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Los asesinos de Bulger son anónimos para siempre

La Justicia británica dictaminó que no se podrá publicar nunca fotos o detalles que permitan identificar a los dos chicos que mataron al niño, quienes saldrán en libertad con otra identidad.

Página/12
en Gran Bretaña

Por Marcelo Justo
Desde Londres

La Alta Corte de Justicia de Londres otorgó ayer el anonimato de por vida a los dos adolescentes que en 1993 asesinaron a un niño de dos años. En un caso que conmovió a la sociedad británica, la Jueza Elizabeth Butler-Sloss dictaminó que no se podían publicar fotografías o detalles que permitieran identificar a Jon Venables y Robert Thompson, que hoy tienen 18 años y saldrán en libertad con una nueva identidad en los próximos meses. “Este es un caso excepcional que me obliga a tomar medidas extraordinarias para proteger sus vidas y su futuro”, señaló en su dictamen la jueza. Los tres pulpos editoriales que solicitan la derogación de ese anonimato están analizando la posibilidad de una apelación porque consideran que se está atentando contra la libertad de prensa y se está sentando un peligroso precedente al proteger a los culpables de gravísimos crímenes.
El 12 de febrero de 1993 dos chicos de 10 años que bordeaban la marginalidad mataron al pequeño James Bulger tras secuestrarlo en un centro comercial de Liverpool, en el oeste del país. Venables y Thompson llevaron a Bulger a una solitaria vía férrea donde lo golpearon con una barra de hierro y ladrillos antes de abandonarlo sobre el riel. La brutal crueldad del asesinato sacudió a la sociedad británica que inició un prolongado autoexamen para comprender cómo dos chicos podían cometer un crimen de esa naturaleza. La detención y el juicio de los dos menores provocó escenas de odio y violencia cercanos al linchamiento popular, que dejaron una marca imborrable en la conciencia colectiva.
John Dickinson, abogado de Jon Venables, habló sobre el fallo que les dio el anonimato.Ayer, en los fundamentos de su dictamen, la jueza Elizabeth Butler- Sloss indicó que había llegado a la “inevitable conclusión” de que importantes sectores de la prensa “intentarían encontrar a los dos chicos para revelar su identidad y dirección”. Entre los antecedentes mencionados por la jueza se encontraban las campañas iniciadas por dos de los periódicos que buscan la derogación de la prohibición de informar sobre los dos adolescentes. El diario de más circulación en Gran Bretaña, el amarillísimo The Sun, buscó concitar la presión pública para que los dos chicos permanecieran en la cárcel de por vida y el pasado julio, el The news of the World, lanzó la tristemente célebre campaña de “nombrar y avergonzar” a los pedófilos. “La respuesta a esas campañas fue muy emocional y generó situaciones de peligro”, señaló la jueza.
La “reacción emocional” consistió en un escrache de los pedófilos que culminó en el virtual sitio de varios hogares, la formación de un grupo de vigilantes y una caza de brujas que empujó al suicidio a dos personas que estaban a la espera de juicio y obligó a cuatro familias inocentes a cambiar de dirección. La jueza consideró que con esos antecedentes no se podía dejar la decisión de publicar datos sobre Venables y Thompson al buen criterio de los editores y al código ético voluntario que rige a la prensa británica. La jueza también tomó en cuenta que la amenaza a Venables y Thompson no se limita a la posibilidad de que los medios desaten la furia incontrolable, pero por el momento hipotética, de la turba. Ralph Bulger, el padre de James, dejó en claro en varias oportunidades que, cuando los dos quedaran libres, no cejaría hasta encontrarlos.
En un comunicado leído después de que se conociera el dictamen, Denise Bulger, la madre del pequeño, condenó duramente a la Justicia británica. “Vaya por donde vaya siempre tengo que enfrentar injusticias. La única esperanza que tenía era que la jueza rechazase el anonimato. Realmente no se lo merecen. Como niños, entiendo que se les ofreciera protección, pero ¿qué derecho tienen de recibir el mismo tratamiento especial ahora que sonadultos?”. Denise Bulger extendió sus críticas a la Corte Europea de Derechos Humanos, que falló en diciembre de 1999 que los dos chicos no tuvieron un juicio justo, ya que se había sometido a dos menores a un tribunal de adultos. En noviembre del año pasado, el presidente de la Judicatura británica Harry Woolf dictaminó que Venables y Thompson podían ser puestos en libertad condicional este febrero.
La vida en anonimato no será un jardín de rosas. Según los especialistas, los chicos estarán siempre en peligro. Paul Cavadino señaló que los chicos “corren serio riesgo de ser víctimas de un ataque de grupos de vigilantes”. Venables y Thompson tenían 10 años cuando se dieron a conocer sus fotografías. Desde entonces cambiaron mucho, pero para mantener la ficción contarán con una “prehistoria” que les asegurará una continuidad social con su nueva identidad y deberán romper todos sus vínculos familiares, probablemente para siempre.

 

 

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