Dicen que la mejor defensa es el ataque. En el último mes, los
abogados del ex dictador chileno Augusto Pinochet hicieron de este aserto
su artículo de fe. Luego de hostigar con éxito relativo
al juez Juan Guzmán en los avatares anteriores de la causa por
la que el ex dictador podría ser procesado, los abogados de Pinochet
insistirán hoy con su estrategia: pedirán a la Corte Suprema
la recusación del juez por sus supuestas irregularidades
procesales. La familia de Pinochet confirmó lo que dijo ayer
el abogado Pablo Rodríguez Grez: que el ex dictador no se presentará
a los exámenes médicos que ordenó Guzmán para
este domingo y lunes. Soy un juez y, en este caso, un juez del crimen,
así que yo tengo que apegarme al Código de Procedimiento
Penal y eso es lo que haré, declaró Guzmán.
O sea: puede ser que Guzmán, a la luz de este desacato y como figura
en ese mismo Código, ordene directamente el procesamiento de Pinochet.
Ha pasado sólo un mes desde que el juez Guzmán dictara sorpresivamente
este procesamiento. En este poco tiempo, el caso ya pasó por varios
avatares y quizás ya provoque cansancio, pero es claro que las
rutas que puede tomar se están cerrando. Al menos esto es lo que,
si se ha de creer en el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea
(CERC), opinan la mayoría de los chilenos: según un sondeo
realizado durante el mes de diciembre, el 50 por ciento del país
está de acuerdo con el enjuiciamiento a Pinochet, mientras que
el 33 por ciento está en contra. Es una cifra importante, pero
Carlos Hunneus, director del CERC, explicó que el apoyo al juicio
es notoriamente inferior que a principios del mes. De todas
maneras, un 43 por ciento de los encuestados dijo estar a favor de un
acuerdo político para terminar con éste y otros juicios
a militares chilenos sospechosos de violaciones a los derechos humanos
durante la dictadura, mientras un 38 por ciento quiere que los procesos
continúen.
La carta que se juegan ahora los abogados de Pinochet es la más
brava para su posición, porque si salen perdiendo, su cliente sería
procesado inmediatamente. Se puede decir que, en un contexto judicial
donde las pruebas de fondo que inculpan a Pinochet no son discutidas,
el equipo legal del ex dictador había acertado en el último
tiempo sobre aparentes errores procesales en la causa: logró primero
que el juez Guzmán fuera amonestado por la Corte Suprema por una
carta de apoyo que en su momento escribió a Clara Sczaranski, presidenta
del Consejo de Defensa del Estado (CDE) y a la sazón integrante
de la parte querellante. Después consiguió que la propia
Corte Suprema se desdijera de un fallo anterior y ordenara a Guzmán
que dispusiera los exámenes médicos antes de la declaración
indagatoria.
Ahora insisten en que Guzmán, al ordenar los exámenes pegado
a la declaración indagatoria y al no permitir que se conozcan estos
resultados antes del interrogatorio, está actuando en contra de
su cliente. Presentaremos otro escrito en la Corte Suprema donde
haremos presentes irregularidades, a juicio de esta defensa, cometidas
por el señor juez y vamos a solicitar que sea removido del cargo,
dijo a la prensa Gustavo Collao, uno de los abogados del ex dictador.
El senador Pinochet no va a aceptar la práctica de los exámenes
médicos y también la práctica de la declaración
indagatoria. Hay un tratamiento que la defensa insiste que
es desdoroso y que atenta contra la dignidad y la persona de un (ex) mandatario,
añadió Collao. El cálculo de los abogados de Pinochet
es que la Corte Suprema podría tratar hoy mismo el pedido de recusación,
en su reunión habitual de los viernes.
En otro orden de cosas, el secretario general de gobierno, Claudio Huepe,
informó que el presidente Ricardo Lagos no postergará el
plazo de entrega de la información que las Fuerzas Armadas, como
resultado de la Mesa de Diálogo, se comprometieron a recopilar
en los últimos seis meses sobre el destino de desaparecidos en
la dictadura. Tampoco habrá ninguna ceremonia especial para la
entrega, prevista para mañana. En su momento, esta entrega de información
estaba relacionada con la posibilidad de ponerun punto final a los juicios
contra los militares. Pero Lagos reiteró ayer que él no
está a favor de ningún punto final.
RECLAMAN
LEVANTAR EL SECRETO BANCARIO EN PERU
Por sus cuentas los conoceréis
Si hasta Suiza admitió
cada vez con mayor frecuencia levantar el secreto bancario, ¿por
qué no Perú? Esta parece haber sido la lógica que
siguió David Waisman, presidente de una comisión legislativa
que investiga al prófugo ex asesor de inteligencia y monje negro
de la fujicracia Vladimiro Montesinos. Y Waisman obró en consecuencia
y a lo grande. Pidió el levantamiento del secreto de 300 personas
en distintos bancos por negocios que fructificaron a la sombra de Fujimori;
200 son militares activos o en retiro. Nunca en la historia de Perú
se había atacado así una red de corruptos, proclamó.
Este último avance de la investigación se suma a la ofensiva
anticorrupción, que en los últimos días ha iniciado
procesos y aun arrestado a varios ex colaboradores de Montesinos.
La comisión ya ha tomado testimonios de 42 personas que permitieron
determinar que el ex asesor estaría implicado en delitos de chantaje,
coimas, tráfico de influencias, contrabando de armas, narcotráfico
y mal uso de fondos del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). En setiembre,
la difusión de un video en que se ve a Montesinos presuntamente
sobornando a un legislador llevó al derrumbe final del gobierno
de Fujimori.
Waisman dijo que aún no se ha estimado el monto de dinero existente
en las cuentas a las que se ha solicitado levantar el secreto bancario,
pero que pueden ser millones de millones. En tal sentido reclamó
mayor cooperación de algunos bancos locales para determinar la
procedencia de esos fondos y evitar que los involucrados fuguen
del país. Estamos recibiendo la colaboración de algunos
bancos, pero en otros hay resistencia y vamos a enviar un ultimátum
a esas instituciones que no quieren cooperar, agregó el legislador.
Como parte de la investigación, la comisión denunció
al ex ministro de Defensa Víctor Malca por no justificar 16 millones
de dólares en sus cuentas. Otros investigados, como el ex ministro
del Interior José Villanueva y el ex jefe del SIN Julio Salazar,
sufren prisión domiciliaria. Siguen en la mira el ex primer ministro
Federico Salas, por presunta corrupción de funcionarios, y el ex
ministro del Interior César Saucedo. El coronel Roberto Huamán,
considerado como uno de los principales colaboradores del prófugo
ex asesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos, está desde
ayer bajo arresto domiciliario. El coronel retirado está acusado
de ser el responsable del espionaje telefónico a políticos
y periodistas de la oposición en el SIN. Los investigados han dicho
que son víctimas de una cacería de brujas, pero el presidente
interino, Valentín Paniagua, ha descartado esto reafirmando que
su gobierno no parará hasta castigar con pruebas a los corruptos.
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