Por Laura Termine
Desde
Roma
La visita del canciller Adalberto
Rodríguez Giavarini a la Santa Sede concluyó ayer con buenos
augurios. Además de confirmar la entrevista del presidente Fernando
de la Rúa con Juan Pablo II el próximo 5 de abril, el ministro
consiguió afianzar el diálogo con el Vaticano. No
hay ningún elemento contencioso en nuestra relación bilateral,
fueron las palabras que escuchó Giavarini del secretario de Estado,
Angelo Sodano, ayer. En un concurrido almuerzo ofrecido por el embajador
Vicente Espeche Gil en el Palacio Patrizzi, el canciller se emocionó
hablando del Papa, del Jubileo y de la religiosidad de los jóvenes
argentinos, mientras el ex nuncio durante los 70, Pio Laghi, asentía
a su lado.
En una entrevista con Página/12, Giavarini resaltó la prioridad
de colocar los lazos con el Vaticano en el máximo nivel, pero para
diferenciarse de la mala relación del gobierno de Carlos Menem
con muchos de los obispos locales, aclaró que la administración
De la Rúa planteó desde el inicio un constante diálogo
con el Episcopado argentino. Rodríguez Giavarini negó que
el ex embajador ante la Santa Sede, Esteban Caselli, hubiera realizado
gestiones para esta visita presidencial pero, en declaraciones periodísticas,
Caselli confirmó la información de este diario y señaló
que aporté algunos datos que pudieran servirle al canciller
en su viaje a la Santa Sede.
¿Qué se lleva de este viaje al Vaticano para Argentina?
Llevo una relación en el máximo nivel. Un relacionamiento
en los temas del culto pleno y total, y la alegría de haber observado
enormes coincidencias en nuestras agendas. Además me llevo la posibilidad
de continuar una política de consulta con el canciller de la Santa
Sede con un encuentro anual. Llevo los detalles de la preparación
del viaje de De la Rúa y la bendición del Santo Padre para
el pueblo argentino, que es lo más importante.
¿Cuáles son esas coincidencias de las agendas vaticana
y argentina?
La búsqueda de la paz como objetivo supremo, los derechos
humanos como condición sine qua non, la lucha por la libertad individual,
religiosa y educativa, y la democracia como la institución más
idónea para el gobierno de los pueblos. Coincidencias como la posición
sobre Medio Oriente, donde a la Argentina se le reconoce la búsqueda
de acercamiento entre las partes, y coincidencias en las posiciones muy
claras en las votaciones de Naciones Unidas.
La condonación de las deudas externas es uno de los pilares
de la agenda vaticana para ayudar a países del Tercer Mundo, pero
inaplicable en la Argentina. ¿Qué ayuda podría brindar
el gobierno de la Iglesia?
Pusimos especial énfasis en el tema del desarrollo con justicia,
algo que la comunidad internacional todavía no pudo satisfacer
pese a la expansión del comercio. Por eso nuestra insistencia en
el acceso a mercados como un aspecto central de la justicia para el crecimiento.
Yo le planteé esta visión a monseñor Tauran y a otras
autoridades.
¿Al Gobierno le interesa marcar diferencias respecto de la
gestión de Carlos Menem en la relación diplomática
con el Vaticano?
No es procedente la comparación. A lo largo del tiempo hemos
tenido una continuidad con grandes hombres amigos de la Argentina: Pio
Laghi en su momento, Umberto Calabresi después, ahora Santos Abril.
Para la administración De la Rúa es una prioridad la relación
con el Vaticano, y es muy importante tener una relación directa
con nuestra Conferencia Episcopal, como la que mantenemos. Después
de mi entrevista con el Papa, llamé a Karlic, Bergoglio y Casaretto.
¿Usted conmemora el Día del Niño por Nacer
que instituyó Menem durante su gobierno y que fue muy aplaudido
por el Vaticano?
Hubo una declaración de la Secretaría de Culto, lo
hemos celebrado y se escribió una carta, punto. Nosotros defendemos
los derechos de los niños y también de los ancianos. Estamos
en contra de la eutanasia.
¿El ex embajador Esteban Caselli tuvo alguna participación
en la organización del próximo viaje de De la Rúa
al Vaticano?
No es verdad. Cuando llegué ya estaba la visita confirmada
y lo dije cuando salí de la reunión con el Santo Padre como
lo requiere el protocolo.
Durante sus entrevistas en el Vaticano las jerarquías eclesiásticas
se mostraron preocupadas por la situación social de la Argentina,
como lo reflejaron los obispos locales en su último documento...
Ese tema no surgió. Con monseñor Tauran hablamos del
documento de la Iglesia argentina y de la carta que envió el Presidente
solidarizándose com muchos aspectos planteados por los obispos.
Y también hablamos de la carta por justicia y paz que mandó
el Presidente al Santo Padre. Pero esto no quiere decir que ignoremos
los problemas sociales. Conversamos sobre la situación de la Argentina
en términos políticos y económicos, le expliqué
lo que significó el blindaje como un hecho importante no sólo
para la Argentina.
¿Cuándo llegará el presidente italiano, Carlo
Ciampi, a la Argentina?
Estará los días 14 y 15 de marzo, estamos definiendo
la agenda.
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