Por
Alfredo Zaiat
y Raúl Dellatorre
El
blindaje financiero y la baja de tasa decidida por la Reserva Federal
le cambiaron el humor a José Luis Machinea. En un reportaje exclusivo
con Página/12 afirmó que no fue trabajo sucio
la suba de impuestos, la rebaja de sueldos estatales, el recorte a las
jubilaciones dispuesto en la controvertida reforma previsional ni el aumento
de tarifas en servicios privatizadas. No me arrepiento de ninguna
de esas medidas, aseguró y, ahora, dijo que se acabaron
las malas noticias. Y provocó: Dicen que somos flojos en
las renegociaciones con las privatizadas. Para luego detallar los
acuerdos con las empresas, adelantando el que hoy se conocerá con
Aguas Argentinas, que incluye una indexación del 1,5 por
ciento en lugar del 5,2 por ciento previsto en el contrato, que la empresa
aceptó. Ya no hay necesidad de hacer política
respondiendo al mercado, acotó, con el blindaje como escudo.
Y acompañado por sus dos más estrechos colaboradores, Miguel
Bein y Pablo Gerchunoff, hasta se permitió bromear sobre su continuidad
en el cargo: ¿Renunciar? ¿Qué es eso?.
¿Terminó con el trabajo sucio o falta más?
No fue trabajo sucio. Fue necesario. Terminamos con las grandes
reformas que teníamos en carpeta: reforma laboral, el acuerdo con
las provincias, sistema jubilatorio, obras sociales.
Me refería a otras medidas como trabajo sucio: aumento de
impuestos, baja de salarios, baja de las jubilaciones y aumento de tarifas.
Eran medidas necesarias. No me arrepiento de ninguna de ellas. Eran
para asegurar la solvencia fiscal de corto y largo plazo.
¿Y ahora qué sigue?
Ahora hay margen para brindar un esfuerzo grande y tener éxito
con cuestiones vinculadas a la producción. Si no despejábamos
el horizonte, con las cosas que tuvimos que hacer el año pasado,
no íbamos a tener resultados en el sector de la producción.
Desde la semana pasada, en su mesita de luz tiene la foto de Alan
Greenspan (titular de la Reserva Federal) con un Gracias inmenso.
Tendría que haber tenido la foto de Greenspan con alfileres
al año pasado...
En una de esas dio resultado...
Hace 45 días nosotros veíamos una baja de la tasa
de interés, aumento de los precios de los productos que Argentina
exporta y un apreciación del euro. Todo eso se está dando
más rápido de lo previsto, pero esa era claramente la tendencia.
El año pasado las variables externas fueron muy desfavorable; y
en este, serán muy buenas.
¿Qué es más importante, el blindaje o la baja
de tasas?
Ambos. El blindaje era fundamental para eliminar la incertidumbre,
tanto interna como internacional. La rebaja de tasa ayuda a reducir más
rápidamente el riesgo país.
¿Por qué Argentina necesitó del rescate financiero
y Brasil no, país que tiene indicadores externos iguales o peores?
Quiero recordar que Brasil tuvo una ayuda financiera mayor que la
Argentina a comienzos de 1999. Brasil lo hizo en un contexto de crisis
después de una devaluación, y nosotros no. Lo hicimos en
carácter preventivo.
¿Cuál fue la frustración más grande
en su primer año de gestión?
Que la economía no haya crecido y no haya bajada la desocupación.
¿Y la pobreza?
La tasa de desempleo está emparentada con la pobreza. Si
no bajamos la desocupación, tampoco disminuimos la pobreza.
¿El denominado mercado fue ingrato con su gestión?
Hubo un conjunto de factores. De afuera, la suba de la tasa y la
volatilidad de los mercados emergentes. De adentro, además de los
problemas políticos asociados a la renuncia del vicepresidente,
hubosectores internos que jugaron a que no había salida y echaban
toda la culpa al ministro de Economía.
