Por Laura Vales
El episodio fue relatado por
Emilio Cantarero: Recuerdo dijo en tono autobiográfico
el senador, en mayo del 99 que asumí como ministro
de Economía en 1983 en Salta y teníamos un fallo en contra
de los petroleros por los impuestos. Yo hablé con Oscar Vicente
y le pregunté cómo arreglamos esto. El me dijo
vamos a ver cuánto te pagamos y venime a ver.
La evocación quedó archivada en el Senado, gracias al trabajo
de los taquígrafos. Y fue rescatada hace unos días por la
senadora Silvia Sapag, quien la sumó al escrito que acaba de presentar
en el juzgado federal de Gabriel Cavallo aportando nuevas pruebas. En
esa causa, Cantarero es investigado por supuesto cohecho para lograr la
sanción de la Ley de Hidrocarburos.
Apoyándose en investigaciones periodísticas y en dichos
del propio Cantarero, Sapag planteó en su presentación que
el senador aparece vinculado a variados actos de soborno en la provincia
que representa, Salta. Algunos de ellos, admitidos y refrescados por su
conocida incontinencia. En el caso de las peculiares negociaciones que
el senador confesó haber mantenido con el empresario Oscar Vicente,
no se sabe cómo se terminaron; sólo que existía un
fallo judicial que Salta debía cumplir, y que en su rol de ministro
de Economía provincial, Cantarero arregló o
intentó arreglar sus efectos.
Sapag solicitó que se envíen copias de todas las investigaciones
judiciales abiertas en la provincia de Salta en las que Cantarero haya
sido imputado, y muy especialmente las grabaciones ofrecidas como prueba
en esos expedientes. El objetivo es que se investigue qué correlación
existe entre su notorio incremento patrimonial y las denuncias de sobornos
en las que fue involucrado. Y saber, por ejemplo, si en las fechas en
que se cometieron los delitos sospechados Cantarero engrosó sus
bienes con nuevos fondos.
La presentación patrocinada por el abogado Pablo Jacoby
subraya que este cotejo debería incluir también las admisiones
de delito realizadas por el legislador y determinar si el cohecho es una
práctica habitual en su historia política.
La causa contra Cantarero fue abierta en setiembre del año pasado,
cuando Sapag hija del ex gobernador de Neuquén denunció
que su par del PJ había intentado sobornarla a cambio de que votara
a favor de la ley de Hidrocarburos. Sapag reveló que Cantarero
le había dicho dos veces que había plata de
las empresas petroleras para aprobar esa norma. Las internas en
Salta nos salieron 14 millones de dólares, sostuvo entonces
Cantarero para justificarse.
En su denuncia la legisladora también involucró al senador
radical Juan Ignacio Melgarejo. Cuando le pregunté a Cantarero
si la Alianza participaba de este arreglo, él me respondió:
Melgarejo es más pirata que yo, contó
Sapag.
Cantarero denunció a su vez a Silvia Sapag por omisión de
denuncia ante el juez federal Gustavo Literas, con el argumento central
de que, en su calidad de funcionaria pública, la legisladora había
dejado pasar un año para llevar el tema a la Justicia. Pero en
los últimos días de diciembre Literas desestimó la
presentación, tras considerar que la senadora no había incurrido
en delito alguno y que el tiempo transcurrido fue utilizado por ella para
acumular pruebas en las cuales sustentar sus dichos.
Trovato en la calle
Hace apenas un par de semanas estaba preso, pero ahora Francisco
Trovato camina libremente por la calle. El ex juez que recibió
una coima a cambio de cerrar una causa puede darse ese lujo porque
la Justicia le concedió el beneficio de la libertad condicional
a pesar de que su comportamiento en prisión no fue de lo
mejor.
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