Por
Sergio Kiernan
Las
iglesias latinoamericanas están llegando a un consenso para adoptar
una medida que tiene pocos antecedentes: retirar de circulación
una edición de la Biblia. Que el antisemitismo de muchos de su
comentarios y notas al pie sea la razón de la medida y que la edición
cuestionada sea la Biblia Latinoamericana célebre por su
asociación con los movimientos cristianos de liberación
hace todavía más especial el caso.
Pese a su nombre, esta edición del texto sagrado es originalmente
francesa. Como La Bible des Communautés Chretiennes, apareció
en los años 50 y sólo en 1972 se transformó en Latinoamericana,
después de ser traducida y obtener el imprimatur la autorización
eclesiástica del obispo de la ciudad chilena de Concepción,
Manuel Sánchez. Pese a que los especialistas no consideran esta
traducción como especialmente destacable, en estos casi 30 años
se distribuyeron millones de copias impresas por la Sociedad Bíblica
Católica Internacional de Madrid.
En la década pasada, el Centro Simon Wiesenthal comenzó
a cuestionar varias de las notas y comentarios que acompañan el
texto bíblico. Si bien la Biblia es siempre la misma, existe una
amplísima latitud de interpretación y anotación:
cada edición pone acentos distintos y explica los contenidos textuales
a su manera, muchas veces exhibiendo una clara ideología. Lo que
la asociación dedicada a combatir el nazismo y la discriminación
destacaba eran los elementos antisemitas de las notas.
Miqueas se dirige a un pueblo muy ignorante (los judíos),
explica, por ejemplo, una nota de Miqueas 6,3. Cuando están
en apuros o se sienten inclinados a la religión, piensan en cosas
costosas: sacrificios, ofrendas y aun el sacrificio de sus hijos...
A la hora de comentar a Juan, la nota 7,1 recuerda la vieja acusación
de deicidio contra los judíos: Aquí encontramos otra
vez los contrastes del pueblo de Dios en la tierra: es a la vez la morada
de la verdad y el lugar del Espíritu, y también el pueblo
que mata a los profetas.
La iniciativa del Centro Wiesenthal tuvo buena recepción. El profesor
Menahem Macina, de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica,
concordó en cuestionar el contenido de 19 de las notas. La Comisión
de Exégesis de la Conferencia de Obispos de Francia retiró
ya en 1996 el imprimatur de la edición francesa, rechazó
apelaciones y protestas, y ordenó que se eliminaran o cambiaran
las notas. Los obispos franceses recomendaron además que todas
las correcciones pedidas se hagan también en todas las traducciones.
En América latina, las reacciones fueron en general positivas.
Las Conferencias Episcopales chilena, ecuatoriana, uruguaya, boliviana,
mexicana y colombiana recibieron de buen grado las cartas
del Centro Wiesenthal, llegando a agradecer señalar estos
contenidos y, en el caso del presidente de la Conferencia uruguaya,
a transmitir que está de acuerdo. Los colombianos fueron
los que llegaron más lejos: encargaron su propio estudio del caso
al director de su departamento de doctrina, padre Hugo Fernández
Mora.
En ninguna otra edición católica de la Biblia se encuentran
comentarios parecidos respecto de los judíos, señaló
el padre Fernández Mora. Ojalá en la próxima
reedición se corrijan las notas que contienen estas expresiones,
con un espíritu más acorde con la verdad y el amor fraterno
como nos lo pide el Señor, concluyó el especialista.
Sin embargo, las diócesis no pueden disponer que un libro que cuenta
con autorización de un obispo deje de circular. Con este argumento,
el padre Eduardo Pérez, de la Conferencia Episcopal Argentina,
se limitó a explicar a Página/12 que como el imprimatur
es chileno se le mandó el caso a la Conferencia chilena para que
decidan. No cesamos la distribución, porque la Conferencia Episcopal
no es un órgano de decisión sino de servicios. Respecto
de la edición argentina en cd-rom, el padre Pérez aclaró
que seseguirá el mismo camino, sólo que se lo mandaremos
a la diócesis local que haya dado el imprimatur.
La edición de la Biblia Latinoamericana que circula actualmente
por el continente es la vigesimosexta, impresa en 1999. Por el consenso
que se formó entre los obispos, bien puede ser la última
que mantenga la autorización eclesiástica con las 19 notas
hostiles a los judíos.
Algunas
notas cuestionadas
Para ellos el mundo se divide en dos: el pueblo
(judío) y las naciones, es decir todos los demás...
Por lo general los judíos miraban con mucho desprecio a los
paganos: ellos eran los hijos y los paganos ,los perros. (Marcos
7,24.)
Ahora Dios envía
a su Hijo como profeta y salvador y la comunidad lo entrega a los
paganos. Toda su historia, en adelante, llevará el signo
de este rechazo. (Marcos 15,6.)
Los pecados de
todos, por supuesto, pero también la violencia de la sociedad
judía en el momento en que vivió Jesús. Pues
este pecado fue el que lo llevó a la cruz. (Lucas 24,44.)
Los pastores del
pueblo judío pensaban lograr la unidad favoreciendo el orgullo
nacional, los privilegios de las castas más concientizadas,
el rencor contra los extranjeros. (Juan 9,10.)
Están cumplidos
los tiempos de la religión judía, religión
provisoria... (Juan 19,28.)
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