Ya que están culminando las reformas acordadas con el FMI
para responder a los ataques del mercado. ¿Qué cosas más
tienen para ofrecer en caso de otras embestidas?
No hay más necesidad de responder al mercado, sino seguir
avanzando en poner en marcha esas reformas. La Argentina ha terminado
con las reformas centrales. Ahora queda la reforma del Estado.
¿Y la vulnerabilidad frente a los ataques del mercado?
Las reformas realizadas, la reducción de impuestos y el blindaje
son nuestras defensas. El blindaje disminuye fuertemente la incertidumbre
sobre la capacidad del país de conseguir colocar deuda en el mercado.
¿Quién lo defraudó?
Sería injusto nombrar a uno sólo (sonrisas)
¿Cómo será el 2001 para la gente?
Van a empezar a perder el miedo a perder el empleo con el crecimiento
económico. La tasa de desempleo bajará. Las expectativas
serán mejores.
¿Por qué?
Porque ahora tenemos una economía estancada. La economía
va a crear puestos de trabajo. Será un proceso gradual. Reduciremos
el desempleo a un ritmo de no menos 1,5 por ciento por año. Así,
el miedo empezará a desaparecer.
¿Qué medidas tomará para alentar el consumo?
Ninguna especial. Todas las medidas están sobre la mesa.
No hay medidas macroeconómicas muy importantes. Habrá trabajo
con diferentes sectores para acelerar inversiones.
¿No habrá medidas para bajar la tasa de interés?
Lo que haremos es continuar con la línea que hemos tenido.
Poner en marcha políticas para las pymes. Continuar con los fondos
fiduciarios en las provincias. La Ley de Leasing va a colaborar. El rol
del Banco Nación ayudará. Pero lo más importante
para reducir la tasa de interés es la disminución del riesgo
país y el ingreso de capitales.
Cuando no era ministro era muy crítico de la renegociación
del contrato y del aumento de tarifas de Aguas Argentinas. ¿Y ahora
qué está haciendo?
Dicen que somos flojos con las renegociaciones. ¿Flojos con
quién? Flojos con el acuerdo de supermercados y proveedores. Flojos
con obligarle a Endesa a vender parte de sus acciones en Edenor o en Edesur.
Flojos con la norma que fija más competencia en el mercado de combustibles.
Flojos con la negociación con los corredores viales, que no ampliamos
el plazo de la concesión y eliminamos la indexación. Flojos
con Aerolíneas Argentinas, que la salvamos de la quiebra y cuidamos
los puestos de trabajo. Flojos con Aguas Argentinas, que le correspondía
una indexación de tarifas del 5,2 por ciento por el contrato que
firmó el gobierno de Menem, y nosotros logramos que el aumento
sea sólo del 1,5 por ciento y la empresa aceptará esa rebaja.
Además, habrá un ajuste de poco más del 3 por ciento
anual en cada uno de los próximos cinco año para inversiones,
recursos que se pondrán en un fondo fiduciario que liberará
el dinero contra certificados de obra. También se devolverá
el dinero por los cargos de conexión cobrado a la gente. ¿Flojos
con quién? Hemos tenido peleas muy duras con las empresas en un
contexto donde existe un marco legal. En ese marco legal hemos defendido
los derechos de los consumidores. Y nos hemos peleado duramente con las
empresas.
Pero en cada una de las renegociaciones con las privatizadas, el
saldo fue un aumento de tarifas. ¿Está haciendo lo mismo
que antes criticaba?
Había contratos vigentes. En todo momento hemos negociado
esos contratos para rebajar el aumento de tarifa previsto. No hemos sido
flojos con las empresas privatizadas. Fuimos todo lo duro que podíamos
ser en un contexto en el cual existían contratos vigentes, y había
una seguridadjurídica que mantener. Y en ese escenario siempre
reducimos las tarifas sustancialmente respecto a lo que correspondía.
¿Cuándo pensó en renunciar?
¿Qué es eso? Pude haberlo pensado, pero nunca seriamente.
