El gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, proyectó ayer su ofensiva
en materia de seguridad al plano nacional: le propuso al presidente Fernando
de la Rúa la firma de un convenio tripartito entre la provincia,
la Nación y la ciudad de Buenos Aires para implementar operaciones
para la requisa de armas en la vía pública. La propuesta
no entusiasmó a los destinatarios, que la tomaron como un nuevo
golpe de efecto del gobernador ante la crisis de seguridad en la provincia.
Por lo pronto, una razón legal impide llevar a cabo esa medida
en el ámbito porteño: la Policía Federal no tiene
atribuciones para realizar requisas indiscriminadas, sin orden judicial,
algo que sí logró la Bonaerense hace casi un año,
con el endurecimiento de las leyes procesales en la provincia.
La iniciativa se conoció después de dos días violentos
en el conurbano: entre el domingo y el lunes tres policías murieron
al ser baleados por delincuentes, en hechos de robo, dos de ellos en el
partido de San Martín y el tercero, en la localidad de Ciudadela.
Le propuse al Presidente un convenio entre la Nación, la
ciudad de Buenos Aires y la provincia para poner en marcha operaciones
para la requisa de armas en la vía pública. Es una buena
medida para sacar armas de los delincuentes de la calle, dijo Ruckauf,
al explicar y elogiar su propia iniciativa.
De paso, cuestionó la política oficial en esa materia: Estoy
hablando de requisa de armas, no de canje (como se implementó en
Mendoza, a partir de una propuesta del Ministerio de Justicia de la Nación),
porque el canje termina recuperando armas menores y el problema que tenemos
es la violencia de grupos que andan circulando en la vía pública
y que hay que detener con operativos de seguridad, argumentó
el gobernador.
La propuesta consistiría en poner en operaciones a fuerzas
federales y provinciales para capturar armas, mediante un sistema
de requisas en la vía pública. Desde febrero del año
pasado, la Bonaerense tiene atribuciones para requisar vehículos,
bolsos y carteras sin autorización judicial, después de
que la Legislatura aprobó una modificación al Código
Procesal, en el marco de la política de mano dura, impulsada por
Ruckauf.
Esa atribución, en cambio, está vedada para la Policía
Federal, que sólo puede hacer requisas en la vía pública
con orden judicial o ante la evidencia de la comisión de un delito.
Un proyecto de ley de los sectores más duros del Congreso apunta
a modificar esa norma, para darle más atribuciones a la policía.
Los especialistas en seguridad urbana cuestionan esa propuesta pues, sostienen,
históricamente ha dado lugar a la comisión de excesos. Una
posible lectura de la propuesta de Ruckauf es que, con el convenio, el
gobernador impulsa desde la provincia un endurecimiento de las leyes nacionales.
Ante una consulta de este diario, el ministro del Interior, Federico Storani
después de reunirse con De la Rúa, dijo que
desconocía la existencia de la propuesta. En la ciudad de Buenos
Aires, el subsecretario de Seguridad, Luis Eduardo Tholke, desestimó
la iniciativa. Me parece un disparate empezar a cachear ciudadanos.
Lo que sí estamos conversando es la implementación de planes
para desarmar a la sociedad.
Si bien la aplicación de requisas no parece haber aplacado el nivel
de virulencia en el delito en territorio bonaerense, el ministro de Justicia,
Jorge Casanovas, informó días atrás que merced a
esa norma se lograron secuestrar en la provincia unas 10.000 armas durante
el año pasado.
El Registro Nacional de Armas (Renar) informó ayer a Página/12
que en el 2000 se destruyeron en ese organismo unas 16.000 armas, la mayoría
de ellas provenientes de incautaciones policiales y judiciales. La cifra
representa un aumento del 74 por ciento sobre las destruidas en 1999.
UNA
CAPACITACION PARA DIRECTIVOS DE EMPRESAS
Gestión con enfoque humanista
Los directivos de empresas podrán
acceder a un curso de capacitación sobre liderazgo y gestión
sin necesidad de ser graduados universitarios. Se trata de la diplomatura
que pondrán en marcha, a partir de abril, la Fundación OSDE
dependiente de la obra social homónima y la Universidad
Nacional de San Martín, y a partir de agosto, la misma fundación
con la Universidad Católica de Córdoba.
El objetivo del curso es cubrir el déficit que existe en
la formación de dirigentes de empresa, afirmó el presidente
de la Fundación OSDE, Rodolfo González. Por eso, entendimos
que era necesario desarrollar un programa de capacitación, junto
con un grupo de profesionales comprometidos con nuestra realidad, pertenecientes
al campo del pensamiento, la empresa y la economía, agregó.
La diplomatura tiene, como elemento novedoso, un enfoque humanista
para encarar las cuestiones del liderazgo y gestión, explicó
el director general del programa, José María Fanelli. El
curso está organizado en tres módulos de diez clases cada
uno, que implican una presencia semanal de tres horas. Los módulos
La anatomía de la globalización, Sociedad
nacional: cambio y complejidad y La empresa ante los nuevos
desafíos serán coordinados por Ricardo Sidicaro,
Roberto Bouzas y Carlos Altschul. Entre los docentes, participarán
Santiago Kovadloff, Alberto Barbeito, Mario Casalla, Rubén Lo Valvo
y Arturo Sala, entre otros.
Cada módulo constará de ocho clases presenciales,
un seminario final de integración y una reunión de discusión
de los trabajos individuales que presenten los cursantes, detalló
Fanelli.
Según González, la diferencia principal de este programa
con respecto a otras opciones existentes consiste en que no está
conformado por materias sino por módulos temáticos, que
son abordados en forma multidisciplinaria, tanto desde la filosofía,
la ética y la epistemiología como desde la sociología,
la economía y la administración.
Fanelli agregó que hay que modificar la tradición
de estudiar en las aulas casos que se parecen poco a lo que la realidad
ofrece, porque cuando el estudiante se gradúa, lo que estudió
ya es obsoleto. Por eso, la propuesta del curso es dar herramientas
y no soluciones preestablecidas.
Para la diplomatura no se requiere título de grado. Esta
posibilidad fue pensada para personas que ocupan posiciones de decisión
y liderazgo, y no han podido obtener un título universitario,
agregó Fanelli. En cambio, para la Especialización o Maestría,
el título universitario es condición indispensable.
El puente que se hundió
Que un puente se quiebre cuando uno lo atraviesa parece una pesadilla
de película catástrofe. Sin embargo, los dos ocupantes
de un camión que ayer protagonizaron esa situación
la sacaron barata: el viejo puente de hierro sobre la Ruta Nacional
Nº 20, que une la ciudad de San Juan con la localidad de Caucete
y que cruza el río San Juan, se hundió cuando el vehículo
pasaba cargado con una retroexcavadora, pero ninguno de ellos sufrió
heridas. El camión se precipitó a tierra, pero como
el puente está apenas a unos 4 metros de altura y en el río
no hay casi agua, el episodio no fue grave. Allí ya se había
producido otro accidente en 1985.
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