Por Horacio Cecchi
Desde
Ushuaia
Se puso en marcha el plan B.
Después de la sugerente recomendación del gobierno chileno
para que el diminuto remolcador Leñadura, charteado
por Greenpeace para perseguir al Pacific Swan, regresara a
su puerto de origen, obviamente sin ambientalistas audaces ni periodistas
dementes a bordo, la alternativa preparada por la organización
ecologista tomó un perfil aéreo no menos osado que el anterior:
un bimotor, tan diminuto como el cascarón de nuez previo, y apenas
cuatro horas de autonomía, aguarda que el gigante tóxico
sea avistado por una cadena de pescadores infidentes, para despegar y
realizar sobrevuelos rasantes sobre la fortaleza escoltada por una corbeta
argentina. Durante la larga espera, este enviado siguió acumulando
pastillas milagrosas para el mareo: el pequeño barrilete tiene
cinco plazas disponibles y una está reservada para Página/12.
Anoche el vuelo se preparaba para partir, siempre que las condiciones
meteorológicas lo permitieran.
La breve historia pública del Leñadura que se clausuró
de improviso antes de empezar, tuvo sus bemoles ocultos en una maraña
de presiones políticas y lobbies empresarios. Todo el peso de los
llamados del más alto nivel se descargó sobre una de las
cabezas de la poderosa empresa naviera chilena Ultramar, dueña
del diminuto remolcador. Como suele ocurrir en las imprevisiones de este
sorprendente mundo político, el azar puso su mano. Hasta el martes
pasado, cuando el Leñadura partió desde el puerto chileno
de Punta Arenas, nadie sabía que había sido charteado por
Greenpeace. Pero su llegada al puerto de Ushuaia no pasó desapercibida.
Lo esperaban los medios locales, que al día siguiente anunciaban
en tapa la presencia del osado remolcador.
La partida del Leñadura estaba prevista para el mismo miércoles
a las 16. Pero, curiosamente, una hora antes, un oscuro funcionario de
la agencia marítima, de saco y corbata oscuros, se presentó
ante Bonner, el lobo de mar a cargo del remolcador, para informarle: No
tenemos práctico para sacarlo del puerto hasta las 21. La
postergación, después, tomó otro significado. La
ausencia de práctico, en un puerto acostumbrado a recibir enormes
buques en forma cotidiana era más que suspicaz. Durante las cinco
horas de demora, el gobierno chileno habló a Ultramar, ordenando
que se detuviera el operativo. Que el Leñadura regrese a
puerto de origen sin pasajeros, fue la orden terminante, según
fuentes locales. A su vez, una cabeza de Ultramar se comunicó con
Greenpeace para anunciarle que por problemas de documentación,
era imposible continuar con el contrato. A partir de entonces, una serie
de versiones y contraversiones comenzó a circular los aires del
fin del mundo. Se mencionó incluso que el Leñadura había
zarpado hacia su objetivo. Este cronista y los dramamines pueden constatar
que no fue así.
Entretanto, en tierra, los hombres de Greenpeace iniciaban la fase B del
plan: si no se puede llegar por agua ni tierra, se hará por aire.
Un pequeño bimotor comenzó la espera en el aeropuerto de
Ushuaia. Sólo era necesario contactar al Pacific Swan. La
presencia de una corbeta argentina sostuvo Villalonga demuestra
que el gobierno argentino conoce al detalle la ubicación del buque.
Que lo mantenga oculto a la opinión pública transforma al
gobierno en socio de esta empresa tóxica. Ayer la Armada
admitió que el buque navegaba en aguas argentinas, a 110 millas
de la costa.
La fase B del plan Descubramos al Chernobyl flotante, tenía sus
vericuetos. La Cámara Pesquera de Armadores Patagónicos
ofreció sus barcos pesqueros para que si alguno de ellos avistaba
al Pacific, informara de inmediato a Greenpeace. Ayer, las horas se estiraron
como las olas, hasta que a las 18.30 un pesquero avisó por radio
la ubicación que a las 17.11 el Pacific se encontraba en latitud
53º30 Sur, longitud 63º30 Oeste,rumbo 178º
a una velocidad de 12 nudos, justo enfrente de Río Grande, a 70
millas de la Isla de los Estados.
