Los
partidos de izquierda se preparan para afrontar el 2001 con una sola certeza,
compartida por todos, acerca del año que comienza: el conflicto
social se multiplicará, los cortes de ruta continuarán y
el blindaje financiero no podrá detener la crisis y el malhumor
general. Pero las coincidencias se terminan cuando el pronóstico
se traslada a las próximas elecciones legislativas. Mientras la
mayoría de las fuerzas políticas del sector sueñan
con obtener una banca en la Cámara de Diputados, la Corriente Clasista
y Combativa (CCC) ligada al Partido Comunista Revolucionario (PCR),
de extracción maoísta, al contrario, no cree en la
opción electoral y apuesta todo a movilizaciones y
piquetes. Nosotros no creemos que con las elecciones vaya a haber
un cambio de modelo, argumentó a Página/12 uno de
sus principales dirigentes, el jujeño Carlos Perro
Santillán. Esa polémica posición contraria
a las urnas, más un reportaje en la revista 3puntos, en el
que Santillán no descartó la lucha armada, han puesto a
la CCC en la mira de la SIDE y del Ministerio del Interior, de donde han
partido varias campañas contra los piqueteros profesionales
que viajan en avión. El
crecimiento de la corriente político-sindical que tiene como modelos
a René Salamanca y Agustín Tosco fue también percibido
por las demás agrupaciones de la sinistra local. Fueron los
que más crecieron, reconoció a Página/12 un
dirigente de Izquierda Unida (IU), la coalición que en la última
elección logró dos bancas en la Legislatura de la ciudad,
ocupadas por Patricio Echegaray (Partido Comunista) y Vilma Ripoll (Movimiento
Socialista de los Trabajadores). Pero, a pesar de que reconocieron el
desarrollo de la CCC, los otros partidos (IU, Partido Obrero, Frente de
la Resistencia, entre otros) criticaron muchas de sus políticas:
Al llamar al voto en blanco, les hacen el juego a los partidos burgueses,
se quejaron muchos, casi en forma unánime. Mientras
la CCC define su estrategia política para este año descartada
por anticipado la idea participar en las elecciones, los demás
partidos de izquierda se preparan para octubre, cuando se elegirán
diputados y senadores nacionales. Izquierda Unida, que aparece inicialmente
como la fuerza con más probabilidades de obtener una banca, apuesta
todo a la candidatura de Patricia Walsh en Capital Federal. En provincia
de Buenos Aires, sin embargo, las posibilidades de IU son mucho menores:
en ese distrito la figura del padre Luis Farinello opacará seguramente
a las listas de izquierda que no lo apoyen. El Partido Obrero, por su
parte, aún no resolvió la cuestión electoral, recién
en marzo o principios de abril realizará un congreso partidario
para definir el tema. Aunque los trotskistas del PO observan con mucha
atención el lanzamiento del sacerdote de Quilmes. Lo que
seguro vamos a hacer es considerar seriamente cualquier planteamiento
del Polo Social, no tenemos ninguna actitud de prejuicio, aseguró
a este diario Jorge Altamira, miembro del comité nacional de ese
partido.
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