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Dos rounds a favor de Madrid

El gobierno vasco adelantará para julio los comicios regionales. Y detuvieron a dos etarras del nuevo comando Barcelona.

Mayorías: �Dada la falta de mayoría de mi gobierno, ya no quiero que los comicios formen parte del debate político�, dijo el lehendakari Juan José Ibarretxe.

Liarni Armendáriz González, detenida ayer en Barcelona.
No estaba fichada por las autoridades españolas.

Por Pablo Rodríguez

Ayer fue un día de parabienes para el gobierno español de José María Aznar. En primer lugar, el oficialista Partido Popular y el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) lograron lo que se habían propuesto hace unos meses: voltear al gobierno regional vasco de Juan José Ibarretxe. El lehendakari (presidente vasco) anunció ayer que adelantará los comicios regionales previstos para el 2002 para mediados de este año. Entretanto, la policía autónoma catalana detuvo ayer en el centro de Barcelona a dos etarras que formarían parte del llamado “comando Barcelona”, responsable de los últimos y frecuentes atentados de la ETA.
Las dos noticias rompen la situación creada por la ETA desde la ruptura de su tregua unilateral a fines de 1999. En el terreno político, la tregua había servido para atraer a una suerte de polo ideológico común a las fuerzas nacionalistas vascas, sobre todo al Partido Nacionalista Vasco (PNV), a partir del Pacto de Lizarra. Esto significó en los hechos una división política tajante entre el nacionalismo vasco y los partidos españoles. Cuando la ETA rompió su tregua, el nacionalismo vasco quedó como jamón del sandwich: perdió a los partidos españoles, a quienes no les pudo garantizar que su acercamiento a la ETA era el preludio de la paz, y perdió a los sectores políticos afines a ETA, que le pedían una ruptura radical con los partidos españoles.
Tanto el extremismo vasco como el PP y el PSOE tironearon desde entonces al PNV y a Eusko Alkartasuna (EA), su aliado en el gobierno regional. El PP y el PSOE sumaron sus votos contra Ibarretxe para restarle mayoría parlamentaria y recién lo lograron cuando Euskal Herritarrok (EH), coalición próxima a la ETA, también le retiró el apoyo al lehendakari. Así, el PNV y EA quedaron con sólo 27 de los 75 escaños del Parlamento vasco. Sin embargo, EH no votó a favor de la moción de censura presentada en octubre por el PP y el PSOE. El gobierno de Ibarretxe no caía, pero tampoco podía gobernar. “Dada la falta de mayoría de mi gobierno y en la situación de la propia sociedad vasca, me parece que el tema de los comicios es un elemento que debemos dejar claro para que no forme parte del debate político, porque corremos el riesgo de estar seis meses discutiendo si se van a celebrar o no las elecciones y sin hablar de los problemas de fondo”, explicó el lehendakari al anunciar su decisión.
En el terreno estrictamente policial, el equilibrio entre el Estado español y la ETA también se instaló una vez finalizada la tregua de la organización vasca. Las autoridades españolas y francesas se vanagloriaron a mediados del año pasado cuando detuvieron al ex jefe de la ETA, Ignacio Gracia Arregui (“Iñaki de Rentería”), y a parte de la cúpula de la organización. Con el correr del tiempo comprobaron que la ETA tenía formas de renovarse: los atentados etarras se sucedieron en el País Vasco, en Madrid, en Andalucía y sobre todo en Cataluña.
Las autoridades españolas suponían que la actividad de estos nuevos comandos etarras se debía a que sus integrantes son nuevos y no están fichados. Las detenciones de ayer podrían confirmarlo. Cuando vio a un Renault 19 de transitar sospechoso cerca del céntrico monumento a Colón, una patrulla municipal detuvo a sus integrantes, quienes confesaron que el coche tenía 20 kilos de explosivos. Resultó que uno de los detenidos, identificada como Liarni Armendáriz González de Langarica, de 27 años, efectivamente no estaba fichada y había intentado pasar por Ohiarne Errazquin, presunta integrante del comando Andalucía. Del otro detenido, José Ignacio Krutxaga Elezkano, de 37 años, se supo que la pistola HS 9mm que llevaba coincide con el tipo de arma que mató al ex ministro de Salud socialista, Ernest Lluch, a un policía municipal en Barcelona y a dos concejales del Partido Popular, todos asesinatos cometidos en Cataluñaentre setiembre y diciembre pasados. Las autoridades españolas afirman que de este modo se estaría desactivando el nuevo comando Barcelona, pero ya hubo muchos anuncios anteriores y la ETA siempre logra reacomodarse.

 

Claves

El anuncio del presidente vasco Juan José Ibarretxe de adelantar para este año los comicios en la región para el 2002 es una victoria para los dos principales partidos españoles, el Popular y el Socialista.
En el terreno policial, fueron detenidos dos integrantes del comando Barcelona, el último y más activo de los formados por la ETA desde la detención de su jefe, Iñaki de Rentería, a mediados del año pasado.

 

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