Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
ESPACIO PUBLICITARIO


La mafia de los taxis está a los
golpes, de regreso en aeroparque

Un taxista pretendió sumarse a la fila y terminó recibiendo una paliza. La policía detuvo a los dos agresores, pero los restantes taxistas reclamaron a los bocinazos su liberación.
La mafia de los taxis recibió un golpe el 27 de diciembre, con allanamientos y detenciones.
Lejos de desarmarse, ayer volvió a protagonizar un incidente a puñetazo limpio en Aeroparque..

La mafia de los taxis no se rinde. Esa fue la sensación que vivió ayer en carne propia un chofer que intentó sumar su auto a la exclusiva fila de vehículos que aguarda frente al Aeroparque Jorge Newbery. Apenas estacionó su auto, el recién llegado fue atacado por otros taxistas, que comenzaron a golpearlo delante de turistas y viajeros. El agredido tuvo suerte y pudo zafar de lo que prometía ser una feroz golpiza. Corrió hasta la puerta del aeropuerto, entró y se metió en la oficina de la Policía Aeronáutica Nacional, donde hizo la denuncia. Los aeronáuticos detuvieron a los dos supuestos agresores, pero para la gente que presenciaba el episodio, el hecho no terminó allí: mientras los policías se llevaban presas a las dos personas, los restantes taxistas de la fila se rebelaron y protestaron a bocinazo y grito limpio. Lejos de reclamar el fin de la mafia, lo que exigían era la liberación de los recién detenidos.
Anoche, funcionarios del juzgado de Adolfo Calvete, que quedó a cargo de la causa, confirmaron que los dos detenidos están imputados del delito de �amenaza y coacción�. Ambos taxistas permanecieron demorados durante toda la jornada en las instalaciones del aeroparque.
El nuevo episodio de la mafia aurinegra comenzó ayer a las 14.30. Bajo un sol sofocante, quienes llegaban a Buenos Aires se topaban con los 46 grados de sensación térmica. Motivo suficiente para irritar los ánimos de cualquiera. Pero la temperatura subió aún más: entre gritos e insultos, un hombre recibía golpes de todos lados. Se trataba del taxista que pretendía levantar pasajeros y, al parecer, resultaba ajeno al paisaje habitual del aeroparque. Aunque algunos se asombraron, quienes son habitués del aeropuerto no mostraron sorpresa por el incidente. 
Pero una vez detenidos los agresores, los choferes que quedaban en la dársena destinada a los taxis realizaron una ruidosa protesta en solidaridad con sus compañeros caídos en desgracia. Pedían la libertad de los dos demorados y para ello utilizaron las bocinas de sus vehículos. Se generó así un clima de caos, acentuado por los nervios de los pasajeros que no tenían forma de llegar al centro.
El de ayer no es el primer incidente protagonizado por los choferes del aeroparque metropolitano. Al contrario, es un capítulo más de la larga serie de incidentes �algunos muchos más graves� que figuran en el largo prontuario de la �Cosa Nostra� de los taxis. Según Félix Crous, el fiscal que actúa en la investigación del caso, la organización delictiva que operaba en el Jorge Newbery estaba encabezada por varios taxistas propietarios de sus vehículos y, en su totalidad, no contaba con más de quince integrantes. Todos formaban parte de una cooperativa que le daba una aparente cobertura legal a la banda.
La investigación judicial en torno de la mafia de los taxis apunta además a establecer la eventual cobertura a la banda desde la propia Policía Aeronáutica Nacional, justamente la encargada de la seguridad en el ámbito del aeroparque. El 27 de diciembre pasado, como resultado del operativo casi cinematográfico en el que actuaron en forma conjunta la PAN, la Bonaerense y la Federal, se arrestó a un agente de la fuerza que custodia las instalaciones del aeropuerto, sospechado de ser partícipe de la mafia aurinegra. Por esos días, después de la detención de 16 taxistas acusados de �asociación ilícita�, los investigadores se jactaban de que la banda estaba �virtualmente desarmada�. La golpiza de ayer demostró que no.

 

 

PRINCIPAL