Por Pablo Rodríguez
Ayer fue un día de parabienes
para el gobierno español de José María Aznar. En
primer lugar, el oficialista Partido Popular y el opositor Partido Socialista
Obrero Español (PSOE) lograron lo que se habían propuesto
hace unos meses: voltear al gobierno regional vasco de Juan José
Ibarretxe. El lehendakari (presidente vasco) anunció ayer que adelantará
los comicios regionales previstos para el 2002 para mediados de este año.
Entretanto, la policía autónoma catalana detuvo ayer en
el centro de Barcelona a dos etarras que formarían parte del llamado
comando Barcelona, responsable de los últimos y frecuentes
atentados de la ETA.
Las dos noticias rompen la situación creada por la ETA desde la
ruptura de su tregua unilateral a fines de 1999. En el terreno político,
la tregua había servido para atraer a una suerte de polo ideológico
común a las fuerzas nacionalistas vascas, sobre todo al Partido
Nacionalista Vasco (PNV), a partir del Pacto de Lizarra. Esto significó
en los hechos una división política tajante entre el nacionalismo
vasco y los partidos españoles. Cuando la ETA rompió su
tregua, el nacionalismo vasco quedó como jamón del sandwich:
perdió a los partidos españoles, a quienes no les pudo garantizar
que su acercamiento a la ETA era el preludio de la paz, y perdió
a los sectores políticos afines a ETA, que le pedían una
ruptura radical con los partidos españoles.
Tanto el extremismo vasco como el PP y el PSOE tironearon desde entonces
al PNV y a Eusko Alkartasuna (EA), su aliado en el gobierno regional.
El PP y el PSOE sumaron sus votos contra Ibarretxe para restarle mayoría
parlamentaria y recién lo lograron cuando Euskal Herritarrok (EH),
coalición próxima a la ETA, también le retiró
el apoyo al lehendakari. Así, el PNV y EA quedaron con sólo
27 de los 75 escaños del Parlamento vasco. Sin embargo, EH no votó
a favor de la moción de censura presentada en octubre por el PP
y el PSOE. El gobierno de Ibarretxe no caía, pero tampoco podía
gobernar. Dada la falta de mayoría de mi gobierno y en la
situación de la propia sociedad vasca, me parece que el tema de
los comicios es un elemento que debemos dejar claro para que no forme
parte del debate político, porque corremos el riesgo de estar seis
meses discutiendo si se van a celebrar o no las elecciones y sin hablar
de los problemas de fondo, explicó el lehendakari al anunciar
su decisión.
En el terreno estrictamente policial, el equilibrio entre el Estado español
y la ETA también se instaló una vez finalizada la tregua
de la organización vasca. Las autoridades españolas y francesas
se vanagloriaron a mediados del año pasado cuando detuvieron al
ex jefe de la ETA, Ignacio Gracia Arregui (Iñaki de Rentería),
y a parte de la cúpula de la organización. Con el correr
del tiempo comprobaron que la ETA tenía formas de renovarse: los
atentados etarras se sucedieron en el País Vasco, en Madrid, en
Andalucía y sobre todo en Cataluña.
Las autoridades españolas suponían que la actividad de estos
nuevos comandos etarras se debía a que sus integrantes son nuevos
y no están fichados. Las detenciones de ayer podrían confirmarlo.
Cuando vio a un Renault 19 de transitar sospechoso cerca del céntrico
monumento a Colón, una patrulla municipal detuvo a sus integrantes,
quienes confesaron que el coche tenía 20 kilos de explosivos. Resultó
que uno de los detenidos, identificada como Liarni Armendáriz González
de Langarica, de 27 años, efectivamente no estaba fichada y había
intentado pasar por Ohiarne Errazquin, presunta integrante del comando
Andalucía. Del otro detenido, José Ignacio Krutxaga Elezkano,
de 37 años, se supo que la pistola HS 9mm que llevaba coincide
con el tipo de arma que mató al ex ministro de Salud socialista,
Ernest Lluch, a un policía municipal en Barcelona y a dos concejales
del Partido Popular, todos asesinatos cometidos en Cataluñaentre
setiembre y diciembre pasados. Las autoridades españolas afirman
que de este modo se estaría desactivando el nuevo comando Barcelona,
pero ya hubo muchos anuncios anteriores y la ETA siempre logra reacomodarse.
Claves
El anuncio del presidente
vasco Juan José Ibarretxe de adelantar para este año
los comicios en la región para el 2002 es una victoria para
los dos principales partidos españoles, el Popular y el Socialista.
En el terreno policial,
fueron detenidos dos integrantes del comando Barcelona, el último
y más activo de los formados por la ETA desde la detención
de su jefe, Iñaki de Rentería, a mediados del año
pasado.
|
|