Por
Diego Fischerman
Desde Punta del Este
La
amenaza de ciclones, que finalmente pasaron por el costado, obligó
a suspender por un día la tercera fecha del Festival Internacional
de Jazz de Punta del Este, que se desarrolló en el tambo El Sosiego.
Lo que iba a suceder el sábado, salvo por el set del trío
de Cedar Walton y el saxofonista Johnny Griffin, que tocaron ese día
aunque en versión abreviada, pasó al domingo. Entre la tradición
del hard bop atendida por sus dueños (Walton y compañía),
la explosión a partir de Coltrane (y también del Rhythm
& Blues) del saxofonista Kenny Garrett y la mirada inmovilista hacia
el pasado del trompetista Nicholas Payton pudo observarse un buen panorama
del jazz actual y, también, de sus encrucijadas estilísticas.
La actuación de Joe Lovano y Dave Samuels junto al quinteto del
argentino Pablo Ziegler, el excelente trío del pianista Kenny Barron
y la multitudinaria final Jam Session en homenaje a Dizzy Gillespie, programados
para la noche final, completaron, en todo caso, otra visión del
mismo paisaje.
La actuación más festejada, la más impactante y,
en muchos sentidos, la más imprevisible fue la de Kenny Garrett.
Con un grupo excepcional (Charnett Moffett en contrabajo, Bernard Brown
en piano y el joven y delumbrante baterista Chris Dave) este saxofonista
que tuvo el honor de formar parte de uno de los últimos grupos
de Miles Davis dividió su presentación en dos partes, casi
radicalmente opuestas entre sí. En la primera, con un comienzo
a toda máquina que remitió al Coltrane de Transition y A
Love Supreme y un final inequívoco (un Giant Steps tocado a velocidad
sideral), las fuentes aparecieron explicitadas: mientras la mayoría
de los músicos jóvenes miran hacia Art Blakey, hacia el
lenguaje Blue Note de finales de los 50 o aún más atrás,
Garrett decide bucear en el quiebre de lenguaje de finales de los 60 y
partir desde allí. El nivel técnico de los cuatro músicos,
la capacidad para establecer interrelaciones permanentemente y una cuota
de energía y concentración sorprendentes convirtieron este
miniset dentro del que se destacó un tema aún sin
título y llamado provisoriamente Tango en 6 en
inolvidable. Pero lo que vino después, a tono con el vuelco dado
por Garrett en su último CD, fue todavía más inesperado.
Dos temas de inspiración gospel, con mucho de pop (un melodismo
pegadizo, rítmica regular) y un hip hop en el que el público
terminó cantando un ostinato con las palabras tick tack,
dont stop llevaron lo que había sido un gran concierto
de jazz a convertirse en un gran espectáculo popular. El verdadero
Garrett, en sus propias palabras no es ni uno ni el otro; son los
dos.
Si la propuesta de Garrett está dominada por la imprevisiblidad,
con la de Payton pasa todo lo contrario: buenos intérpretes, de
gran virtuosismo en el caso del trompetista y sumamente eficaces en el
de sus acompañantes, haciendo con pasión de simulcop lo
que sus abuelos y padres cristalizaron en una de las épocas más
creativas del jazz (el período del 57 al 65). Barron,
el contrabajista Rufis Reid (ambos miembros del último cuarteto
de Stan Getz) y el baterista Lewis Nash, héroes auténticos
de esos años, mostraron la diferencia entre hablar una lengua con
naturalidad de nativos y haberla aprendido de grandes, en caros laboratorios.
Barron, Reid y Nash no piensan en la tradición. Ellos la tienen,
la saben y la usan.
La presencia del saxofonista Joe Lovano (una de las voces más importantes
en su instrumento en el jazz de las últimas décadas), de
Paquito DRivera y de Dave Samuels (ésta es la verdadera
cosa, tocar tango con argentinos, diría el vibrafonista más
tarde) junto al grupo de Ziegler enriqueció tímbricamente
-.y también en el estilo de algunos solos, la música
del ex pianista de Piazzolla. El final de lapresentación del grupo,
con la famosa Fuga y Misterio y solos improvisados de cada
uno de los solistas invitados fue un digno broche.
El cierre de la noche y del festival estuvo a cargo de una big band que
nunca funcionó como tal, porque no había arreglos orquestales.
