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�Nunca dije que iba a haber un
atentado en un edificio judío�

El ex taxi boy brasileño Wilson Dos Santos negó otra vez ante el juez Bonadío que haya tenido conocimiento del atentado a la AMIA. Será procesado por falso testimonio agravado. 
El brasileño Wilson Dos Santos prestó testimonio en una causa paralela a la AMIA.
Bonadío enviará médicos para que vean el calabozo, pero no ordenó el traslado de Dos Santos.

Por Raúl Kollmann

Wilson Dos Santos no dijo nada. Tal como anticipó Página/12, se mantuvo en la línea de negar que conocía con anticipación los detalles del atentado contra la AMIA: �En verdad, nunca dije que iba a haber un ataque contra un edificio judío y cuando hablé con la Policía Federal �en esa oportunidad Dos Santos dio detalles sobre una célula iraní� ocurrió que no había traductor y firmé lo que me pusieron delante sin leerlo. Mi verdadera declaración fue ante el juez Juan José Galeano, a quien le dije que inventé toda la historia para conseguir un dinero�. O sea, Dos Santos se negó a hablar de la forma en que consiguió la información sobre el atentado y por qué advirtió tres veces que existía el peligro. Ahora el brasileño seguramente será procesado por falso testimonio agravado y, aunque ayer pidió la excarcelación, seguirá preso hasta que se haga el juicio oral. En realidad Dos Santos afronta una pena menor -.tal vez un año de cárcel�, pero podría elevarse algo su condena porque perjudicó a la prostituta Nasrim Mohtari, a quien involucró en el atentado (ver aparte).
Según los investigadores argentinos y las querellas de la DAIA y Memoria Activa, está claro que Dos Santos supo del ataque contra la AMIA al menos dos semanas antes de que se produjera. Las pruebas son las siguientes:
En 1993 hizo un primer contacto con el consulado argentino en Milán para dar el alerta.
En julio de 1994 concurrió otra vez al consulado argentino en Milán y también a las delegaciones diplomáticas de Brasil e Israel de la misma ciudad. La cónsul argentina, Norma Fassano, reconoce que él le habló del peligro de un atentado.
En la noche del 18 de julio de 1994, horas después del atentado, Dos Santos llamó desde Italia para darle a la Policía Federal datos sobre la célula iraní que �según él� había perpetrado el ataque. 
En noviembre de 1994 llegó a Buenos Aires y recorrió, junto a un periodista brasileño, los lugares donde supuestamente operaba la célula iraní. Los individuos ya no estaban.
En ese mismo mes, declaró ante la Policía Federal y volvió a narrar que supo de los detalles del atentado a través de un grupo iraní en el que incluyó a Nasrim Mohtari.
Es decir, que el brasileño insistió varias veces con su historia, antes y después del atentado, como si respondiera a algún mandato. Después -repentinamente� se desdijo y ante Galeano manifestó que todo fue un invento y que fue un �bingo� que el ataque haya ocurrido. Lo curioso es que ayer forzó todavía más su argumento: sostuvo que nunca adelantó el atentado y que lo malinterpretaron. 
Los investigadores argentinos creen que en realidad Dos Santos era un miembro inorgánico de algún servicio de inteligencia brasileño y que por transitar la zona de la Triple Frontera -.donde se cree que se armó el atentado-. consiguió los datos sobre los planes terroristas. Por mandato brasileño habría entonces dado aviso, pero nadie le creyó. 
La defensora oficial de Dos Santos, Perla Martínez de Buck, pidió la libertad del brasileño no bien terminó su declaración de ayer. El argumento es que el falso testimonio es un delito excarcelable y, además, Dos Santos ya estuvo preso en 1994 en Buenos Aires y ahora nueve meses en Suiza. Sin embargo, el juez Claudio Bonadío, que instruye este expediente colateral al de la AMIA, le denegó ayer mismo la excarcelación por cuanto Dos Santos se fugó del país en su momento. 
Una de las mayores preocupaciones de la defensora oficial está en las condiciones de detención del brasileño. La celda mide un metro por uno cincuenta, hay una cama y dentro del mismo calabozo, al lado de la cama, está el inodoro, no hay ventilación alguna y el detenido no tiene nisiquiera el derecho a caminar. El juez Bonadío aceptó enviar a médicos forenses para que vieran el calabozo, pero todavía no dio la orden de que Dos Santos sea trasladado.

Los gritos de Nasrim

Por R.K.
La nota dramática del día la puso la prostituta iraní Nasrim Mohtari, quien llegó hasta los tribunales de Comodoro Py para pedir un careo con Wilson Dos Santos, pero sobre todo para insultarlo. El brasileño fue quien la involucró en el atentado, razón por la cual Mohtari fue ubicada en Francia y traída por la SIDE �engaño mediante� a la Argentina. Estuvo presa largamente y ahora está sobreseída en una causa relacionada con el atentado y se le declaró la falta de pruebas en otro expediente. Sin embargo, Mohtari dice que no tiene dinero para volverse a Europa y alega que debe mantenerse ejerciendo la prostitución. No falta en la escena un abogado conocido que está a punto de arremeter con una gigantesca demanda contra el Estado argentino por haberla traído a la Argentina y abandonarla en la calle. �¡¡Mentiroso!!�, le gritó ayer Mohtari a Dos Santos. Después lo empezó a insultar y hasta se acercó para intentar pegarle algún golpe. El brasileño se mantuvo imperturbable. Finalmente los hombres de la Unidad Antiterrorista la metieron en una camioneta y partió rumbo a su lugar de detención. Todo, sin hacer un gesto y sin decir palabra alguna.

 

 

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