Por Raúl
Dellatorre
La urgencia por resolver el
problema de la elevación de las napas freáticas en distritos
del sur del Gran Buenos Aires le vino como anillo al dedo al Gobierno
para justificar el aumento de tarifas a los clientes de Aguas Argentinas.
El aumento acordado con la empresa será del 3,9 por ciento anual
desde este año hasta 2003, inclusive, acumulando un 12 por ciento
en todo el período. Se modifica, además, el criterio de
cobro por conexión, que hasta ahora debía pagar cada cliente
cuando se le renovaba la cañería deteriorada por antigüedad
(de 300 a 700 pesos) y se reemplaza por un cargo fijo de 43 centavos bimestrales
por servicio (86 centavos cuando posee agua y cloaca) que abonarán
todos los clientes a partir de abril. Por otra parte, se agrega desde
marzo un cargo por adelanto del Plan de Saneamiento de 25 centavos por
servicio (50 centavos con cloaca). Y habrá un incremento del uno
por ciento este año (desde enero) por indexación de la tarifa
más otro medio por ciento el año próximo. Como resultado,
entre enero y abril de este año la tarifa para un hogar con consumo
medio aumentará cerca de un 10 por ciento. Pero la mayoría
de los usuarios no lo notará, porque en mayo pierde vigencia el
cobro retroactivo del cargo por Servicio Universal de dos pesos, un valor
aproximado al ajuste acumulado. En el 2002, los clientes recibirán
un incremento adicional del 4,4 por ciento y en 2003, otro 3,9 por ciento.
En total, el aumento será, aproximadamente, del 18 por ciento en
promedio por cliente. Y pueden no ser los únicos: la empresa resignó
parte de la indexación por la inflación estadounidense esta
vez (del 5,2 por ciento sólo se cobrará el 1,5), pero el
sistema sigue vigente a futuro.
El directorio del Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios, junto
a representantes de los gobiernos nacional, de la Ciudad y bonaerense,
presentó ayer en conferencia de prensa el plan de inversiones comprometido
por Aguas Argentinas para el quinquenio 1999/2003, que suma 1100 millones
de pesos, de los cuales ya ejecutó el 35 por ciento. El nuevo plan
amplía en 300 millones el compromiso original, con obras que según
indicó Eduardo Cevallo, presidente del Etoss, favorece particularmente
al conurbano bonaerense.
También se han contemplado obras reclamadas por la ciudad de Buenos
Aires, como una planta de pretratamiento de líquidos cloacales
en la zona sur y un interceptor (río subterráneo) paralelo
al Riachuelo para captar líquidos que ahora se vuelcan en
dicho canal de agua para conducirlos a la señalada planta.
Estas obras, junto a un nuevo canal de desagüe que se extenderá
7 kilómetros adentro del Río de la Plata (hoy tiene un recorrido
de sólo 2 km), reducirán el nivel de contaminación
de ambos ríos, según aseguró el titular del Etoss.
La inversión en expansión de redes de desagües cloacales
en el Gran Buenos Aires abarcará un área de 130 km2 y busca
atender la emergencia sanitaria de una región de alto riesgo tal
como pudo comprobarse con las recientes elevaciones de las napas freáticas
en la que habita más de un millón de personas sin servicios
sanitarios. También está prevista la expansión de
redes de agua potable, que incorporaría a 470 mil usuarios. Para
la localidad de Berazategui, el plan de obras contempla dos obras de importancia:
una planta de pretratamiento de líquidos y un caño emisario
para volcarlos a 7 km de la costa del Río de la Plata, con características
similares a la obra que se encarará en el sur de la Ciudad de Buenos
Aires (zona Boca-Barracas).
También se incorporará un segundo módulo a la Planta
Depuradora Norte, en San Fernando, que posibilitará la expansión
futura en los partidos de Tigre y San Martín y una mejora en la
calidad de las aguas del Río Reconquista. Según Cevallo,
en los tres años pendientes del período quinquenal vigente
(hasta el 2003 inclusive), el plan de obras permitirá generar 8000
puestos de trabajo por año acumulativos.
El informe suministrado por el Etoss señala la existencia de una
Emergencia Sanitaria debido a la suba de las napas en el conurbano
bonaerense y conductos pluviocloacales principales colapsados en la Ciudad
de Buenos Aires. A fin de cumplimentar las obras necesarias para
atender ese explosivo cuadro, señala, el nuevo plan elaborado
adelanta trabajos para el quinquenio 1999/2003 por un monto de 300 millones
de pesos, con respecto del que le correspondía ejecutar a
Aguas Argentinas sin aumento tarifario. De tal forma, el ente
de control justificó los ajustes de tarifas acordados con la empresa.
Pudimos pilotear bien una negociación difícil y ahora
un millón y medio de habitantes de 17 partidos del conurbano bonaerense
podrán adelantar en siete años su acceso a las redes de
agua potable y cloacas, que en el plan anterior de obras estaban previstas
recién en los planes a ejecutar entre 2004 y 2013, subrayó
Miguel Bein, secretario de Programación Económica y coordinador
de la negociación con la concesionaria, al ser consultado por Página/12.
Límite al corte
de servicio
A partir de este año, Aguas Argentinas no podrá
cortarles el servicio a los usuarios con dificultades de pago por
problemas de ingresos. Al menos, así lo aseguró Eduardo
Cevallo, presidente del Etoss, al adelantar que en las próximas
semanas vamos a reglamentar el no corte. Por el momento,
no pudo precisar los alcances de la medida ni quiénes podrán
ser los beneficiarios del perdón.
Esta es una de las novedades sociales que trajo el acuerdo
alcanzado entre el Gobierno y Aguas Argentinas para fijar tarifas
y el plan de obras para los próximos tres años. Otra
es que se destinarán 4 millones de pesos anuales del plan
de inversión global para la aplicación de una
tarifa social a sectores de la población y barrios de emergencia
que no pueden hacerse cargo de los costos de incorporación
al servicio. Este costo asciende a 120 pesos para todo nuevo
conectado, que le será subsidiado a los habitantes de zonas
carenciadas (villas miseria) junto a parte de la tarifa.
Cevallo indicó que el Etoss hará un relevamiento,
en los próximos 60 días, de los barrios carenciados
que podrían ser beneficiados con el subsidio. Julián
Domínguez, ministro de Obras Públicas bonaerense,
manifestó su conformidad con el régimen de tarifa
social. Por primera vez se incorpora el concepto de vulnerabilidad
social a los servicios públicos en manos privadas,
destacó el funcionario en conferencia de prensa.
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