Numerosos
subsidios destinados a hospitales públicos bonaerenses han sido
derivados a clubes deportivos, asociaciones culturales, centros de jubilados
o ignotas fundaciones. Se trata de unos 10 millones de pesos, pertenecientes
a los fondos del Sistema de Atención Médica Organizado (SAMO),
que centraliza el cobro de las prestaciones que hacen los hospitales públicos
y deberían ser destinadas a prestaciones de atención
médica en los municipios. De acuerdo con una investigación
realizada por una publicación especializada, los fondos tampoco
fueron distribuidos con criterio equitativo: el 25 por ciento de los mismos
fueron derivados a la municipalidad de Berazategui, donde inició
su carrera política el ministro de Salud, Juan José Mussi.
Desde la cartera sanitaria bonaerense se argumentó que las entidades
de bien público que recibieron subsidios realizan algún
tipo de actividad vinculada con la salud, como difusión de acciones
de prevención, gabinetes de enfermería o podología
o prevención de accidentes.
El SAMO, creado por un decreto ley del año 1977, prevé destinar
un 40 por ciento de lo recaudado para la compra de insumos, mantenimiento
y bienes de capital para los hospitales que efectuaron la prestación;
un 50 por ciento para el pago de adicionales y bonificaciones al personal
de esos mismos hospitales, mientras que el 10 por ciento restante va a
parar a un fondo especial que maneja el Ministerio de Salud. Estos recursos
son transferidos a los municipios para financiar gastos de funcionamiento
o inversiones menores en establecimientos asistenciales.
De acuerdo con la investigación realizada por la revista El Médico
una publicación mensual, de circulación restringida
entre 1999 y 2000, Mussi entregó 540 subsidios con fondos del SAMO
a diversas entidades, muchas de las cuales serían ilegales pues
no corresponderían a lo que establece la ley.
Los subsidios pagados por el Ministerio de Salud provincial figuran en
planillas ver facsímil tituladas Subsidios SAMO
a rendir por localidad, organizadas en ocho columnas, donde figuran
desde la fecha de entrega y la entidad beneficiada hasta el nombre del
referente, encargado de recibir el dinero y repartirlo.
En el caso de Berazategui, cuyas entidades fueron beneficiadas con 2,5
millones de pesos, el referente ministerial fue Marcelo Benedetti, un
militante justicialista y subsecretario de Entidades de Bien Público
de Berazategui.
Uno de los casos más curiosos es el aporte que recibió la
Asociación Deportiva Berazategui, beneficiada con cinco subsidios
por un total de 38 mil pesos, cuyo destino fue la promoción de
actividades como el hockey y el golf, según reconoció el
propio intendente de ese municipio, Carlos Infanzón. La Asociación
Cooperadora de Centros Culturales de Berazategui recibió dos subsidios
por 210 mil pesos, que destinó a la compra de un predio que luego
habrían sido donados a la Municipalidad. Ninguna de esas entidades
está vinculada con la atención sanitaria.
Podrían ajustarse, en cambio, a las exigencias de las normas, los
800 mil pesos destinados a apoyo financiero para ser utilizado en
el Hospital Municipal Angel Sába- tto, si no fuera porque
esa institución no es un hospital sino un centro de salud y porque
su director, Raúl Esteban, aseguró que jamás recibió
subsidio alguno.
También fueron beneficiados con subsidios centros de jubilados
y clubes del partido de Avellaneda y los bomberos voluntarios de Dock
Sud; varios clubes y asociaciones vecinales de Mar del Plata y una autodenominada
Fundación Vida que recibió nada menos que 149.100
pesos, que no figura ni en la guía telefónica y cuya
sede, en La Plata, coincide con el consultorio de su presidente, el doctor
Mario DAlfonso, dirigente del Círculo Médico de Berazategui.
Ante una consulta realizada por Página/12, el Ministerio de Salud
explicó que, en 1999, el SAMO recaudó 51,4 millones de pesos.
De ellos, 8,5 fueron destinados a entidades de bien público que,
de acuerdo con laley, se encargan de promocionar servicios integrados
de medicina preventiva y asistencial. De ese monto, agrega el informe
oficial, el 74 por ciento fue destinado en forma directa a establecimientos
de salud públicos. Aproximadamente el 4 por ciento
estuvo vinculado con entidades de bien público de Berazategui,
añade. Por último, agrega que toda la documentación
es remitida al Tribunal de Cuentas de la provincia, para su evaluación
y control.
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