Por Diego Schurman

“Hay muchos candidatos, él es uno de los mejores, y por qué no apoyarlo.” Hugo Moyano no vio mejor manera de celebrar su cumpleaños que haciendo un nuevo guiño al proyecto presidencial de Carlos Ruckauf. No fueron sólo palabras: el jefe de la CGT rebelde también se comprometió con el gobernador en jugar fuerte en la interna justicialista para abortar las pretensiones del menemismo.
Moyano habló durante la asunción de Aníbal Fernández como titular del flamante Ministerio de Trabajo bonaerense. El acto se transformó en una afiatada puesta en escena de Ruckauf para endulzar al sindicalismo al ascender de rango a lo que hasta ayer era una secretaría.
El camionero se mostró tan a gusto con el gesto de Ruckauf que hasta sonrió con el feliz cumpleaños que empezó a corear la concurrencia. Pero las estrofas no fueron para él sino para Fernández, que nació el mismo día que el jefe cegetista.
El gobernador no sólo se fotografió con el camionero, a quien le dio un lugar en la mesa central junto a la ministra de Trabajo de la Nación, Patricia Bullrich. También mantuvo un encuentro a puertas cerradas con Moyano, en la que acordaron unir fuerzas contra el menemismo en la interna del PJ. Ruckauf cree que la mejor manera de consolidarse como candidato a presidente es doblegando a Carlos Menem en las urnas.
El camionero llegó acompañado por otros sindicalistas de la CGT rebelde, como Gerónimo Benegas, Saúl Ubaldini y Juan Carlos Schmid. En cambio pegó el faltazo Rodolfo Daer, titular de la CGT oficial. No era para menos: se trata del sector sindical afín al menemismo.
Moyano y un grupo de colaboradores evaluaron lo conversado con Ruckauf en una reunión posterior. Fue en el camping recreativo de los camioneros, en Florencio Varela, donde el sindicalista festejó sus 57 años con un asado.
–El gran reparo que ponemos a Ruckauf es su acercamiento a Cavallo. Por eso todavía no nos jugamos de lleno, aunque la cosas con el PJ bonaerense vienen muy bien –dijeron en su entorno.
Desde las mismas filas sindicales tampoco dan por terminadas las conversaciones con el santacruceño Néstor Kirchner ni con el cura Luis Farinello ni con el grupo de legisladores rebeldes de la Alianza que están analizando la posibilidad de armar un frente electoral.
En la idea de no dar por cerrado nada también se encuadró la ironía de Moyano cuando le preguntaron por su cercanía con Ruckauf. “Si me preguntan si estoy más cerca de Ruckauf les digo que sí, estoy a 60 kilómetros; de Reutemann estoy más lejos, y de De la Sota, a 700 kilómetros.” Pero, paso seguido, no dudó en resaltar su gestión. “Está gobernando una provincia que, con todas las dificultades que tiene, no ha despedido a personal, no ha rebajado salarios y esto en este momento tiene muchísima importancia.”
El jefe de la CGT rebelde hace tiempo que mantiene contactos con Ruckauf y su tropa. Una de las orejas predilectas es el estratégico Esteban Caselli.
–Hay un vínculo normal, como con cualquier dirigente peronista. El está cercano a nosotros sin ningún tipo de problemas –recalcó a Página/12 el propio secretario general de la Gobernación.
A mediados del año pasado, Caselli fue un bálsamo para Moyano. Logró destrabar una deuda de 30 millones de pesos que los municipios bonaerenses mantenían con las empresas de recolectores de residuos, y éstos, a su vez, con los camioneros. Los contactos se retomaron en los últimos tiempos, también por problemas económicos.
El sindicalista mantiene conversaciones con el vicegobernador Felipe Solá y con el ex frepasista José Octavio Bordón, actual director general de Cultura y Educación de la provincia. Moyano puso toda su estructura a favor de Bordón en la interna que mantuvo con Carlos “Chacho” Alvarez para definir el candidato presidencial en 1995. Ruckauf y el camionero coinciden en la manera de explotar los temas sociales. Hay expresiones casi calcadas a la hora de abordar temas como la reforma laboral, la deuda externa, el papel del Fondo Monetario Internacional y el rol del Estado. Ambos dirigentes mantienen buenas relaciones con la Iglesia y sobre todo con Guillermo García Caliendo, secretario ejecutivo de la Pastoral Social.
García Caliendo fue quien mantuvo un encendido discurso en el acto que Moyano organizó el 31 de mayo contra el FMI. Ese día el palco estuvo poblado de dirigentes bonaerenses. Entre ellos, otro amigo común de Moyano y Ruckauf: el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini.
Moyano y dirigentes del ruckaufismo se prometieron nuevos encuentros para los próximos días, como varios de los que ya hubo en el 2000 en la Casa de la Provincia de Buenos Aires. Anoche, la única preocupación del sindicalista era festejar su cumpleaños con sus más íntimos.

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