EN
EL CENTRO, CON LIMITES DADOS POR EL MERCADO
Hemos
defendido a la gente
En
el gabinete hay otros tres economistas (López Murphy, Adalberto
Rodríguez Giavarini, Colombo). Usted tiene la posibilidad de armar
un equipo económico de lujo, siendo ministro. ¿Qué
cargo le asigna a cada uno de ellos?
Yo ya tengo un equipo económico de lujo. Cada uno de ellos
están cumpliendo un rol muy importante en sus áreas.
Vamos, un poco de imaginación...
Cualquiera de ellos podría ser ministro de Economía.
No me los imagino en mi equipo económico.
¿Usted es de centroderecha o de centroizquierda?
De centro.
¿Y mira más a la derecha o a la izquierda?
Trato de hacer una política que tome en cuenta a los mercados.
Nadie gobierna hoy en día en el mundo sin tener en cuenta cuál
será la reacción de los mercados. Pero dentro de esa política
hemos defendido a la gente, por ejemplo en la negociación con las
privatizadas. Y cuando tuvimos que tomar medidas duras, tratamos que castigaran
lo menos posible a los sectores de menores ingresos. ¿Qué
es ser progresista hoy en día?
¿Qué es?
Es tomar los límites dados por la economía global,
los mercados, y tratar de tomar las medidas que favorezcan a los sectores
de menores recursos. Es un proceso gradual. Y que tiene que ver, básicamente,
con el crecimiento. Si uno tomara un grupo de medidas que supuestamente
benefician a los sectores de menores ingresos y como consecuencia hay
muchos años de estancamiento, terminamos perjudicando a esos sectores.
O sea, que en el primer año fue de centroderecha, y ahora
aspira a ser de centroizquierda.
En el primer año tuvimos que tomar medidas duras. Esas medidas
estuvieron siempre pensadas con un sesgo lo más progresista posible,
aun la reforma impositiva.
En la cancha de Boca, luego de que Argentina saliera campeón
del mundo en 1986, se colgó una bandera con la leyenda Perdón
Bilardo. ¿Usted espera lo mismo?
Nunca le ponen una bandera al ministro de Economía. Solamente
que diga perdón (risas). En realidad, lo que espero es que baje
la tasa de desocupación.
Cavallo
José Luis Machinea sufrió, como presidente
del Banco Central, una campaña en contra en 1989 del entonces
diputado por el justicialismo Domingo Felipe Cavallo, a quien incluso
se le imputó haber operado en el exterior para
generar una fuga de capitales.
¿Por qué lo perdonó a Cavallo?
Nos dijimos lo que nos teníamos que decir en su momento
respecto de ciertas actitudes que no me gustaron. En política
hay que acordar. Y Cavallo ha tenido una actitud positiva en los
últimos 90 días.
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�Combatiremos
las mafias enquistadas en la economía�
Por
A.Z. y R.D.
La reforma impositiva estará en manos de una comisión coordinada
por la Jefatura de Gabinete, pero el ministro José Luis Machinea
no se siente marginado por ello, y en cambio dice que Economía
participará activamente en la misma. Pero admite que el combate
contra la evasión es una asignatura pendiente. Vamos a dar
una batalla frontal contra las mafias enquistadas en determinados sectores,
prometió el ministro, que eligió como primer frente de combate
a la adulteración en la comercialización de combustibles.
¿El Ministerio de Economía quedó al margen
de la definición de una política tributaria con la creación
de la comisión de diseño de una nueva estructura impositiva?
Para nada. Un par de personas de Economía estarán
en esa comisión.
¿Cómo explica que el Gobierno convoque especialistas
para que aporten ideas y definan la política tributaria? ¿No
tiene una propuesta propia?
Muchos en Argentina hablan de que es necesario hacer una reforma.
Entonces, es bueno juntarlos a todos y hacer una cosa razonable. Si no,
se lanzan ideas sueltas y casi siempre se refieren a que hay que bajar
impuestos. Tiene que haber un ámbito para que se discuta en una
forma más racional y definir cómo cambiar gradualmente la
estructura impositiva. Lo que hay que hacer, a mi criterio, es bajar impuestos
distorsivos.
