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CRITICAS POR EL CHEQUE CANCELATORIO QUE ENTRO EN VIGENCIA AYER
Una forma de encarecer las cosas

Las inmobiliarias, los escribanos y ligas de consumidores protestaron por la comisión bancaria que se debe pagar por el nuevo cheque.

Por Claudio Zlotnik

El debut del cheque cancelatorio vino con problemas. El nuevo instrumento recibió fuertes críticas por parte de inmobiliarias, escribanos y de las ligas defensoras de los consumidores. Se quejan de que trabará las operaciones y de su elevado costo. Además, las inmobiliarias protestaron porque los bancos todavía no disponen de los nuevos cheques. Y prevén que la actividad del sector estará virtualmente parada durante los próximos días. Advierten que podrían iniciarse acciones legales pidiendo la anulación del cheque por considerarlo inconstitucional.
El cheque cancelatorio entró en vigencia ayer, y forma parte de la cruzada del Gobierno para combatir la evasión y el lavado de dinero. El instrumento fue creado por la ley antievasión, presentada por el Ejecutivo hace un año, y en la cual, entre otros puntos, se prohíbe la utilización de dinero en efectivo para los pagos superiores a los 10 mil pesos. Desde ayer, las operaciones por un valor superior a ese monto deben efectuarse a través de cheques comunes, de pago diferido, tarjetas de crédito, giros o transferencias bancarias.
La creación del cheque cancelatorio intenta cubrir a aquellas personas que no tengan una cuenta abierta en alguna entidad financiera. En caso de que un “no bancarizado” compre una casa o un automóvil, por ejemplo, que cueste más de 10 mil pesos, estará obligado a adquirir un cheque cancelatorio en el banco, por el que abonará entre 0,15 y 0,25 por ciento sobre el valor de la transacción. Aunque el mínimo establecido es de 50 pesos. Es decir, por una operación de 50 mil pesos habrá que pagar entre 75 y 125 pesos.
Como condición para recibir el cheque, el pagador deberá depositar el dinero en la cuenta especial que le abra el banco. Precisamente, este accionar es lo que hace “cancelatorio” al instrumento: los fondos están en la cuenta antes de que se emita el cheque. Sin embargo, las entidades financieras se tomarán entre 48 y 72 horas para efectivizarle el dinero al vendedor. A su vez, durante ese tiempo, y a pesar de haber pagado, el comprador no será el dueño legal del activo. “Así como fue diseñado, el sistema complica las cosas. ¿Qué pasa si se detecta un cheque falso? ¿Por qué los bancos se toman tanto tiempo para definir la operación? Por ahora, son preguntas sin respuestas. Mientras tanto, la gente nos llama con temor a cometer errores y posterga sus decisiones”, comentó a este diario Francisco Rocca, vicepresidente del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires. Desde el Gobierno intentaron llevar serenidad. “A lo mejor, en el corto plazo la operatoria aparece como complicada. Pero será hasta que la gente la conozca. El cheque cancelatorio nos va a dar tranquilidad de que no hay evasión impositiva”, apuntó Chrystian Colombo, jefe de Gabinete. No obstante, un reconocido consultor impositivo dijo a este diario, pidiendo reserva de su identidad, que “quienes trabajan en negro seguirán haciéndolo. La clave está en los controles de la AFIP. No en lo que pueda hacer el Banco Central con los cheques”.
Por ahora, las entidades financieras mostraron escaso interés por sumarse al flamante sistema: sólo ocho se registraron en el Banco Central para recibir los talonarios con los cheques cancelatorios, a pesar de que el Ejecutivo vetó el artículo de la ley donde se establecía que el instrumento sería gratuito y avaló que las entidades cobraran una comisión.
La crítica principal de los agentes inmobiliarios y los escribanos está dirigida a los costos que acarrea el cheque cancelatorio. Porque, además de la comisión bancaria, advierten que quienes utilicen el nuevo instrumento tendrán que abonar la formulación de una “escritura complementaria”, una vez que se verifique el cobro del dinero, equivalente al 2 por mil del total de la operación, y honorarios adicionales por escribanía. No es todo. Además deslizan que, tal como fue establecida, la operatoria podría ser inconstitucional. “La ley impide la utilización del dinero. No deja opción a que quien quiera pagar en efectivo, puedahacerlo”, señaló en diálogo con Página/12, Gustavo Lumer, directivo de la cámara inmobiliaria. Incluso, en Adecua, una liga de defensa de los consumidores, evalúan realizar una presentación judicial para que la utilización del cheque cancelatorio se suspenda, según informó Osvaldo Riopedre, ya que en la entidad consideran que el instrumento debería entregarse en forma gratuita.

 

 

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