Más bien, el grupo en el que se mezclaron muchos de los que ya
habían tocado con el trombonista Slide Hampton, el trompetista
John Faddis, el guitarrista Ed Cherry fue una zapada multitudinaria de
la que quedaron algunos buenos solos y la circense pasión por los
sobreagudos del inefable Faddis. La sexta edición de este festival
en el que el jazz, una música urbana por naturaleza, suena en el
medio del campo, llegó a su fin. Para la versión del año
próximo, la organización contará con un subsidio
del gobierno uruguayo. Un reconocimiento a la coherencia y la continuidad
de una idea por la que, hace no demasiado tiempo, casi nadie se atrevía
a apostar.
Las
jeringas filosofales
El descubrimiento
en el set de elementos para el consumo de drogas obligó a
reforzar la seguridad en el rodaje en Londres de la película
Harry Potter y la piedra filosofal, mientras le prensa sensacionalista
se hacía un festín con la noticia. Los responsables
del estudio Warner Bros. debieron admitir que llamaron a la policía
tras hallar varias jeringas en los estudios Laevesden, cerca de
Watford, al norte de Londres. La empresa aclaró, sin embargo,
que los estudios donde se filma la historia, basada en la novela
juvenil de ficción protagonizada por el popular personaje
Harry Potter, estuvieron cerrados desde el 24 de diciembre con motivo
de las fiestas navideñas. Las jeringas en cuestión
no se encontraron en ninguno de los aparatos que se utilizan
para la producción del film, cuyo costo está
calculado en unos 170 millones de dólares. Aunque todavía
no está claro cuánto tiempo estuvieron en el lugar
esos elementos antes de que fuesen descubiertos, no se encontraron
drogas ni se estableció una relación directa entre
la producción y la evidencia en cuestión, agregó.
El film se estrenará hacia fines de año y es uno de
los proyectos más importantes, económicamente hablando,
de la historia del cine.
Los
humos de Jennifer
La cantante
pop y actriz Jennifer Lopez dejó boquiabiertos a los empresarios
ingleses al solicitar siete camarines para su uso personal para
la grabación de un programa de televisión en el que...
sólo cantará una canción. Nunca una estrella
había pedido tanto, ni siquiera Los Beatles. Lo usual en
estos casos es que una figura utilice un camarín de los buenos,
dijo con asombro uno de los productores del programa. Según
la prensa inglesa, la actriz se quejó al llegar a los estudios
del canal porque los camarines no estaban pintados de blanco y porque
no había orquídeas blancas en el suyo. López,
de origen portorriqueño, está considerada una de las
mujeres más sexies del mundo y son constantes las afirmaciones
respecto de sus modos destemplados y exigencias desmedidas.
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CLASES
ABIERTAS Y GRATUITAS
En
verano se baila tango
Aquellos
que siempre quisieron aprender a bailar el tango y nunca supieron dónde
ni cuándo ni cómo, ahora no tendrán excusas: durante
todo el verano, más de ciento cincuenta profesores convocados por
el maestro Miguel Angel Zotto darán más de cuatrocientas
clases abiertas y gratuitas, en diferentes centros culturales y milongas
barriales de la Capital Federal. Será una buena manera de prepararse
para recibir la tercera edición del Festival Buenos Aires Tango,
que se realizará desde el 28 de febrero al 4 de marzo y que en
esta ocasión tendrá como principal atractivo el baile popular.
En cuanto a las clases, habrá una amplia disposición de
sedes y horarios para los interesados. Quienes deseen participar de los
talleres, pueden recibir información en: la Casa de la Cultura
(Av de Mayo 575), Centro Cultural General San Martín (Sarmiento
1551), Centros de Gestión y Participación, puestos de informes
turísticos de la Ciudad, el Centro Cultural del Sur (Av. Caseros
1750), Centro Cultural Agronomía (Av. San Martín 4453),
Centro Cultural Adán Buenosayres (Parque Chacabuco, Av. Asamblea
1200) y Centro Cultural Plaza Defensa (Defensa 535). Buenos Aires Tango
es organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad,
con la colaboración de la Secretaría de Turismo de la Nación
y de la Subsecretaría de Turismo del Gobierno de la Ciudad.
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