¿Bajarán impuestos en el 2001?
Si algo puede haber como novedad, será baja de impuestos.
Pero para este año, lo más importante como rebaja ya fue
anunciado.
¿Estudian eliminar el IVA que aplican las administradoras
de las tarjetas de crédito en los resúmenes de cuenta?
Sí. Puede haber cuestiones puntuales como la mencionada.
Pero serán cosas relativamente pequeñas. Nada importante
ni relevante.
¿Están evaluando el impuesto a los graduados universitarios?
Tendrán que hablarlo con el ministro de Educación.
¿Usted coincide con quienes sostienen que en Argentina los
ricos no pagan mucho de impuestos?
El nivel de evasión es generalizado. Algunos sectores de
altos ingresos no pagan impuesto a las Ganancias. Pero la evasión
es mucho más amplia.
No fueron muy exitosos en la lucha contra la evasión y el
contrabando...
No. Es una de las asignaturas pendientes. Los avances en la Aduana
fueron muy importantes. En la AFIP se ha mejorado en la informática,
pero cuando la economía no crece es más difícil reducir
la evasión.
¿Detectaron la existencia de mafias económicas?
Sí. Estoy empeñado en la lucha contra la evasión
en los combustibles, donde hay mafias. Pero ese motivo es la batalla por
el control de las naftas (vendidas en provincias) patagónicas y
del solvente para uso industrial. Había más de 700 empresas
inscriptas para poder comprar solvente desgravado, y ya hemos reducido
esa lista a 197, lo que va a reducir la evasión en más de
100 millones de pesos. Y vamos a hacer un control muy estricto sobre el
uso que se le dé en cada una de ellas. Es un sector en el que hay
mafias enquistadas, y vamos a dar una batalla frontal contra ellas.
¿Esperan tener apoyo de las empresas refinadoras, que son
las que elaboran el producto y además tienen el control de la comercialización?
Hasta aquí hemos actuado nosotros. Ahora empezaremos a reunirnos
con las cámaras del sector y con las empresas más importantes.
Otros sectores, como el comercio, sostienen que existen otras mafias
que son más evidentes y actúan a la luz del día,
como las ferias del Mercado Central y de La Salada, con ventas de artículos
que se sospechan ingresados de contrabando. ¿Qué están
haciendo?
Hay que ir fuerte contra los que operen en esas ferias.
¿Qué necesitan para avanzar? ¿Respaldo, voluntad
política?
Se requiere no sólo respaldo político sino recursos
humanos suficientes. Lo que sucede es que hubo demanda excesiva sobre
las tareas de la AFIP, y también hubo problemas operativos con
la restricción presupuestaria, pero lo estamos viendo para resolverlo.
¿Qué
es ser progresista hoy?
¿Aspira a que el Congreso convalide la
reforma previsional?
Sí. Espero que salga una ley que confirme la reforma.
¿Y el Frepaso?
Va a trabajar dentro de la Alianza. Conversaremos durante
las próximas semanas.
¿Sobreactuaron con la reforma previsional?
No. Era absolutamente imprescindible para dar una señal
clara de la solvencia de largo plazo. Como estábamos aumentando
el déficit fiscal de corto plazo respecto al previsto, entonces
teníamos que dar un mensaje contundente de que mejorábamos
en el largo. El acuerdo con las provincias y la reforma previsional
eran dos piedras imprescindibles.
Pero había tiempo hasta el 30 de mayo, según
el acuerdo con el FMI, para tener aprobada la reforma previsional.
No había tiempo. No es una cuestión con el FMI.
El Poder Ejecutivo había mandado una reforma a mediados de
año al Congreso...
Era diferente...
Bueno, pero el ahorro fiscal que había era sustancialmente
el mismo. Pero esta reforma es mejor. Es más progresiva.
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