En tierra, los movimientos de Greenpeace pueden sintetizarse de la siguiente
forma: en apenas media hora se desplegó un plano, se ubicó
el lugar, se trazó el rumbo, se avisó al piloto, se inició
la persecución, y este cronista tomó su dramamine.
Una marioneta frente
a la Casa Rosada
De la Rúa protege al barco nuclear, decía
el enorme cartel desplegado por los activistas de Greenpeace en
la puerta de la Casa Rosada, junto a una marioneta que representaba
al Presidente manejado por la muerte, embanderada con el Reino Unido,
Francia y Japón. El ministro de Defensa, Ricardo López
Murphy, en tanto, ratificó que el Pacific Swan está
siguiendo su trayecto por aguas argentinas y aclaró que no
está prevista otra acción que no sea el acompañamiento
del buque por parte de la Armada. Según la organización
ambientalista, De la Rúa protege al barco al negarse
a cumplir con la resolución de la Justicia que prohíbe
el ingreso del Pacific Swan en aguas jurisdiccionales de la Argentina.
También dieron a conocer un documento de la Agencia
Internacional de Energía Atómica en el que se
muestra que en caso de ocurrir un accidente que implique la pérdida
de los contenedores de residuos nucleares en alta mar no habrá
rescate de los mismos.
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EL
SUR DEL CONURBANO DESPUES DEL TEMPORAL
Con poca ayuda y a oscuras
Sin caballo ni toro, como en
el célebre cuadro de Picasso, pero transmitiendo la misma imagen
de desolación, esta Guernica se sigue pareciendo mucho a aquella.
Siete chicos que fueron evacuados del Hospital Cecilia Grierson destruido
por el temporal están internados en el Hospital de Niños
de La Plata, uno de ellos en grave estado. Según precisiones dadas
a Página/12 por Edesur, el servicio eléctrico recién
se reestablecería para el fin de semana. Los vecinos denunciaron
que no les llegaron los alimentos y materiales prometidos, por lo que
cortaron las vías del tren. Las consecuencias del desastre no son
sólo patrimonio de esa castigada localidad: en más de 10
municipios bonaerenses la situación está lejos de ser controlada.
La luz y el agua están restringidas y la totalidad de evacuados
informó la Dirección de Defensa Civil provincial
supera los 1600.
De los siete chicos internados, cuatro fueron directamente afectados por
el temporal, mientras que los otros tres ya estaban siendo atendidos en
la sala de Neonatología del hospital de Guernica y tuvieron que
ser trasladados. Por otra parte, Oscar Rodríguez, intendente de
Presidente Perón, partido donde está ubicado Guernica, afirmó
que el temporal destruyó cuatro mil viviendas y reclamó
créditos blandos para avanzar en la reconstrucción,
mientras que los vecinos interrumpieron el paso de los trenes en las vías
del ex Roca, en reclamo de la llegada de la ayuda prometida, que, según
denunciaron, nunca llegó.
El gobierno provincial prometió la entrega de un subsidio de 100
mil pesos para el lunes próximo, que serían utilizados para
la reconstrucción del hospital de Guernica y estudia, al igual
que las administración nacional, el dictado de medidas de emergencia
que apuntan a otorgar créditos blandos, subsidios y exenciones
impositivas a los castigados por el temporal.
El suministro de energía eléctrica y agua tampoco es el
ideal, ya que en muchas localidades afectadas los servicios se encuentran
acotados. El agua potable estaba siendo distribuida en camiones cisternas
y la falta de fuente eléctrica en algunas localidades obligó
a que se las proveyeran de grupos electrógenos para satisfacer
las necesidades mínimas. Alejandra Martínez, vocera de Edesur,
dio a este diario un cuadro de situación: Hay 500 postes
y columnas de hormigón derribados y fueron afectados 200 kilómetros
de red eléctrica.
Para terminar de oscurecer el panorama, todavía hay ocho serpientes
prófugas después de la destrucción del serpentario,
y estimaron que se tratarían de especies de cascabel y yararás,
altamente venenosas. Eso sí, aunque el ministro de Salud bonaerense,
Juan José Mussi, aseguró que se habían recuperado
todas las víboras, dispuso para la comunidad de Guernica una provisión
de suero antiofídico, a ver si todavía los reptiles lo desmienten.
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