El Gobierno dispuso cambios en el cuadro tarifario de la telefonía
celular que desató una fuerte polémica. A partir de abril,
las empresas de ese sector estarán habilitadas a cobrar más
caras las llamadas de celular a celular. Esa modificación se debe
a que se establece el sistema calling party pays (paga el
que llama) para las comunicaciones entre móviles. De ese modo,
los usuarios de telefonía celular no pagarán por las llamadas
que reciban desde otro celular. Pero las llamadas que se establezcan con
otro teléfono móvil podrán costar hasta 31 centavos
más por minuto que ahora. El ajuste puede alcanzar a más
del 300 por ciento. La resolución no significa que las empresas
tengan que aplicar el aumento. Es una tarifa máxima, pero creo
que las compañías harán sus cuentas y verán
qué trasladan al usuario y qué no, aseguró
ayer el secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar, quien emitió
un comunicado respondiendo a las duras críticas que recibió
la medida.
Movicom, Unifon, Personal, CTI y Nextel todavía no definieron si
subirán o no las tarifas de las llamadas a otro celular. La polémica
surgió porque las empresas habrían pedido la aplicación
del calling party pays para compensar la rebaja a otro servicio. En noviembre,
las compañías alcanzaron un acuerdo con el Gobierno para
disminuir las tarifas de las llamadas de teléfonos fijos a móviles.
Desde el 4 de enero, esa comunicación cuesta 31 centavos (contra
los 35 anteriores) y llegará a 28 centavos en enero de 2002. De
ese modo, su facturación bajaría en alrededor de 150 millones
de pesos anuales. Parte de ese dinero lo recuperarían con el aumento
de las llamadas de celular a celular.
La reducción del 20 por ciento en el costo de las comunicaciones
de un teléfono fijo a uno móvil es ínfima, y no se
puede usar como compensación para aumentar más del 300 por
ciento las llamadas entre celulares, opinó ayer Osvaldo Riopedre,
abogado de la Asociación de Consumidores y Usuarios (Adecua). Acá
no hay compensación de ningún tipo. La medida se tomó
en favor de la gente. No era justo que dos personas pagaran por una llamada
entre celulares. Si las empresas quieren aumentar su rentabilidad, ahora
deberán competir por captar más usuarios, respondieron
desde la oficina de Aguiar. Además, puntualizaron que sólo
el 8 por ciento de las llamadas de un abonado promedio a la telefonía
celular son efectuadas a otro móvil, mientras que el 44 por ciento
son llamadas a teléfonos fijos, el 40 por ciento son comunicaciones
recibidas de teléfonos fijos y el 8 por ciento son recibidas desde
celulares.
Asimismo, indicaron que en 60 días el calling party pays también
se aplicará para las llamadas internacionales. Por último,
dijeron que como las tarifas estaban desreguladas, las empresas podrían
haberlas aumentado en cualquier momento. Pero ahora esa suba no podrá
exceder de 31 centavos.
OPINION
Por Héctor Polino *
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Fueron demasiado flojos
En el reportaje de Página/12, publicado anteayer, el ministro
de Economía, José Luis Machinea, manifestó:
Dicen que somos flojos con las renegociaciones. ¿Flojos
con quién?. A ello le respondo: señor ministro,
usted fue flojo con las empresas de servicios públicos de
gas, de electricidad, de teléfonos y de aguas y cloacas.
A todas se les permitió un aumento en las tarifas en función
de la inflación de los Estados Unidos, que vive un proceso
de crecimiento económico, ignorando que en nuestro país
existe la ley de Convertibilidad. En el reportaje, usted adelantó
que la empresa Aguas Argentinas recibirá un aumento por ese
concepto del 1,5 por ciento. Usted pretende presentar el arreglo
como un triunfo porque dice que la empresa reclamaba el 5,2 por
ciento. Pero para los usuarios es una derrota, porque la empresa
obtendrá un enriquecimiento sin causa del 1,5 por ciento.
El aumento del boleto de colectivos, trenes y subterráneos
es otra capitulación ante las empresas, sin haber analizado
previamente los costos de explotación de los servicios, las
inversiones comprometidas, los incumplimientos reiterados y las
ganancias razonables. Regatear las pretensiones empresarias no puede
luego ser presentado como una muestra de firmeza. Se sabe cómo
funcionan esas renegociaciones. Se comienza pidiendo mucho para
obtener luego algo de aumento. Pero desde el punto de vista de los
usuarios el aumento de los boletos es una claudicación.
Por otra parte, ¿por qué, señor ministro, se
ha abandonado el mecanismo de las Audiencias Públicas? ¿Cómo
es posible que el gobierno de la Alianza haya abandonado salvo
excepciones ese mecanismo de consulta popular?
¿Qué hizo usted con los entes reguladores? Es una
vergüenza ver, por ejemplo, a los miembros de la Comisión
Nacional Reguladora del Transporte almorzando junto a los directivos
de las empresas ferroviarias; recibiendo además premios con
pasajes y estadías pagas en el exterior.
Señor ministro: usted hasta ahora fue demasiado flojo con
las grandes empresas, en su mayoría extranjeras, y demasiado
duro con los usuarios y los trabajadores argentinos.
* Diputado nacional por el Partido Socialista Democrático.
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