consultores.
En Salta y Jujuy, los aliancistas tienen expectativas de imponerse a los
candidatos justicialistas. Uno de los seguros candidatos en Jujuy es el
actual viceministro de Desarrollo Social, Gerardo Morales. Sin estadísticas
precisas, dirigentes del alfonsinismo analizan que su cargo en la administración
nacional puede potenciar su postulación. El aliancismo podría
imponerse en Salta de la mano del renovador Ricardo Gómez Diez.
Cuando en el Gobierno afirman que Gómez Diez es un candidato imbatible,
lo hacen basados en mediciones de imagen y porque la gobernación
de Romero es una de las pocas administraciones provinciales que muestra
una fuerte desaprobación de sus comprovincianos.
En Chaco, el principal dilema de la Alianza se llama Elisa Carrió.
“Nuestro problema en Chaco es cuán lejos está Lilita
del Gobierno. Luego de (Angel) Rozas es quien mejor mide en las encuestas
locales”, afirma un funcionario del radicalismo nacional. Aunque
el nombre de Carrió aparece como indiscutible a la hora de medir
imagen e intención de voto, las constantes diferencias que tiene
con el gobernador chaqueño son tan fuertes como sus críticas
al gobierno de Fernando de la Rúa.
Luego de que el año pasado sufrieran su primera derrota electoral
desde el retorno a la democracia en 1983, los radicales cordobeses apuestan
a que la estrella del peronista José Manuel de la Sota comience
a opacarse.Sostienen que las críticas a la gestión municipal
de Germán Kammerath recién están en su primera etapa.
Igualmente, la crisis del radicalismo cordobés está lejos
de ser superada. “El negro (Rubén) Martí es el candidato
puesto a senador”, dice a este diario un funcionario aliancista que
aclara que “ahora sí habrá Alianza en la provincia”,
recordando que en la última elección a gobernador el Frepaso
y el radicalismo se presentaron electoralmente por separado.
Entre los escenarios que los propios radicales reconocen como adversos
están las elecciones en Santa Cruz, donde el peso político
de Néstor Kirchner aparece como imbatible. Tal vez por ese motivo,
a la hora de pensar en candidatos a senadores, el primer nombre al que
recurren es al de Rafael Flores, el diputado frepasista que mayor enfrentamiento
tiene con el gobernador santacruceño.
“Los que mencionan a Storani como posible candidato a senador bonaerense
es porque lo quieren lejos del ministerio”, admite un dirigente provincial
de la UCR. “Ni De la Rúa ni Storani quieren comprarse un conflicto
político con Raúl Alfonsín, seguro candidato de la
Alianza”, afirma el dirigente cercano a los despachos del Comité
Nacional del radicalismo. El optimismo de los funcionarios de Gobierno
contrasta con los comentarios de Luis Sthulman, uno de los consultores
gubernamentales. “Si la elección era hace seis meses, seguro
que ganábamos; hoy dependemos de la economía y de quiénes
sean los candidatos.”
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